A. LAS INDULGENCIAS EN GENERAL
1. ¿Dónde situamos las indulgencias? Las indulgencias están relacionadas con la confesión los pecados, la redención y la comunión de los santos.
2. ¿En qué estado queda un hombre al pecar? Una persona que comete un pecado adquiere obviamente la condición de pecador, se aleja del Señor y queda más inclinado al mal. Además, la justicia reclama una reparación, llamada también pena, expiación o penitencia.
3. ¿Cómo cambia la situación al confesarse? La confesión borra la culpa del pecado, -la condición actual de pecador-, y también perdona parte de la penitencia que debía realizarse, aunque queda en el alma una señal o cualidad de que ha sido pecador y debe repararlo. Esto que falta por expiar se purifica mediante los sufrimientos y buenas obras de esta vida, con las penas del purgatorio, y mediante las indulgencias.
4. ¿Qué son las indulgencias? Digamos dos definiciones:
- Brevemente: indulgencia es la supresión de la pena debida por los pecados que la Iglesia otorga a quien realice determinadas acciones.
- La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos. (cfr. Mt 16, 19).
6. Tipos de indulgencias.- Las indulgencias se agrupan en dos clases:
- Indulgencias plenarias: borran todo resto de pecado dejando el alma dispuesta para entrar inmediatamente en el cielo.
- Indulgencias parciales: borran parte de la pena que los pecados cometidos reclaman.
B. INDULGENCIAS PLENARIAS
1. Condiciones para conseguir una indulgencia plenaria.- Esta indulgencia tiene un valor muy grande y requiere varias condiciones:
- Los mismos requisitos que en las indulgencias parciales:
. realizar la acción que la Iglesia premia con esta indulgencia.
. estar en gracia de Dios antes de acabar la obra premiada.
. tener intención al menos general de ganar la indulgencia. - Sólo se puede ganar una indulgencia plenaria cada día.
- Tener la disposición interior de un desapego total del pecado, incluso venial.
- Confesarse, al menos veinte días antes o después de realizar la acción premiada (sin olvidar que hay que estar en gracia de Dios antes de acabar la acción). Una misma confesión puede servir para ganar varias indulgencias plenarias.
- Comulgar, en ese mismo periodo de tiempo. Se necesita una comunión para cada indulgencia plenaria.
- Rezar por las intenciones del Papa un Padrenuestro y un Avemaría, u otras oraciones. Debe hacerse también en esos días. Se necesita una oración para cada indulgencia plenaria.
Se puede acceder a una indulgencia a través de los siguientes casos:
- El rezo comunitario del Rosario.
- El rezo del Rosario ante el Santísimo Sacramento, expuesto públicamente o reservado en el Sagrario.
- El Vía Crucis, delante de estaciones legítimamente erigidas.
- La visita al Santísimo durante media hora.
- La lectura de la Sagrada Escritura durante media hora.
- Los Ejercicios Espirituales, al menos de tres días.
- Recibir con devoción la bendición del Papa para todo el orbe, aunque sólo sea por radio.
- Visitar el cementerio orando por los difuntos, del 1 al 8 de noviembre (esta indulgencia sólo es aplicable a los difuntos)
- Asistir a la adoración de la Cruz el Viernes Santo.
- La oración a Jesús crucificado (Mírame...", ante la imagen de Cristo en cruz, después de la comunión, los viernes de cuaresma.
- El acto de reparación, rezado públicamente en la fiesta del Sagrado Corazón.
- La consagración del género humano a Cristo Rey rezada públicamente en su fiesta.
- Asistir a una primera misa o comunión, o a una misa jubilar (25, 50 ó 60 años)
- El "Te Deum", rezado solemnemente el último día del año.
- El "Veni Creator", rezado solemnemente el primero de enero y el día de Pentecostés.
- La renovación de las promesas del bautismo en la vigilia pascual y el día aniversario del bautismo.
C. INDULGENCIAS PARCIALES
1. Condiciones para conseguir una indulgencia parcial.- Cada día pueden ganarse muchas indulgencias parciales, con cumplir sólo tres condiciones: estar en gracia de Dios, realizar las obras que la Iglesia premia con esa indulgencia, y tener intención al menos general de ganar la indulgencia.
2. ¿Qué premios aportan las indulgencias parciales? Las indulgencias parciales proporcionan una remisión de la pena del mismo valor que el otorgado por esa misma acción. Dicho de otro modo: en las indulgencias parciales, la Iglesia duplica el mérito de esas acciones.
3. Oraciones premiadas con indulgencia parcial.- Digamos unas cuantas (todas ellas deben rezarse piadosamente, como es lógico):
- El Angelus, el Magnificat, la Salve, el Acordaos, las Letanías u otras oraciones marianas aprobadas. Lo mismo a san José o al propio ángel custodio. También con el Credo.
- Rezar con devoción filial por el Papa una oración aprobada.
- Rezar agradecido la oración por los benefactores.
- Rezar antes y después de comer una oración aprobada de súplica y de acción de gracias. Lo mismo al empezar y acabar el día o el trabajo.
- Visitar al Santísimo adorándolo; rezar una comunión espiritual; recitar una de las oraciones aprobadas de acción de gracias tras la Comunión (ej.: Alma de Cristo; Miradme o mi amado y buen Jesús).
- Hacer examen de conciencia con propósito de enmendarse; rezar el Yo Confieso u otro acto de contrición aprobado.
- Hacer la señal de la cruz diciendo En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
3. Otros ejemplos de indulgencias parciales.- Si falta algún requisito a una indulgencia plenaria, suele alcanzarse una indulgencia parcial. Además de esto, hay muchas acciones premiadas por la iglesia con indulgencia parcial. Digamos unas cuantas:
- Decir mentalmente una oración breve al trabajar o al soportar los sufrimientos de la vida.
- Dedicarse uno mismo o gastar bienes en servicio a los demás, por amor a Dios.
- Privarse libremente de algo grato y correcto, con espíritu de penitencia.
- Dar testimonio de la propia fe; trabajar en la enseñanza o trasmisión de la doctrina cristiana.
- Usar piadosamente un objeto de piedad bendecido (crucifijo, rosario, escapulario o medalla).
- Dedicar un tiempo a la oración.
- Asistir devotamente a cualquier predicación de la palabra de Dios.
- Asistir piadosamente a una novena pública (ej.: Inmaculada).
...
No hay comentarios:
Publicar un comentario