P. Mark Link, jesuita.
Día siete
“Te doy gracias Señor de todo corazón”
Salmo 138,1
Un hombre arriesgó
su vida para salvar a un niño de la corriente del río. Cuando el niño se
recuperó le dijo “Gracias por salvar mi vida” El hombre le tocó el brazo y
musitó: “Está bien, hijo; sólo asegúrate de que valió la pena salvar tu vida”.
Cierta o no la
historia, lo cierto es que Jesús nos lo podría decir a cada uno: El mejor
regalo que me puedes dar por haberte salvado es que tú salves y hagas valer
cada minuto de tu vida.
Así, con esta
meditación termina la primera parte de los Ejercicios Espirituales de San
Ignacio que has podido experimentar a lo largo de trece semanas. Este es el Desafío de vivir la vida cristiana. Estos
ejercicios son presentados de tal manera que el o la ejercitante puede hacer un
alto o puede seguir adelante.
La segunda parte del
programa está centrada en Jesús y cómo Él, personalmente, vivió el ideal de
Hijo del Padre. Esta segunda parte, llamada Decisión,
te invita a conocer a Jesús, para que conociéndolo llegues a amarlo, y amándolo
llegues a seguirlo.
¿Crees que Dios te está llamando ahora a que termines en esta primera parte? ¿Sientes alguna motivación para ir a la segunda? ¿Tal vez sientes motivos para tomarte un tiempo corto o largo para decidirlo? Habla con Dios y responde con total libertad.
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Referencia bibliográfica: Desafío. P. Mark Link, jesuita. Ejercicios Espirituales de San Ignacio
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