P. Mark Link, jesuita.
Día cuatro
“Ligado ha sido el yugo de mis delitos, entrelazados por su mano. Sobre mi cuello su yugo doblega mi vigor. El Señor me ha dejado a merced de ellos, ¡ya no puedo tenerme!”
Lamentaciones 1,14
Hay una historia
conmovedora que ha sobrevivido a través de lo siglos. Pietro Bandinelli, un
atractivo joven que solía cantar en el coro de la catedral de Milán, fue
elegido por Leonardo Da Vinci para que fuera el modelo de Jesús en su óleo “La
última cena”
Años después, Leonardo, que no había terminado su obra, llegó hasta los suburbios de Milán buscando un modelo de Judas. Después de algunas horas, encontró al hombre perfecto para ello. Sus ojos eran grises y ojerosos; su mirada dura y desconcertante. Era un ser vencido por los años y por el infortunio. Luego, mientras el hombre posaba, Leonardo le preguntó: ¿Nos hemos conocido antes? Hubo un gran silencio, luego el hombre estalló en sollozos: Sí, yo fui tu modelo de Jesús hace algunos años, pero han pasado tantas cosas desde entonces…”
Cierta o no, la historia trae lecciones. Habla con Dios sobre tu deseo de vivir según su plan.
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Referencia bibliográfica: Desafío. P. Mark Link, jesuita. Ejercicios Espirituales de San Ignacio
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