P. Mark Link, jesuita.
Semana 11
MUERTE
¿Estás preparado para decir sí a la muerte?
“Bajo el sol hay un momento para todo; tiempo para nacer, tiempo para morir”
Eclesiastés 3; 1
El autor de “El
principito”, Antoine de Saint-Exupéry, que era aviador, tuvo que aterrizar en
el desierto del Sahara, a miles de kilómetros de la civilización. Con el motor
dañado, rotos los frenos de su avión, cuenta que se vio cara a cara con la
muerte, como si fueran dos boxeadores mirándose fijamente.
Es la sensación de
la fábula del payaso y el cocodrilo que dice: “Un día un grupo de personas irán
al cementerio, estarán unos minutos y volverán a casa. Todos, excepto uno; ése
serás tú”. O como el otro dicho: “Está mal que morir sea la última cosa que
hagamos, porque nos podría enseñar mucho sobre la vida”.
Las meditaciones
que siguen son sobre la muerte. Lo que pedirás antes de hacerlas esta semana
será:
Señor, enséñame todo sobre la muerte, para que ella me enseñe todo sobre la vida.
Durante la próxima
semana, y durante el resto de semanas, sigue haciendo tu evaluación o examen de
conciencia al final del día. Los directores espirituales recomiendan que evalúes
tus ejercicios diarios de meditación para que agradezcas a Dios si te fue bien,
y si no, que trates de averiguar por qué. Por ejemplo, pregúntate:
- ¿Preparaste tu cuerpo y tu mente
adecuadamente?
- ¿Te pusiste en la presencia de
Dios?
- ¿Usaste tu imaginación (para
experimentar el ejercicio), tu mente (para reflexionar) tu corazón (para
expresar tus sentimientos) y tu alma (para escuchar a Dios)?
- Finalmente, ¿te tomaste el tiempo para tomar un breve apunte de cualquier idea o pensamiento significativo?
Meditaciones de la semana:
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