¡FELICES FIESTAS PATRIAS A TODOS LOS PERUANOS!


Pidamos a Dios nos conceda la gracia de trabajar por un Perú más justo, más fraterno, con mayores oportunidades para todos... y donde nuestros valores cristianos sean los que guíen nuestro progreso.
A todos los peruanos: ¡Felices Fiestas!

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Jesús nos enseña el Padre nuestro



Padre Adolfo Franco, SJ

DOMINGO XVII del Tiempo Ordinario.

Lucas 11, 1 - 13.

Un día estaba Jesús orando en cierto lugar. Al ter minar su oración, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos.» 2 Les dijo: «Cuando recen, digan:
Padre, santificado sea tu Nombre, venga tu Reino.
Danos cada día el pan que nos corresponde.
Perdónanos nuestros pecados,
porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe.
Y no nos dejes caer en la tentación.»
Les dijo también: «Supongan que uno de ustedes tiene un amigo y va a medianoche a su casa a decirle: “Amigo, préstame tres panes, 6 porque un amigo mío ha llegado de viaje y no tengo nada que ofrecerle”. Y el otro le responde a usted desde adentro: «No me molestes; la puerta está cerrada y mis hijos y yo estamos ya acostados; no puedo levantarme a dártelos». Yo les digo: aunque el hombre no se levante para dárselo porque usted es amigo suyo, si usted se pone pesado, al final le dará todo lo que necesita.
Pues bien, yo les digo: Pidan y se les dará, busquen y hallarán, llamen a la puerta y les abrirán. Porque todo el que pide recibe, el que busca halla y al que llame a la puerta se le abrirá.
¿Habrá un padre entre todos ustedes que dé a su hijo una serpiente cuando le pide pan?. Y si le pide un huevo, ¿le dará un escorpión?. Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre del Cielo dará espíritu santo a los que se lo pidan!»
Palabra del Señor.

El Señor nos enseña con su palabra y su ejemplo la necesidad de orar

El Evangelio de hoy nos da varias enseñanzas sobre la oración. La oración esa actividad tan esencial del ser humano, que podemos decir que el que no ora, tiene una carencia fundamental en su vida como ser humano. Y es que la fragilidad de nuestra vida, por el hecho de ser creaturas, sólo se consolida conectando nuestra debilidad con el ser Absoluto, con Dios. Además podríamos decir que sin comunicación con Dios seríamos como hijos huérfanos que no han conocido a su Padre. Un hombre que no ora es un huérfano perdido y sin hogar.

Y San Lucas empieza esta enseñanza de la oración poniéndonos delante a Jesús mismo orando. Esa es la principal enseñanza sobre la oración: Jesús orando es la lección que necesitamos. Su ejemplo es más eficaz que cualquier discurso que el evangelista San Lucas pudiera trasmitirnos. Jesús en comunicación con su Padre, esa es la mejor enseñanza de la oración. Y tanto es así, que el ver este ejemplo de Jesús orando, motiva a los apóstoles a pedirle que les enseñe a orar a ellos también.

Y Jesús enseña a sus discípulos a orar. Y les declara el Padre Nuestro. Y además les añade al final una enseñanza sobre la eficacia de la oración.

Decirle Padre a Dios, eso es orar. Establecer una comunicación de Padre a hijo y de hijo a Padre. La oración cristiana es eso. El decirle Padre a Dios de verdad, es manifestar amor. La oración sin amor no es oración. Incluso hay que decir que la oración en sí misma es un acto de amor, o no es nada. La oración con frecuencia ha sido vaciada de este su contenido esencial, que es el amor. Convertirla en peticiones, como se piden cosas en un expediente, eso no es orar de verdad. Si hay peticiones, deben surgir en un clima de afecto y de verdadero amor al Dios al que nos dirigimos; y por eso le llamamos Padre, porque lo sentimos y lo vivimos así. Orar es amar, antes que ninguna otra cosa.

Sentirse hijo y vivir como hijo, en relación con este Padre. Es no sólo una situación afectuosa, sino la toma de conciencia de nuestra necesidad de Padre. Uno mira a su interior, al estrato más profundo de su propio ser y descubre dos cosas: la propia fragilidad, el ser humano es un ser necesitado de apoyo en su misma esencia; y descubre además la procedencia de su propia naturaleza: yo, como ser, provengo de Dios. Es como descubrir el cordón umbilical de nuestra vida. Y sentimos que venimos de Dios, y que sin El no hay existencia. Dios nos ha engendrado como hijos, y eso lo tenemos marcado como huellas de nuestra personalidad. Orar es una necesidad que brota del sentimiento de nuestra pequeñez. Y por eso al orar decimos Padre. Y esta oración conecta nuestro ser más íntimo con el Padre. Y así seguimos recibiendo el alimento vital que necesita nuestro ser. La oración así se convierte también en el nexo que nos conecta con la fuente de la vida. Sin esa conexión nuestra vida va perdiendo energía, porque nuestro ser se alimenta del Padre que nos da la posibilidad de existir.

No simplemente llamamos a Dios Padre, y nos sentimos con El como hijos, sino que de verdad nos damos cuenta de que esa relación es necesaria, para nuestra vida misma. Y en ese nexo que se establece entre nosotros y Dios, por esa especie de enlace que se establece en la oración, le enviamos a El nuestra vida, nuestras aspiraciones, necesidades, nuestros ideales, nuestros actos de amor; y El a su vez nos sigue enviando su vida, su calor, su infinito amor, y sus mensajes. Es algo extraordinario pensar en la oración en esos términos: un canal de comunicación, y por ese canal va a Dios lo mejor de nosotros mismos, y viene a nosotros toda la riqueza de Dios. Eso es lo que Jesús nos enseña al enseñarnos que cuando oremos digamos Padre a Dios.

Y después, en este mismo párrafo San Lucas nos trasmite la enseñanzas de Jesús sobre la eficacia de la oración. Muchas veces se ha pensado en la eficacia de la oración, porque conseguimos las cosas que pedimos a Dios debidamente. Y es verdad, esto también se consigue muchas veces. Pero la eficacia de la oración está en lo último que dice este hermoso párrafo de San Lucas. Que Dios da el Espíritu Santo cuando se le pide algo. Y es que la oración, por sí misma es un enriquecimiento, se nos da como riqueza el Espíritu Santo, por el hecho mismo de orar. Aunque yo no pida nada, o aunque pida mucho; ya al orar estoy recibiendo el gran don de Dios que es el Espíritu Santo. Y lo recibo aunque mi oración sea un simple acto de presencia de Dios, un estar presente a El, sin decirle nada, sin abrir la boca. En cuanto me pongo en oración de verdad, el Espíritu Santo va llegando abundantemente a mi corazón. Esta es la principal eficacia de la oración. Así que esa frase del Evangelio: “pedid y se os dará” podríamos traducirla así: “orad y os llenareis del Espíritu Santo”. Es el mayor bien que Dios Padre puede darnos como hijos.


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Agradecemos al P. Adolfo Franco, S.J. por su colaboración.

Para otras reflexiones del P. Adolfo acceda AQUÍ.

Jesús, Marta y María



P. Adolfo Franco, SJ.

DOMINGO XVI
del Tiempo Ordinario

Lucas 10,  38-42

Siguiendo su camino, entraron en un pueblo, y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que se sentó a los pies del Señor y se quedó escuchando su palabra. Mientras tanto Marta estaba absorbida por los muchos quehaceres de la casa. En cierto momento Marta se acercó a Jesús y le dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para atender? Dile que me ayude.»
Pero el Señor le respondió: «Marta, Marta, tú andas preocupada y te pierdes en mil cosas: una sola es necesaria. María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada.»

Palabra del Señor.

Jesús, frente al activismo, nos enseña la necesidad de la contemplación.

En el largo viaje a Jerusalén, narrado por San Lucas, y que comenzó con la Transfiguración, Jesús se detiene  en un pueblo y recibe hospedaje en casa de dos hermanas, Marta y María, que sin duda son las dos hermanas de Lázaro, y que son identificadas así por el Evangelista San Juan, especialmente a propósito de la resurrección de Lázaro.

Cuando Jesús es hospedado, una hermana activa, Marta, se dedica a los quehaceres domésticos, seguramente para atender al huésped, mientras que la otra hermana, María, simplemente está absorta a los pies de Jesús, oyéndolo. Y Marta se queja de que su hermana se dedique a escuchar a Jesús, cuando hay tantas tareas domésticas que hacer. Jesús le responde y le da una enseñanza sobre cuáles son las tareas importantes de la vida: “María ha escogido la mejor parte”.

La tradición ha visto siempre en esta doble actitud, una contraposición entre dos formas de enfocar la vida, incluso de enfocar la vida cristiana: la acción y la contemplación, las tareas apostólicas y la vida de oración. Pero no se pueden exagerar los extremos, pues también a propósito de la parábola del Buen Samaritano, Jesús ha alabado al que actúa, frente al sacerdote y al levita que seguramente rezaban mucho, pero no hacían nada. Hay muchas contraposiciones parecidas: ya el problema de la salvación en la Reforma de Lutero se presentaba y así se planteó la contraposición de la fe y las obras. El propugnaba que la sola fe salva; la recta doctrina no acepta la contraposición y enseña la necesidad de la fe y de las obras.

De todas formas es cierto que a veces hay contraposiciones en la manera de valorar la vida y no sólo la vida espiritual. Hay quienes piensan que lo importante en la vida es lo pragmático, la producción, lo utilitario; y que todo lo demás la lírica, el arte, la cultura, los valores del espíritu, son evasiones que alienan al hombre. Hoy día, en nuestra cultura técnica, parece que la pregunta fundamental que se hace, incluso a veces se le hace a la fe y a la oración es, ¿para qué sirve? Y no es esta la pregunta correcta, porque la utilidad no es la medida del ser. Y justamente por tener esta medida es por lo que algunas sociedades son tan inhumanas. Una sociedad que valora al hombre por lo que produce, es poco amiga del hombre. Hacer frente al hombre esta pregunta ¿para qué sirve?, es materialismo cruel. De ahí han derivado aberraciones tan graves como la eliminación de los seres humanos que más eran una carga que un provecho.

Hoy día por eso tenemos el peligro de perder de vista los valores del espíritu, los religiosos (la fe), como también los valores del espíritu aunque no sean propiamente religiosos, la cultura. Frente a todo nos preguntamos con bastante insolencia ¿para qué sirve? ¿Y cómo funciona? La elevación que produce al espíritu una obra de arte, el crecimiento interior que da a nuestro espíritu el mundo de la cultura, el dedicarse un rato a admirar, simplemente admirar ¿no son actitudes que elevan al ser humano? ¿desterraremos todo esto, para implantar sólo un mundo utilitario? Entonces no haría falta fabricar robots, porque el hombre ya sería un robot, con entrañas llenas de engranajes y lubricante en lugar de sangre caliente. Este puede ser un problema de nuestra cultura tan preocupada por la producción, y tan despiadada con los seres humanos, que por razones de edad o de otras limitaciones, ya no son tan productivos.

Y más aún en el campo religioso y del misterio de Dios con nosotros, la pregunta por su utilidad es una pregunta profana y soberbia. ¿Para qué sirve la oración? ¿Para qué sirve el sacrificio? ¿Para qué sirve el sufrimiento? El Credo y el Evangelio ¿qué aportan a la humanidad? En los enfoques de la vida cristiana hoy día puede también entrar solapadamente este utilitarismo tan inhumano y tan poco cristiano. Queremos constatar con números, con estadísticas la “producción” apostólica. Y ya el buscar números y constatación de la eficacia apostólica, es no aceptar que la obra de Dios en el mundo es silenciosa y que no se deja medir con nuestras medidas humanas.

Por otra parte, hoy día parece que incluso en la vida religiosa hay poco espacio para la contemplación, porque hay mucho que hacer. Hay quien hace una pregunta hiriente y finalmente superficial ¿para qué sirven los conventos de clausura en los que los religiosos o religiosas se dedican principalmente a la oración? Hay que destacar el valor primordial que tiene la oración, y la oración contemplativa, incluso para la salvación del mundo, incluso como instrumento apostólico. Y lo que más necesita nuestro mundo utilitario son personas dedicadas a la contemplación, que lo rescaten del materialismo pragmático que vivimos y que está manifestándose como tan inhumano.

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Agradecemos al P. Adolfo Franco, S.J. por su colaboración.

Para otras reflexiones del P. Adolfo acceda AQUÍ.

Ofrecimiento Diario - Orando con el Papa Francisco en el mes de JULIO 2019





RED MUNDIAL DE ORACIÓN DEL PAPA - APOSTOLADO DE LA ORACIÓN

INTENCIONES PARA EL MES DE JULIO





OFRECIMIENTO DIARIO

Dios, Padre nuestro, yo te ofrezco toda mi jornada: 
mis oraciones, pensamientos, afectos y deseos, palabras, obras, alegrías y sufrimientos en unión con el Corazón de tu Hijo Jesucristo que sigue ofreciéndose a Ti en la Eucaristía para la salvación del mundo.
El Espíritu Santo, que condujo a Jesús, me guíe y sea mi fuerza en este día para que pueda ser testigo de tu amor.
Con María, la Madre del Señor y de la Iglesia, pido especialmente por la intención del Papa para este mes:


«Recemos para que todos aquellos que administran la justicia obren con integridad, y para que la injusticia que atraviesa el mundo no tenga la última palabra





VÍDEO DEL PAPA
INTENCIONES DEL MES




ORACIÓN

Padre de bondad, tu Hijo Jesús fue víctima de una tremenda injusticia,
en la muerte que sus adversarios le deseaban.
Hoy, tantos hermanos y hermanas nuestros
son víctimas de la injusticia, de falsos juicios.
Tantos buscan ser favorecidos por su poder e influencia.
Señor, convierte nuestro corazón a la verdad y a una vida íntegra,
a semejanza de Jesús.
Te pedimos que tu Espíritu Santo
sea el guía de todos los que administran la justicia,
para que ésta sea un reflejo de tu verdad en el mundo.
Padre Nuestro…




PROPUESTA PARA EL MES

  • Presta atención a las buenas prácticas de administración de justicia, ponderándolas y difundiéndolas a través de tus propios medios, como un modo de subrayar la importancia de realizar la justicia con integridad y verdad.
  • Examina tu conciencia sobre los modos de proceder que son un pacto con la injusticia, en nuestras relaciones personales, laborales, cumplimiento de la ley, etc.
  • Promueve en tu comunidad un tiempo de reflexión y oración por los que administran justicia y reflexionen sobre situaciones injustas que ocurran en sus ambientes y los modos de superarlas.


Fuente: ClickToPray





PARA REFLEXIONAR SOBRE LA INTENCIÓN DEL PAPA PARA EL MES DE JULIO

ADMINISTRAR JUSTICIA 



P. José Enrique Rodríguez S.J.

Acceda AQUÍ





RECURSOS EN LA RED

A. Cada Primer Viernes en Youtube, se pude buscar "El Video del Papa".

B. "Click To Pray" es una aplicación para teléfonos inteligentes (iOS y Android) en donde puedes unirte cada día a la red Mundial de Oración del Papa. Descarga ClickToPray[App Store] [Google Play]

C. Para comunicarnos:
apostolado.oración.peru@gmail.com



Descargue el Afiche Orando con el Papa Francisco en el mes de JULIO 2019

Si desea contribuir con la difusión de las Intenciones del Papa Francisco para los desafíos de la humanidad, puede descargar el afiche para el mes de JULIO (PDF A3):






Intención del Papa Francisco para el mes de Julio: Por la administración de la Justicia



ADMINISTRAR JUSTICIA

P. José Enrique Rodríguez, jesuita.
Párroco de San Pedro, Santuario Arquidiocesano del Sagrado Corazón de Jesús
Lima - Perú.

Universal: Integridad de la justicia:
“Recemos por los sacerdotes para que, con la sobriedad y la humildad de sus vidas, se comprometan en una solidaridad activa hacia los más pobres.”


Jesús dijo: «Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos» (Mt 5,10). Es difícil recordarlo cuando se multiplican los casos de jueces perseguidos por lo contrario, o sea por no practicar la justicia, por dejar de lado la misión dedicada al servicio del bien común, a que los derechos de las personas y especialmente de los más vulnerables sean respetados y garantizados, poniendo por delante intereses personales y de grupos económicos y políticos.

La administración de justicia es pilar del estado y la democracia. Si no se ejecuta oportunamente, si no se da igualdad de oportunidades tangibles y concretas, si se esconde entre cumplimientos procesales, se genera violencia, desánimo, ruptura del entramado social.

En medio de las dudas ciudadanas que pone en duda la probidad del sistema jurisdiccional, el Papa Francisco nos invita a orar en esperanza: «Felices los que tienen hambre y sed de justicia; felices los que trabajan por la paz» (Mt 5,6.9).




ANIVERSARIO

Hace 175 años el padre espiritual de la casa de formación jesuita de Vals, en Francia, para temperar el deseo de los estudiantes de ir a las misiones, les hizo ver que su misión consistía en estudiar; pero que ofreciendo su quehacer diario, por la oración podían unirse a la acción apostólica. Así nació el Apostolado de la Oración (AO). 40 años después, se había formado 35.000 centros del AO con más de 13 millones de participantes en casi todos los países del mundo. Ya el papa Pío IX (1792 – 1878) se interesó y bendijo esta espiritualidad. Hoy, igual que sus predecesores, el papa Francisco confía en el AO, cuyos participantes han crecido exponencialmente a través de las redes sociales, con el mismo fin inicial: orar y servir a los desafíos de la humanidad y de la misión de la Iglesia. El Video del Papa y la plataforma de oración Click To Pray son expresión del nuevo dinamismo de esta espiritualidad, a la que el Papa ha concedido el status de Obra Pontificia y es confiada a la Compañía de Jesús.

El viernes 28 de junio, Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, más de 6000 peregrinos de los 5 continentes se han reunido en Roma junto al Santo Padre. En Lima hemos celebrado la Eucaristía de Acción de Gracias en el Santuario Arquidiocesano del Corazón de Jesús, y el domingo 7 de julio se realizó la Procesión.


Datos históricos:


  • Los jesuitas expulsados en 1767, regresaron al Perú, a Huánuco en 1871. El P. Antonio Garcés instaló en esa ciudad el primer centro del Apostolado de la Oración, desde donde se extendió a Tarma, Jauja, Cerro de Pasco, Huancayo y Lima.
  • La Procesión de la imagen del Corazón de Jesús, en la solemne forma actual, sale del Santuario en Lima, desde 1949.
  • La Parroquia San Pedro cumple 100 años el 15 de agosto.
  • El templo de San Pedro cumple 35 años como Santuario Arquidiocesano del Corazón de Jesús. Oremos para que sea elevado a Santuario Nacional.



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Agradecemos al P. José Enrique Rodríguez por su colaboración.