P. Mark Link, jesuita.
Día dos
¿Puede una mujer olvidarse del niño que cría o dejar de querer al hijo de sus entrañas? Pues bien, aunque alguna lo olvidase, yo nunca me olvidaré de ti.
Isaías 49,15
A una mujer se le
cayó un jarrón color lila en el piso de su cocina y se rompió en pedazos. Los
barrió y tiró al tacho. Unas horas más tarde se percató de que su hija había
recuperado los pedazos y los había pegado en un cartón blanco. Luego, usando
crayola verde, había dibujado tallos y hojas desde cada pedazo, convirtiéndolos
en un bello ramo de flores lilas. La mujer se conmovió y lloró. Su hija había
visto algo en los pedazos que ella nunca había hecho. Donde la madre vio desechos,
la hija vio un tesoro. De lo considerado inservible, su hija había creado algo
hermoso.
Dios hace lo mismo
con las personas. Dios nos recupera de la basura de la infidelidad y el mal,
convirtiéndonos en algo bello.
¿Crees que Dios puede conseguir hacer de ti algo hermoso? Habla con Dios sobre el misterio del perdón.
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Referencia bibliográfica: Desafío. P. Mark Link, jesuita. Ejercicios Espirituales de San Ignacio
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