P. Mark Link, jesuita.
Día seis
“Den gracias siempre a Dios Padre por todas las cosas, en nombre de nuestro Señor Jesucristo”
Efesios 5,20
Imagina que alguien
te da un plato de arena mezclado con limaduras de hierro. Buscas las limaduras
con tus ojos, con tus dedos, pero no las encuentras. Luego tomas un pequeño
imán y lo introduces en el plato; al instante el imán está cubierto con
limaduras de hierro.
La persona
desagradecida es como nuestros dedos buscando en el plato de arena. Nunca en su
vida encontrará nada de qué agradecer. Pero la persona agradecida es como el
imán atrayendo la arena. Esa persona encontrará cientos de maneras de estar
agradecida.
Por las flores que florecen sobre nuestros pies; por la tierna hierba tan fresca y dulce; por el trino del ave y el zumbido de la abeja; por todo lo que oímos y vemos, Padre del cielo, te damos gracias.
(R.W.Emerson)
Acuérdate de tus últimas 24 horas. Escoge un momento o experiencia y agradece al Señor.
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Referencia bibliográfica: Desafío. P. Mark Link, jesuita. Ejercicios Espirituales de San Ignacio
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