P. Fernando Basabe Manso de Zúñiga, jesuita
Breves indicaciones para hacer con fruto las meditaciones
Acto de fe, esperanza y amor a Jesucristo
II MINISTERIO DE JESÚS EN GALILEA
(Mayo 28 - Mayo 29)
E. ULTERIOR MINISTERIO EN GALILEA: HASTA LA FIESTA DE PENTECOSTES
(Hasta fines de mayo del Año 29)
DISCURSO APOSTÓLICO
DEL SEÑOR
87.- SOBRE LAS
PERSECUCIONES
TEXTOS
Mateo 10,16-25
"Mirad que yo
os envío como ovejas en medio de lobos. Sed, pues prudentes como las
serpientes, y sencillos como las palomas. Guardaos de los hombres, porque os
entregarán a los tribunales y os azotarán en las sinagogas; y por mí os
llevarán ante gobernadores y reyes, para que deis testimonio ante ellos qué
vais a hablar. Lo que tengáis que hablar se os comunicará en aquel momento.
Porque no seréis vosotros los que hablaréis, sino el Espíritu de vuestro Padre
es el que hablará por vosotros. Entregará a la muerte hermano a hermano, padre
a hijo; se levantarán hijos contra padre y los matarán. Y seréis odiados de
todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se
salvará. Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra, y si también en ésta os
persiguen, marchaos a otra. Yo os aseguro: no acabaréis de recorrer las
ciudades de Israel antes que venga el Hijo del hombre. No está el discípulo por
encima de su maestro, ni el siervo por encima de su amo. Ya le basta al
discípulo ser como su maestro, y al siervo como su amo. Si al dueño de la casa
le han llamado Belcebú, ¡cuánto más a sus domésticos!".
Marcos 13, 9-13
"Pero
vosotros mirad por vosotros mismos; os entregarán a los tribunales, seréis
azotados en las sinagogas y compareceréis ante gobernadores y reyes por mí,
para que deis testimonio ante ellos. Y es preciso que antes sea proclamada la
Buena Nueva a todas las naciones. Y cuando os lleven a entregaros, no os
preocupéis de qué vais a hablar; sino hablad lo que se os comunique en aquel
momento. Porque no seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu Santo. Y
entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos
contra padres y los matarán. Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre;
pero el que persevere hasta el final, ése se salvará".
Lucas 12,11-12; 21,12-19
"Cuando os
lleven a las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no os
preocupéis de cómo os defenderéis, o qué diréis. Porque el Espíritu Santo os
enseñará en aquel mismo momento lo que conviene decir".
"Pero, antes
de todo esto, os echarán mano y os perseguirán, entregándoos á las sinagogas y
cárceles y llevandoos ante reyes y gobernadores por mi nombre; esto os sucederá
para que deis testimonio. Proponed, pues, en vuestro corazón no preparar la
defensa, porque yo os daré una elocuencia y una Sabiduría a la que no podrán
resistir ni contradecir todos vuestros adversarios. Seréis entregados por
padres, hermanos, parientes y amigos, y matarán a algunos de vosotros, y seréis
odiados de todos por causa de mi nombre. Pero no perecerá ni un cabello de
vuestra cabeza. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas".
INTRODUCCIÓN
En la meditación
anterior vimos el comienzo del discurso del Señor dirigido a instruir a los
apóstoles y discípulos sobre la misión a la que les enviaba. Ahora
consideramos, tal como lo trae San Mateo, la continuación de ese discurso
dirigido a los apóstoles de todos los tiempos. En esta meditación tenemos en
cuenta la primera parte que trata sobre la predicción de las persecuciones que
sufrirán todos los que proclamen la Buena Nueva, los que prediquen a Cristo y
su mensaje. Y estas persecuciones se darán desde Pentecostés hasta el fin del
mundo.
San Marcos y Lucas
nos traen las mismas enseñanzas del Señor, pero ellos las colocan en el sermón
escatológico que pronunció el Señor, en vísperas inmediatas a su Pasión.
Cuando Lucas dice: "Pero antes de todo esto", se está refiriendo al
pasaje anterior donde el Señor describe las señales precursoras del fin del
mundo. Y San Marcos nos dirá que "antes debe ser proclamada la Buena
Nueva a todas las naciones", es decir "antes" de que se cumplan
las profecías del Señor sobre el fin del mundo.
San Mateo, que
prescinde del contexto del sermón escatológico, tiene una frase que conviene
aclarar: "No acabaréis de recorrer las ciudades de Israel antes que venga
el Hijo del hombre". La Biblia de Jerusalén pone esta nota: "La
venida aquí anunciada no concierne al mundo en general, sino a Israel en
particular: tuvo lugar cuando Dios vino a "visitar" a su pueblo
infiel y puso fin al régimen de la Antigua Alianza con la ruina de Jerusalén y
de su Templo el año 71d.C".
MEDITACIÓN
1) "Mirad que yo os envío como ovejas entre
lobos. Sed, pues, prudentes como las serpientes, y sencillos como las palomas."
El Señor comienza
su discurso en que anuncia las persecuciones con esta sentencia de profundo
sentido apostólico. La primera parte de la sentencia la trae también San Lucas
en las instrucciones anteriores que dio a los apóstoles y discípulos, cuando
les envió a predicar: "Mirad que yo os envío como corderos en medio de
lobos" (Lc 10,3). Pero tiene una aplicación más real para la misión que
habían de desempeñar los apóstoles después de Pentecostés.
La primera
consideración debe centrarse en el hecho de que es Jesús mismo el que envía a
sus apóstoles "como ovejas en medio de lobos", Significando por esta
frase las persecuciones que han de padecer. Debe ser de gran consuelo para
todos los apóstoles el ser plenamente conscientes de que son "enviados del
Señor". Sabe que marcha a su misión en nombre de Cristo, y que Cristo le
acompaña. Esto debe dar gran fortaleza a cualquier apóstol, en medio de las
persecuciones tendrá que padecer.
Pero el Señor
añade: "Sean prudentes como las serpientes y sencillos como las palomas".
El Señor fue el
verdadero Cordero Pascual que fue inmolado en la cruz; y realmente los que
condenaron y crucificaron a Cristo pueden muy bien compararse con los
"lobos" feroces que destruyen a su víctima. Lo que el Señor dice es
que habrá cierta similitud con lo que sucederá a sus apóstoles comparados con
las ovejas, y el mundo hostil a Cristo comparado con los lobos.
Pero el señor
añade que, en esta situación en que han de encontrarse, han de proceder con
gran "prudencia" y, al estilo oriental expresa esta idea con la
comparación de la serpiente, animal que simbolizaba la astucia. Jesucristo, por
supuesto, no se refiere a una astucia mundana y que se base en medios
inmorales, para conseguir sus fines terrenos. Aquí se trata de una prudencia
santa, de manera que puedan juntar a la fortaleza en proclamar el Reino de
Dios, un discernimiento para esforzarse si siempre en buscar los medios más
aptos para extender ese Reino de Dios.
Se trata de una
prudencia divina; no de una prudencia meramente humana basada en los criterios
del mundo.
Más fácil de
entender es la comparación con las palomas. La sencillez de que habla Cristo,
es la sencillez propia del Evangelio; no se trata, en absoluto, de ser ingenuo
ni de ser superficial. Se trata de la virtud de la humildad sincera, de la
verdad en nuestra vida sin hipocresías y sin maneras fingidas de proceder;
éstas son cualidades muy importantes para los que en nombre de Cristo van por
el mundo predicando su Evangelio.
2) Anuncio de las persecuciones
De una manera general,
en la sentencia del Señor "Os envío como ovejas entre lobos" ya se
predecían las persecuciones. Pero en los versículos posteriores el Señor
explica más estas persecuciones. El Señor se refiere claramente a las
persecuciones que han de sufrir de parte de las autoridades judías, cuando
dice: "os entregarán a los tribunales y os azotarán en las sinagogas; y se
refiere a las persecuciones en países paganos, cuando dice: "os llevarán
ante gobernadores y reyes". Y, finalmente, habla también de persecuciones
por parte de miembros de la misma familia. Sobre este tema insistiremos más adelante.
La predicción de
las persecuciones es clarísima, y podría sorprendemos que el Señor les hablase
a sus apóstoles con tanta crudeza y realismo; podría ser causa de su desaliento.
Pero, al mismo tiempo, para ellos y los apóstoles de todos los tiempos, les da
motivo de gran alegría y de gran aliento en esas persecuciones. Se trata, en
primer lugar, de persecuciones sufridas por el Señor, por el nombre del Señor y
para dar testimonio de él; y esas persecuciones llevan la garantía de la
salvación eterna. Y además en esas persecuciones imitan al Señor, al que ellos
llaman "Maestro".
El camino que ha
seguido el "Maestro" no puede ser distinto del camino que sigan sus
discípulos. Para ellos será una gloria parecerse a su Maestro en todas las
cosas y seguir sus mismos pasos de persecución y sufrimiento.
El señor les
promete también una fortaleza y ayuda muy especial. Será en el Sermón de la
Ultima Cena cuando en repetidas ocasiones el Señor prometerá a sus apóstoles
el envío del Espíritu Santo que permanecerá con ellos y les guiará a toda
sabiduría y verdad. En el discurso apostólico que estamos meditando, el Señor
les promete que el Espíritu Santo estará con ellos cuando sean llevados a los
tribunales; a la presencia de cualquier autoridad que quiera condenarlos; no
deben temer nada, pues "El Espíritu Santo os enseñará en aquel mismo momento
lo que conviene decir".
Quedaría por
aclarar una frase del Señor: "Cuando os persigan en una ciudad, huid a
otra".
Es un consejo
práctico que da el Señor a todos los apóstoles.
Se trata de no
exponer temerariamente la vida. Huir de la persecución, cuando se puede hacer
sin escándalo y sin perjuicio espiritual de los fieles, es cosa aconsejable por
el Señor. Esos apóstoles podrán fructificar en otras partes.
Referencia: Meditaciones Vida, Muerte y Resurrección de Jesucristo - P. Fernando Basabe Manso de Zúñiga, SJ.
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Siéntete en libertad de compartir en los comentarios el fruto o la gracia que el Señor te ha regalado en esta meditación.
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