P. Ignacio Garro, jesuita †
6. LA EMPRESA. CONFLUENCIA DE CAPITAL Y TRABAJO
(Continuación)
6.4.- RELACIONES ENTRE CAPITAL Y TRABAJO
En esta sección
vamos a exponer ampliamente la relación entre capital y trabajo a la luz de DSI
de la Iglesia, proyectada a la realidad humana, social y económica.
La DSI considera
como factores básicos para la producción de bienes materiales la relación entre
capital y el trabajo:
Estas dos palabras son usadas con variedad de acepciones. Y en relación a ella encontramos una rica terminología, de importante contenido significativo. Veamos:
A.- Capital: Ya hemos descrito anteriormente la variedad de acepciones y de
relaciones que tiene el término "capital". Precisemos algo este término
a la luz de la DSI:
La DSI designa el
capital con varios términos y expresiones, que señalamos en las siguientes
citas:
1.- RN, 14: "Ni el capital puede subsistir sin el trabajo, ni el trabajo sin el capital"
2.- LE, 12: Principio de la prioridad del "trabajo" sobre el "capital". Este principio se refiere directamente al proceso mismo de producción, respecto al cual el trabajo es siempre una causa eficiente primaria, mientras el capital, siendo el conjunto de los medios de producción, es solo un instrumento o la causa instrumental.
3.- Todos los medios de producción, desde los más primitivos hasta los ultramodernos, han sido elaborados gradualmente por el hombre: por la experiencia y la inteligencia de hombre. De este modo han surgido no sólo los instrumentos más sencillos... sino también los más modernos y complejos: la máquinas, las fábricas, los laboratorios y las computadoras. De todo esto, el hombre, el sólo es persona, lo demás, medios de producción. La persona está por encima de las máquinas y medios de producción.
4.- SRS, 15b: utiliza también la expresión "bienes y medios de producción".
En este recorrido
hemos podido fácilmente encontrar la variedad de expresiones con que los
documentos de la DSI aluden al "capital". Pero todos coinciden en asentar
que el capital es un factor de la producción con carácter
"instrumental", es decir, que será usado como instrumento por ese
otro gran factor de la producción y verdadero protagonista de la producción que es la persona humana.
B.- Trabajo: El término trabajo es usado constantemente con el uso normal de medio de
producción que realiza la persona humana directa o indirectamente.
6.5.- AMPLIACIÓN DE LOS CONCEPTOS "CAPITAL" Y "TRABAJO"
La DSI entiende también "capital" y
"trabajo" como los sujetos que aportan capital (propietarios) o
trabajo (trabajadores) a la empresa. Veamos:
a.- RN 1: "Es difícil realmente determinar los derechos y deberes dentro de los cuales hayan de mantenerse los ricos (capital) y los proletarios (trabajadores), es decir, los que aportan el capital y los que aportan el trabajo".
b.- LE 13 a: "De ningún modo se puede contraponer el trabajo al capital, ni menos aún, los hombres concretos que están detrás de estos conceptos..." y completa después en LE 14a: "Es evidente que cuando se habla de la antinomia entre trabajo y capital, no se trata sólo de conceptos abstractos o de "fuerzas anónimas" que actúan en la producción económica. Detrás de uno y otro concepto está los hombres: los hombres vivos y concretos..."
c.- CA 43 b: "La empresa es una sociedad de personas... los que aportan el capital... y los que colaboran con su trabajo".
Esto último, es
decir, la no oposición entre capital y trabajo, sino complementariedad del capital
y el trabajo , lo afirma ya RN 14:
"Como en el cuerpo se ensamblan entre sí miembros diversos, de donde surge
aquella proporcionada disposición que justamente podría llamarse armonía, así
ha dispuesto la naturaleza que, en la sociedad humana, dichas clases gemelas
concuerden armónicamente y se ajusten para lograr el equilibrio. Ambas se
necesitan en absoluto: ni el capital puede subsistir sin el trabajo, ni el
trabajo sin el capital".
LE 14c, lo presenta
como una constante de la DSI: "La
propiedad, según la enseñanza de la Iglesia, nunca se ha entendido de modo que pueda
constituir motivo de conflicto social con el trabajo". A la luz de lo
expuesto hasta aquí, tenemos que las principales categorías de "sujetos de
producción" son tres:
- Propietarios
- Trabajadores
- Propietarios - Trabajadores (o Trabajadores - Propietarios)
O bien representado más detalladamente:
Ejemplo de "propietario químicamente puro" puede ser la persona (ahorrador) que posee acciones de una empresa, sin aportarle a la empresa nada de trabajo, a veces sin prestarle atención sin saber absolutamente nada de ella. Hoy día hay millones de personas así (son todos los accionistas de las grandes empresas) y constituyen un factor de vital importancia en el problema social.
Ejemplo del
"trabajador químicamente puro", son los asalariados que aportan sólo
su trabajo, sin participación en la propiedad de la empresa.
6.6.- EL EMPRESARIO
El término deriva de
"empresa". El empresario es el responsable de la administración de la
empresa privada, ya sea por el hecho de ser propietario de ella, ya sea por
condición de ejecutivo especializado en la administración de la empresa. Del
empresario se exige capacidad profesional, es decir, administrativa y a la vez
un alto sentido social. En la empresa es donde se producen los bienes y
servicios que constituyen la riqueza de la nación y deben atenderse las necesidades
de la población. Es obvio, que en la complejidad económica y financiera del
mundo contemporáneo, la función del empresario es cada más difícil y exigente.
Esta dificultad, por otra parte, no puede llevar a esquivar su responsabilidad
social tanto con los colaboradores de su empresa, como en la comunidad social a
la cual destina su producción.[1]
La DSI, siguiendo el
modo común de hablar, ha englobado con cierta imprecisión a propietarios y
empresarios. Así por ejemplo:
a.- RN 1: "El cambio operado en las relaciones mutuas entre patronos y obreros, la acumulación de riquezas en manos de unos pocos y la pobreza de la inmensa mayoría... el tiempo fue insensiblemente entregando a los obreros, aislados e indefensos, a la inhumanidad de los empresarios".
En RN. 14, vemos de nuevo parecida terminología: "capital" (es decir, propietarios) frente a "trabajo" (es decir, trabajadores); ricos, patronos, frente a proletarios, y obreros repetidas veces.
b.- MM. 92, contrapone empresarios a trabajadores: "Las relaciones mutuas entre empresarios y dirigentes, por una parte, y los trabajadores por otra, lleven el sello del respeto mutuo, de la estima". Igualmente en el Nº 97: "Su finalidad (las de las asociaciones) no es ya la de movilizar al trabajador para la lucha de clases, sino la de estimular la colaboración, lo cual se verifica principalmente por medio de acuerdos establecidos entre las asociaciones de trabajadores y de empresarios".
La DSI detecta pronto que en el escenario de la economía hay un personaje (lo podríamos llamar actualmente gerente general o manager) que, sin ser propietario de la empresa, dispone del capital y en el manejo de la marcha de la empresa. Por definición, estrictamente en cuanto manager, no aporta capital. ¿Qué es lo que aporta?. Por su preparación profesional dirige, organiza, toma decisiones sobre el proceso productivo, contratos laborales, finanzas etc. Veamos:
c.- QA. 105: "En nuestros tiempos no sólo se acumulan riquezas, sino que también se acumula una descomunal y tiránica potencia económica en manos de unos pocos, que la mayor parte de las veces no son dueños, sino sólo los custodios y administradores de una riqueza en depósito, que ellos manejan a su libre voluntad y arbitrio".
d.- LE 14f: "Quedando sometidos (los medios de producción) a la administración y control directo de otro grupo de personas, es decir, de aquellas que, aunque no tengan su propiedad... disponen de ellos".
Ahora bien, la DSI
también distinguió dos clases de trabajo: el trabajo directivo y el trabajo ejecutor.
Veamos:
1.- QA 53: "Nadie puede ignorar que jamás pueblo alguno ha llegado desde la miseria y la indigencia a una mejor y más elevada fortuna si no es por el enorme trabajo acumulado por los ciudadanos - tanto los que dirigen, cuanto los que ejecutan"
2.- LE 14d: "El capital se crea incesantemente gracias al trabajo llevado a cabo con la ayuda de ese mismo conjunto de medios de producción, que aparecen como un gran lugar de trabajo, en el que día a día pone su empeño la presente generación de trabajadores. Se trata aquí obviamente de las distintas clases de trabajo; no sólo el llamado trabajo manual, sino también del múltiple trabajo intelectual, desde el de programación al de dirección".
Y subrayemos que el
trabajo directivo y creador es el más típicamente humano, del que son incapaces
las máquinas y los animales.
Así, pues, el cuadro
anteriormente presentado hay que completarlo de la siguiente manera:
En este esquema, el gerente, pues, aporta un trabajo, luego es un trabajador. En el dualismo capital - trabajo, que básicamente mantiene la doctrina de la DSI, el gerente cae forzosamente en la categoría de trabajador, claro, que un trabajador muy cualificado.
Pues bien, esa función
era la que desempeñaba el empresario tradicional. Luego él era un trabajador.
Puede ser, (y muchas veces lo era) también propietario, pero trabajador (jamás
un empresario puede ser concebido como un parásito o algo parecido). Sería como
un actor que representa a dos personajes: como "gerente - empresario"
aporta trabajo; como "propietario" aporta capital financiero. Y esto
por su propio concepto: un propietario que no trabaja, es
"propietario"; un empresario que no trabaja, no existe, no es empresario.
Con todo, en la
tradicional confrontación de clases, "capital" frente a
"trabajo", se usa la palabra "empresarios" contrapuesta a
"trabajadores".
Siguiendo el
pensamiento y los modos de expresión de la DSI, se nos abre un nuevo horizonte
al encontrarnos con que la encíclica LE, 14a, contrapone
"trabajadores" (en este caso se entiende trabajadores químicamente
puros) a "empresarios - propietarios o representantes de los propietarios
(gerentes - managers, etc.). Veamos el texto:
"Detrás de uno y otro concepto (capital y trabajo) están los hombres; los
hombres vivos, concretos; por una parte, aquellos que realizan el trabajo sin
ser propietarios de los medios de producción, y por otra parte, aquellos que
hacen de empresarios y son los propietarios de estos medios, o bien representan
a los propietarios".
Lo cual presupone la
diversificación frente a aquellos posibles empresarios que sean representantes
de los trabajadores. Es decir, (además de por todas las razones antes dichas) no
se debe contraponer "a priori" socialmente trabajadores a empresarios por esta otra
razón. Porque éstos pueden ser representantes del capital, ¡pero también pueden
ser representantes del trabajo!, como comprobaremos más adelante.
A los esquemas anteriores hay que añadir ahora esta nueva perspectiva:
Y observamos: esta precisión terminológica vale igualmente en el caso de que esos trabajadores y empresarios participen también en el capital o no, es decir, que sean también propietarios o que sean exclusivamente asalariados.
La encíclica LE Nº
16 y 17 describe algunas funciones y deberes del empresario, tanto empresario
directo (empresa normal privada) como empresario indirecto (empresas estatales
cuyo propietario directo y total es el Estado). Hoy después de la caída del
"telón de acero" en Alemania y en los países del Este de Europa se ha
evidenciado de manera patente y lacerante que los trabajadores dependientes del
Estado Socialista han sido más explotados y peor remunerados, en todos los
aspectos, que los trabajadores del bloque capitalista.
Esta situación, que
previó dolorosamente la RN Nº del 2 al 11, y la remarcó la QA 112, queda una
vez más al descubierto en la encíclica de J. Pablo II CA, 27 y 28, en las que
se muestran las injusticias a que han sido sometidos los pueblos del bloque
socialista, la inferioridad en que ahora se encuentran los trabajadores y
empresas del bloque socialista estatista de Europa del Este frente a la empresa
libre y competitiva de Occidente, y cómo hoy día los trabajadores y empresas
del Este necesitan de ingente ayuda. En la misma encíclica CA Nº 41a, :"Ahora bien, la experiencia histórica
de los países socialistas ha demostrado tristemente que el colectivismo no
acaba con la alienación (del trabajo), sino que más bien incrementa al añadirle
la penuria de las cosas necesarias y la ineficacia económica".
Ahora bien, en el
bloque socialista del Este los trabajadores eran explotados, pero ¿por quién? Ciertamente
no por propietarios capitalistas, que por definición no los había. Sino eran
explotados por los mismos trabajadores (en este caso por los trabajadores
directivos de dichas empresas que con sus decisiones y planificaciones no trataban
justamente al obrero).
Así, llegamos a esta
imprescindible conclusión: "para
entendernos en el diálogo y en la comunicación del tema social es urgente
depurar y precisar bien la terminología que se emplea para evitar lamentables
equívocos". (Lo que antiguamente se empleaba en las tesis del estudio
de la Filosofía: "Explicatio terminis").
[1] Cfr.-
"Pequeña Enciclopedia de la Doctrina Social de la
Iglesia". Fernando Bastos de Avila,
SJ. Edic. Paulinas. Bogotá, l994. Tema: Empresario. Pag. 252.
Damos gracias a Dios por la vida del P. Ignacio Garro, SJ † quien, como parte del blog, participó con mucho entusiasmo en este servicio pastoral, seguiremos publicando los materiales que nos compartió.
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