P. Mark Link, jesuita.
Día uno
“Consulté al Señor y me respondió”
Salmo 34,5
Podríamos comparar el ejercicio de meditación con un estudio de televisión.
La experiencia de cientos de espectáculos ha logrado que se cree un clima vivo.
Colores encendidos, música variada, sonidos, luces resplandecientes. Los
televidentes se conectan con ese estudio a través del cable o la antena y lo ve
vive en su casa, en su propio televisor.
Así como existe ese espacio vivo, con un mundo increíble de imágenes y
reflejos, también hay un mundo de fe y la única manera de conectarte con él es
a través del cable o la antena de la oración. Tenemos unas posibilidades propias
para conectarnos con el mundo invisible de la fe. En otras palabras, rezar
implica entrar en contacto con lo más esencial de todas las realidades, la
realidad de Dios y el mundo de la fe.
¿Qué es lo que consideras más fácil al rezar? ¿Qué es lo más difícil? Pide
a Dios que te ayude a encontrar o mejorar la manera de rezar adecuada a tu
persona.
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Referencia bibliográfica: Desafío. P. Mark Link, jesuita. Ejercicios Espirituales de San Ignacio
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