P. Mark Link, jesuita.
Día seis
“Felices ustedes los pobres porque tienen a Dios por rey” Lucas 6, 20
En una nota de la revista Newsweek sobre el pintor Marc Chagall, se decía
que cualquiera encontrará sus dones en catedrales, sinagogas y en teatros de
ópera desde Nueva York hasta París. Algunos críticos lo consideran el mejor
artista del siglo XX.
En su autobiografía titulada “Mi
vida”, Chagall cuenta cómo creció en Rusia, en medio de una familia judía
pobre. Su interés por el arte despertó el día que vio a un compañero de clase
dibujar la imagen de una revista. Más tarde en casa, cuando su mamá estaba haciendo
el pan, tocó su brazo lleno de harina y le dijo: mamá, quiero ser artista.
El sueño de Chagall finalmente se cumplió en París, donde alcanzó fama
mundial.
Chagall nunca olvidó la pobreza. En realidad, se regocijó en eso y sintió
que lo ayudó a convertirse en artista. Sobre eso escribió:
Lo peor que te puede pasar en
edad temprana es tener poco dinero, poca fama, y poca satisfacción. Pero las
pocas satisfacciones te pueden llevar a tener una gran dedicación por lo que
haces.
¿Crees que Dios puede transformar algunas cosas como la pobreza y la
enfermedad en algo bueno para uno? Habla con Dios sobre estas cosas.
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Referencia bibliográfica: Desafío. P. Mark Link, jesuita. Ejercicios Espirituales de San Ignacio
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