91. Meditaciones: Vida, Muerte y Resurrección de Jesucristo - Discurso Apostólico del Señor, Conclusión: "Quien a vosotros recibe a mi me recibe"


P. Fernando Basabe Manso de Zúñiga, jesuita

Introducción

Breves indicaciones para hacer con fruto las meditaciones

Acto de fe, esperanza y amor a Jesucristo


II MINISTERIO DE JESÚS EN GALILEA

(Mayo 28 - Mayo 29)


E. ULTERIOR MINISTERIO EN GALILEA: HASTA LA FIESTA DE PENTECOSTES

(Hasta fines de mayo del Año 29)

DISCURSO APOSTOLICO DEL SEÑOR
CONCLUSION:

91.- "QUIEN A VOSOTROS RECIBE A MI ME RECIBE"

TEXTOS

Mateo 10, 40-11,1

"Quien a vosotros recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado. Quien reciba a un profeta por ser profeta, recom­pensa de profeta recibirá, y quien reciba a un justo por ser justo, recompensa de justo recibirá. Y todo aquel que dé de beber tan solo un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que no perderá su recompensa."

Cuando Jesús acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en sus ciudades.

Lucas 10, 16

"El que os escucha a vosotros, a mí me escucha; y el que os rechaza, a mí me rechaza; y el que me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado."

Marcos 9, 41

"Todo aquel que os de dé beber un vaso de agua por el hecho de que sois de Cristo, yo os aseguro que no perderá su recompensa."

INTRODUCCIÓN

La mayoría de autores interpretan estos textos referidos exclusivamente a los apóstoles y a los discípulos que el Señor había enviado a predicar. "Pro­feta" y "justo" habría que entenderlos como nombres que califican la digni­dad de los apóstoles y de los discípulos enviados por el Señor. Los judíos sabían que tenían que honrar a Dios en la persona de los profetas y de los hombres justos. De la misma manera tenían que honrar a los apóstoles y dis­cípulos que habían sido enviados a predicar en nombre del Señor: en ellos honraban al mismo Señor. La palabra "pequeños", en este contexto, se apli­ca también a los mismos apóstoles y discípulos, que a los ojos del mundo son personas insignificantes y débiles. En otros contextos la palabra "pequeños" tiene otro sentido diferente, como cuando Cristo dice en la parábola del Jui­cio Final que "lo que hiciereis a uno de estos hermanos míos más pequeños conmigo lo hacéis." Aquí se refiere a los pobres, enfermos, desvalidos. (Mt 25,40)

MEDITACIÓN

Varias enseñanzas muy fundamentales para el cristiano encierran estos tex­tos. En primer lugar, se nos dice que es Cristo mismo el que está presente en sus apóstoles que envía a predicar, y que les acompaña en su misión. De aquí se sigue que rechazar a los apóstoles es rechazar al mismo Cristo, y por tanto, al mismo Dios Padre que envió a su Hijo. Por el contrario, recibirlos, acogerlos con todo respeto y sumisión, es acoger al mismo Cristo, acoger al mismo Dios. Lucas enfatiza, de manera muy especial, que esta acogida debe entenderse sobre todo, de aceptar las enseñanzas que ellos predican en nom­bre del Señor.


Examen de la oración


Referencia: Meditaciones Vida, Muerte y Resurrección de Jesucristo - P. Fernando Basabe Manso de Zúñiga, SJ.


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