P. Mark Link, jesuita.
Día cinco
“Cada vez que lo hicieron con un hermano mío de esos más humildes, conmigo lo hicieron” Mateo 25,45
El japonés Toyohiko Kagawa se apuntó a un curso de Biblia para aprender
inglés. Fue ocasión de encontrar a Cristo. Dejó su acogedor hogar y se fue a
vivir en los suburbios de Tokio con los pobres y necesitados. Kagawa regaló
toda su ropa, quedándose sólo con un andrajoso kimono. En una ocasión, a pesar
de que estaba enfermo, continuó predicando en plena lluvia, repitiendo una y
otra vez: ¡Dios es amor, Dios es amor, donde hay amor, ahí está Dios!
El teólogo W. Barclay nos da una idea del gran corazón y mente de Kagawa,
cuando escribe:
A Dios le importan mucho los más
necesitados, él está allí con los mendigos, entre los enfermos y también con
los desempleados. Antes de que vayas a misa, ve a visitar los hospitales. Antes
de que leas la Biblia, ayuda a los mendigos porque así cumplirás su voluntad y
darás amor a quienes lo necesitan y Dios es amor.
Si tienes dificultad en encontrar a Dios, ¿no será, acaso, que lo estás
buscando en los lugares equivocados? Habla con Dios acerca de su presencia en
este mundo.
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Referencia bibliográfica: Desafío. P. Mark Link, jesuita. Ejercicios Espirituales de San Ignacio
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