“Una angustia mortal me sobrecoge, me invaden el miedo y el terror” Salmo 55; 6
Mieczysław Grajewski nació en Varsovia
en 1922, cuando los nazis invadieron Polonia. Se creció detrás de la infame
pared del gueto que se construyó para aislar a los judíos de la capital polaca.
Luego, en el campo de concentración de Treblinka, trabajó en el entierro de los
muertos en las fosas comunes.
Conocido como Martín
Gray, describe todo ello en su libro “En nombre de todos los míos” Es una
historia conmovedora. En ella trata de convencerse a sí mismo de que las cosas realmente
no ocurrían. Los hombres no toman a los niños y los abandonan en la jungla; no
parten el vientre de las mujeres embarazadas; no ejecutan a otros miles de hombres
en cámaras de gases. Los hombres no hacen estas cosas. Pero “los hombres” también
pueden convertirse en bestias salvajes. Gray comenta que las únicas bestias no
eran los nazis, sino aquellos que miraban indiferentes la injusticia que ocurría
a su alrededor.
¿Podría esto pasar hoy día? ¿Podría pasarte a ti? Habla con Dios sobre cómo puedes asegurarte de que esto no esté sucediendo.
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Referencia bibliográfica: Desafío. P. Mark Link, jesuita. Ejercicios Espirituales de San Ignacio
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