Intención del Papa Francisco para el mes de Septiembre: Un estilo de vida ecosostenible


 

«Recemos para que todos tomemos decisiones valientes a favor de un estilo de vida sobrio y ecosostenible, alegrándonos por los jóvenes que están comprometidos con él.»


Comentario del Papa Francisco a la intención del mes

Este es el tiempo para reflexionar sobre nuestro estilo de vida y sobre cómo nuestra elección diaria en términos de alimentos, consumo, desplazamientos, uso del agua, de la energía y de tantos bienes materiales a menudo son imprudentes y perjudiciales. Nos estamos apoderando demasiado de la creación. ¡Elijamos cambiar, adoptar estilos de vida más sencillos y respetuosos! Es hora de abandonar la dependencia de los combustibles fósiles y emprender, de manera rápida y decisiva, transiciones hacia formas de energía limpia y economía sostenible y circular. Y no olvidemos escuchar a los pueblos indígenas, cuya sabiduría ancestral puede enseñarnos a vivir mejor la relación con el medio ambiente.

Este es el tiempo para emprender acciones proféticas. Muchos jóvenes están alzando la voz en todo el mundo, pidiendo decisiones valientes. Están decepcionados por tantas promesas incumplidas, por compromisos asumidos y descuidados por intereses y conveniencias partidistas. Los jóvenes nos recuerdan que la Tierra no es un bien para estropear, sino un legado que transmitir; esperar el mañana no es un hermoso sentimiento, sino una tarea que requiere acciones concretas hoy. A ellos debemos responder con la verdad, no con palabras vacías; hechos, no ilusiones.

MENSAJE PARA LA JORNADA MUNDIAL DE ORACIÓN POR EL CUIDADO DE LA CREACIÓN

FRANCISCO

1 DE SEPTIEMBRE DE 2019


Actitudes del mes para encarnar en nuestra vida

Las intenciones de oración del Papa nacen de la compasión por el mundo y, por lo tanto, expresan desafíos para la humanidad y para la misión de la Iglesia. Cuando Francisco nos confía sus intenciones de oración, nos ayuda a acercarnos al corazón de Cristo, a contemplar el mundo con sus propios ojos: «El corazón de Cristo es tan grande que desea acogernos a todos en la revolución de la ternura. La cercanía al Corazón del Señor insta a nuestro corazón a acercarse a nuestro hermano con amor, y nos ayuda a entrar en esta compasión por el mundo» Francisco.

Cada intención puede ser desplegada en actitudes concretas que ayudan a encarnarla en la propia vida. Estas actitudes constituyen “una bajada” a la vida concreta y por tanto orientan el diseño de contenidos en los diversos proyectos de la RMOP, las instancias de formación, oración y actividades apostólicas en las comunidades cuyo tema sea la intención de oración mensual. Las actitudes orientan el modo de concretar en la propia vida, la intención de oración. La actitud que aparece en el centro es la actitud global mensual, la cual es desplegada en actitudes concretas a trabajar durante el mes.




P A R A  M E D I T A R

Humildad

El tiempo de la Creación

El Tiempo de la Creación, desde el 1 de septiembre hasta la fiesta de San Francisco de Asís el 4 de octubre, es un tiempo anual de reflexión, oración y acción renovada para combatir la degradación del medio ambiente y fomentar formas de vida sostenibles. El tema de este año se hace eco de las enseñanzas del Papa Francisco en Laudato Si, según las cuales la tierra es nuestra casa común ('oikos'), por lo que cada persona comparte la responsabilidad de ser agente de una ecología integral que proteja el mundo natural, permitiendo que sus recursos se utilicen equitativamente para el bien de todos, al tiempo que se preservan para las generaciones futuras. Esto permitiría a cada persona disfrutar de "la vida en plenitud" (Jn 10:10), tal y como Dios lo ha previsto para la creación.

Esto está en armonía con la intención de oración de septiembre, que nos insta a colaborar intergeneracionalmente, aprovechando la energía y el entusiasmo de los jóvenes con la sabiduría de los que tienen más experiencia de vida, para crear una nueva relación entre las personas y el planeta que ya no sea explotadora y derrochadora, sino que "pueda integrar y promover a todos sus habitantes, permitiéndoles disfrutar del "buen vivir"". (Querida Amazonia 8)

Podemos contribuir a la salvaguarda y transformación del mundo si empezamos por nosotros mismos:

  • ¿He aprovechado todas las oportunidades para informarme de los daños causados al medio ambiente por la codicia y la explotación humanas?
  • ¿Recuerdo en mis oraciones a todos los que en el mundo sufren a causa del cambio climático o de los daños medioambientales?
  • ¿Qué puedo cambiar en mi vida para vivir con más sencillez y responder realmente al "clamor de la tierra y al clamor de los pobres"?
  • ¿Estoy dispuesto a hablar y hacer campaña por la justicia climática?
  • ¿Cómo puedo participar en los esfuerzos para presionar a los líderes gubernamentales en la próxima reunión de la COP26 para que se comprometan a realizar esfuerzos reales y duraderos para hacer frente al cambio climático?
  • ¿Qué puedo hacer en mi casa, mi parroquia, mi escuela o lugar de trabajo y mi comunidad local para promover el bienestar y el florecimiento de todos los seres vivos?

Ningún esfuerzo es demasiado pequeño: "Hay una nobleza en el deber de cuidar la creación a través de pequeñas acciones cotidianas... formas de actuar que afectan directa y significativamente al mundo que nos rodea, como evitar el uso de plástico y papel, reducir el consumo de agua, separar la basura, cocinar sólo lo que se puede consumir razonablemente, mostrar cuidado por otros seres vivos, utilizar el transporte público o compartir el coche, plantar árboles, apagar las luces innecesarias, o cualquier otra práctica. Todas ellas reflejan una creatividad generosa y digna que saca lo mejor del ser humano". (LS 211)

Que este mes sea una nueva temporada de descubrimiento ecológico para todos nosotros: en la apreciación de las maravillas de la creación, y en el compromiso de protegerlas ahora y para el futuro.

DR MARIE COOKE - LAUDATO SI' MOVEMENT


P A R A  M E D I T A R

Humanos

Desear y elegir un estilo de vida ecosostenible

La experiencia profunda de reconocer que somos creados para amar y servir al Señor en lo cotidiano de nuestras vidas, moviliza toda nuestra persona hacia la búsqueda de un estilo de vida coherente que custodie la creación. Somos llamados por el Señor a situarnos desde nuestro justo lugar de criaturas, viviendo una relación armoniosa con todo lo creado, reconociendo en el otro, en los otros al Otro Siempre Mayor, quien orienta nuestra entrega desde la disponibilidad y compasión con el mundo.

Para hacer frente a conductas que, desde términos utilitaristas, se tornan autorreferenciales y potencian el individualismo desmedido, el consumo masivo y la explotación indiscriminada de los recursos naturales, la acumulación de bienes, muchos de ellos con alto impacto medioambiental, es fundamental recuperar el sentido profundo de nuestra existencia como don para los demás, viviendo al estilo de Jesús fomentando una actitud evangélica ante la sociedad del descarte.

De este modo, “desear y elegir lo que más nos conduce al fin para el que somos criados” [EE 23], moviliza toda nuestra vida desde el discernimiento cotidiano para corresponder con generosidad al Señor, asumiendo el compromiso de ser custodios de la creación desde un estilo de vida sobrio y ecosostenible. Esta experiencia confronta nuestros hábitos cotidianos de consumo, de adquisición de los bienes y utilización de los recursos naturales al reconocerlos como dones que el Señor nos confía.

Es el amor de Dios presente en todas las criaturas que unifica nuestra mirada desde una actitud de respeto, armonía y sintonía con todo lo creado, conduciéndonos a una dimensión contemplativa que moviliza nuestra vida a la gratitud y al servicio.

En este contexto, muchos grupos de jóvenes de nuestras parroquias, de la Red de Oración del Papa, con su rama juvenil MEJ, y de otros movimientos o grupos universitarios, van gestando acciones que evidencian esta búsqueda de un estilo de vida sobrio y ecosostenible. En ellos se percibe una sensibilidad mayor en su relación con todo lo creado.

La conciencia de construir una sociedad humanamente sostenible, que erradique la pobreza, que vulnerabiliza la vida tantas personas en el mundo, es para los jóvenes un desafío latente que asumen como el “ahora de Dios” para la humanidad. En este hoy de la historia donde la pandemia nos ha situado, los jóvenes nos revelan el compromiso concreto de recuperar los espacios de contacto con la realidad, abriendo nuestra mirada a lo diferente, acompañando el sufrimiento de los otros, especialmente los pobres, para que puedan acceder a los servicios básicos y de este modo tener una mejor calidad de vida.

También en el marco del cuidado de la creación, es necesario promover el comercio justo, hábitos de reciclaje y el compromiso social expreso en nuestras acciones/elecciones cotidianas, ante los productos que consumimos o producimos, buscando que los mismos generen bajo impacto en el medioambiente y sean renovables.

Que la experiencia del amor de Dios que se nos entrega sin medida en toda su Creación, nos conduzca a “desear y elegir” un estilo de vida ecosostenible para corresponder con generosidad, amando y sirviendo en lo cotidiano.

HNA. LIDIA CARLOTA CARBAJAL DÍAZ ODN - DIRECTORA NACIONAL MEJ PARAGUAY


P A R A  M E D I T A R

Vínculos

Ordenar el propio corazón

Todo lo creado tiene un valor único por su sola existencia. Cada criatura refleja a su manera un rayo de la sabiduría y de la bondad infinitas de Dios; todas ellas por su simple existencia le dan gloria y lo alaban. Existir es para las criaturas una manera de alabar al creador. Por eso las personas hemos de cuidar el modo en que usamos de las cosas, pues los vegetales, cosas y animales, aunque prestan una utilidad al ser humano, no sólo son valiosos por esto; son valiosas por su “ser” más que por su “ser útiles”. Y más aún, y con mayor cuidado, hemos de cuidar ser arrastrados por la tendencia utilitarista con nuestros hermanos y hermanas.

Es necesario dar el justo lugar a las cosas y personas en nuestra vida, ordenar el modo en que nos vinculamos con las criaturas, ordenando el propio corazón. Es del interior del corazón de donde surge la voracidad que no sólo induce al uso y consumo desmedido de cosas, sino de relaciones. Debemos gestar relaciones “ecosostenibles” en las que nos cuidemos mutuamente, un estilo de vida sobrio que nos abra a los hermanos y hermanas, respetando su libertad, sus decisiones, su particular ser. El estilo de vida sobrio supone usar equilibradamente de las cosas y también relacionarnos equilibradamente con los demás evitando invadir, pero cuidando de no caer en la indiferencia. Cuidar la casa común también significa cuidar las relaciones entre los seres humanos, pues la ecología integral supone el cuidado de las personas y la relación con ellas.

Una ecología que ponga en el centro a la persona comenzando en lo sencillo de la vida cotidiana y en las relaciones habituales, pide ordenar el propio corazón poniéndolo en relación con su Creador y Señor, modelándolo en la oración, en el silencio y en el servicio humilde. Pidamos la gracia de sembrar y alimentar relaciones ecosostenibles en las que cada ser humano pueda desplegarse plenamente.

BETTINA RAED - COORDINADORA INTERNACIONAL - CLICK TO PRAY


P A R A  M E D I T A R

Oración

El buen samaritano del siglo XXI

Me parece adecuado en estos tiempos reflexionar sobre el uso de las redes sociales. Y se me ocurre relacionar esto con la propuesta que el Papa Francisco ofrece en su encíclica “Fratelli Tutti” . Creo que el mundo cada vez se torna más virtual e inmediato gracias a las diversas plataformas que hoy en día están al alcance de muchos. Esto ha otorgado grandes avances, como la velocidad de la comunicación, y también conflictos sociales más visibles, ya que todos tenemos la posibilidad de opinar y escribir sobre el tema de turno. En estos conflictos se provocan enfrentamientos virtuales que son muy alejados de la realidad, no hay pudor ni respeto y constantemente emerge la ebullición de formas insólitas de agresividad, de insultos… (44).

Frente a esta realidad de permanentes conflictos y discusiones aparece una nueva problemática llamada “Mecanismo de selección” que consiste en el hábito de separar inmediatamente lo que me gusta de lo que no me gusta, lo atractivo de lo feo. Perdiéndose la sana comunicación humana y creando un nuevo estilo de vida donde uno construye lo que quiere tener delante, excluyendo todo aquello que no se pueda controlar o conocer superficial e instantáneamente (49).

Francisco nos invita a romper con estas barreras de desigualdad, a buscar juntos la verdad en el diálogo, en la conversación reposada o en la discusión apasionada. Es un camino perseverante, hecho también de silencios y de sufrimientos (50). Y recuerda lo valioso de sentarse a escuchar a otro, característico de un encuentro humano, es un paradigma de actitud receptiva, de quien supera el narcisismo y recibe al otro, le presta atención, lo acoge en el propio círculo (48). Pero, ¿Por qué es tan difícil adoptar estas actitudes en las redes sociales? Creo que es porque se pierde la realidad y el encuentro con el otro, que es un “poco conocido” la mayoría de las veces, es un choque de opiniones distintas ante un gran público de personas. Hay que concientizar el gran daño que produce encerrarse en uno mismo, el “tipeo” desenfrenado conducido por emociones temporales que normalmente son comentarios que están distorsionados por el impulso del momento, etc., todo eso, en fin, conduce a destruir la imagen de ese “otro”. Hoy suena a locura, pero por momentos es maravilloso pensar como el justo y sano uso de estos medios de comunicación nos orientaría hacia una sabiduría común capaz de construir muchísimo.

Hay que intentar, y es un lindo desafío, ser “buen samaritano del siglo XXI”, adaptarse a los tiempos en constante cambio, utilizando la creatividad y originalidad, actuando con los ojos del corazón, con amor y caridad al prójimo, atravesando todas las barreras culturales e históricas (81). De esto se trata el mensaje de Jesús, volvernos cercanos a cualquiera… sintiéndome llamado a volverme yo un prójimo de los otros (81) porque es el «amor que rompe las cadenas que nos aíslan y separan, tendiendo puentes; amor que nos permite construir una gran familia donde todos podamos sentirnos en casa. […] Amor que sabe de compasión y de dignidad» (62). Ánimo.

LOS PARÉNTESIS CON NUMERO HACEN REFERENCIA AL NÚMERO EN LA ENCÍCLICA FRATELLI TUTTI

FEDERICO MOYAN SJ - NOVICIO JESUITA DE LA PROVINCIA ARU



FUENTE:

REVISTA DIGITAL - RED MUNDIAL DE ORACIÓN DEL PAPA - SEPTIEMBRE 2021 - N°59


No hay comentarios: