P. Mark Link, jesuita.
Día cinco
“Han sido liberados del pecado”
Romanos 6,22
Un soldado en
Indonesia compró un mono como mascota. Ya en casa notó que el mono era muy
sensible en la parte de la cintura. Comenzó a fijarse bien y encontró el
problema; era que tenía un alambre incrustado en la piel. Alguien se lo había
puesto tiempo atrás y no se había tomado el trabajo de quitarlo. Esa noche el
soldado empezó por afeitar la cintura del animal, luego con un alicate cortó el
alambre y fue extrayéndolo con sumo cuidado. Increíblemente, todo el tiempo el
mono estuvo echado sin moverse. Cuando terminó la operación, el mono empezó a
saltar como loco y abrazo al soldado fuertemente.
Es cierto que
reconocer el mal cometido duele. Pero reconocerlo ante Dios libera.
¿Por qué resulta difícil reconocer las culpas? Habla con Dios sobre tu situación personal.
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Referencia bibliográfica: Desafío. P. Mark Link, jesuita. Ejercicios Espirituales de San Ignacio
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