P. Mark Link, jesuita.
Día seis
“Él soportó el castigo que nos trae la paz y por sus llagas hemos sido sanados”.
Isaías 53; 5
Necesitamos admitir
dos cosas de nosotros mismos. La primera, que somos pecadores. La segunda, que
a pesar de eso, nuestro Padre que está en el cielo nos ama. Juliana de Norwich,
escritora mística inglesa, explica que los pecados cometidos pueden
transformarse en algo bueno, si los reconocemos como tales. Dice en un texto:
Si nunca caemos, no sabríamos qué tan débiles y
miserables podemos ser, ni podríamos apreciar el amor inmenso de nuestro
Creador. Siempre pecamos, pero por eso no dejamos de ser valiosos a los ojos de
Dios. Por el simple hecho de caer, adquirimos conocimiento de lo que significa
el amor de Dios.
Estas palabras son
una bella ilustración de lo que Pablo decía: “Dios dispone las cosas para bien
de los que ama” (Romanos 8; 28). La teóloga y escritora podría agregar al
escrito de Pablo: “incluso en el pecado”.
¿Te has preparado para admitir tus fallas? Habla con Dios sobre cómo puedes sacar algo bueno de tus errores.
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Referencia bibliográfica: Desafío. P. Mark Link, jesuita. Ejercicios Espirituales de San Ignacio
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