97. Meditaciones: Vida, Muerte y Resurrección de Jesucristo - Curaciones en Genesaret


 

P. Fernando Basabe Manso de Zúñiga, jesuita

Introducción

Breves indicaciones para hacer con fruto las meditaciones

Acto de fe, esperanza y amor a Jesucristo


II MINISTERIO DE JESÚS EN GALILEA

(Mayo 28 - Mayo 29)


E. ULTERIOR MINISTERIO EN GALILEA: HASTA LA FIESTA DE PENTECOSTES

(Hasta fines de mayo del Año 29)


97.- CURACIONES EN GENESARET

TEXTOS

Mateo 14, 34-36

Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret. Y los hombres de aquel lugar, apenas le reconocieron, pregonaron la noticia por toda aquella comarca y trajeron donde él a todos los enfermos. Le pedían tocar siquiera la orla de su manto; y cuantos la tocaron, quedaron curados.

Marcos 6,53-56

Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret y atracaron. Apenas desembarcaron, le reconocieron en seguida, recorrieron toda aquella región y comenzaron a traer a los enfermos en camillas adonde oían que él estaba. Y donde quiera que entraba, en pueblos, ciudades o aldeas, colocaban a los en­fermos en las plazas y le pedían poder tocar siquiera la orla de su manto; y cuantos le tocaban, quedaban curados.

INTRODUCCIÓN

Genesaret es la célebre llanura en la ribera occidental del Lago, entre Cafarnaúm y Tiberiades. Su extensión es de unos seis kilómetros de longitud por tres de anchura. Ahí florecían toda clase de árboles: nogales, palmeras, olivos, higueras, viñedos; el suelo era muy fértil.

El Señor con los apóstoles desembarcaron en la región de Genesaret. Corre la noticia de la llegada del Señor por toda la comarca, y la gente acude co­rriendo para encontrarse con El, llevando los enfermos en camillas.

Mateo y Marcos nos cuentan lo que pasó en ese día. Una vez más el Señor atiende a la gente y realiza multitud de curaciones. Y Marcos aprovecha esta ocasión para decirnos que esta actitud de benevolencia del Señor con la gente pobre, humilde, enferma, se repetía en cualquier ciudad o aldea donde entrase el Señor para anunciar el Reino de Dios. (Cfr. Mt 4,23-25; Mc 3, 10­12; Lc 6, 17-19)

Nos ofrecen además el detalle de que los enfermos pedían a Jesús que les permitiese tocar el manto, la orla de su vestido. El simbolismo de tocar a Cristo nos quiere revelar que todo el poder divino radicaba en su misma per­sona. El, en persona, es quien tenía pleno dominio sobre toda enfermedad.

MEDITACIÓN

Por ser escenas que se repiten tantas veces, los puntos esenciales de la me­ditación son los mismos. La inmensa compasión del Señor por lo más pobres y los enfermos; y la importancia que él daba al cuerpo humano, a las necesi­dades materiales, como parte fundamental en el cumplimiento de su misión mesiánica.

Queremos indicar aquí, de manera especial, que en esas multitudes prevale­ce una fe que busca el provecho material; de eso se quejará Cristo en segui­da. Pero, de todas maneras, Cristo condesciende con la fe imperfecta de aquella gente. Su compasión y misericordia transciende nuestra debilidad en la fe. (Cfr. medit. 62)



Examen de la oración


Referencia: Meditaciones Vida, Muerte y Resurrección de Jesucristo - P. Fernando Basabe Manso de Zúñiga, SJ.


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