P. Ignacio Garro, jesuita †
5. EL CREDO
Continuación
5.11. EL MISTERIO DE LA ENCARNACION: FIGURAS Y PROFECIAS DEL REDENTOR
Cristo es el verdadero Mesías, o enviado de Dios, porque en él se realizaron las figuras y profecías que anunciaban al Mesías prometido.
Entre las figuras y las profecías hay esta diferencia: que la figura anuncia por medio de hechos o personas y la profecía por medios de palabras.
5.11.1 Figuras del Mesías
Las principales figuras del Mesías son:
a) de su pasión y muerte, Abel, Isaac, la serpiente de bronce y el cordero pascual;
b) de su resurrección, Jonas;
c) de su sacerdocio, Melquisedec, y
d) de su Iglesia, el Arca de Noé.
- Abel: su sacrificio fue agradable a Dios; murió inocente, y su sangre clamó hasta el Señor. La sangre de Cristo clama también, no venganza sino perdón "La aspersión de la sangre de Jesús habla mejor de la de Abel" (San Pablo, Heb. 12, 24).
- Isaac: también inocente, es condenado a morir, y subió a una montaña cargado con la leña que serviría para su sacrificio.
- La serpiente de bronce: Levantada sobre una cruz, curaba de la mordedura de las serpientes a quienes la miraban; imagen de Cristo crucificado, que sana las heridas de nuestra alma.
- El cordero pascual: se ofrecía en expiación de los pecados, y su sangre preservó a los israelitas del ángel exterminador.
- Jonás, de quien dijo Cristo: "Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre de la ballena: así el Hijo del hombre estará tres días y tres noches en el seno de la tierra".
- Melquisedec, sacerdote del Altísimo, ofreció en sacrificio pan y vino; Jesucristo "constituido pontífice según el orden de Melquisedec" (San Pablo, Hebr. 5, 10) se ofrece diariamente en sacrificio bajo las especies de pan y vino.
- El Arca de Noé: único refugio de salvación cuando el diluvio, como hoy Cristo y su Iglesia.
5.11.2 Profecías sobre el Mesías
Los profetas anunciaron el tiempo en que aparecería, las principales circunstancias de su nacimiento, vida, pasión y muerte, su resurrección y ascensión y la fundación de su Iglesia.
lo. Acerca del tiempo en que aparecería:
a) Daniel anunció que desde el edicto para reedificar a Jerusalén hasta la muerte del Mesías no alcanzarían a transcurrir setenta semanas de años (cfr. Dan. 9, 24). Efectivamente a mediados de la última de las setenta semanas murió el Salvador.
b) Jacob, profetizó que el cetro real no sería quitado a la familia de Judá hasta la venida del Mesías (cfr. Gen. 49, 10).
Cuando los judíos le pedían a Pilato la condenación de Cristo y le decían: "no tenemos otro rey sino al César", atestiguaban sin advertirlo el cumplimiento de esta profecía (Jn. 19, 15).
2o. Sobre su nacimiento:
Miqueas profetizó que nacería en Belén; e Isaías que nacería de madre Virgen, saldría de la tribu de Judá y vendrían a adorarlo reyes de oriente.
"He aquí que concebirá una virgen y dará a luz un hijo y será llamado Emmanuel, esto es, Dios con nosotros" (Is. 7, 14).
"Y tú oh Belén eres pequeña respecto a las principales de Judá; pero de ti saldrá el que ha de dominar a Israel, el cual fue engendrado desde el principio, desde los días de la eternidad" (Miq. 5, 2).
3o. Sobre su vida:
Predijeron entre otras cosas que enseñaría públicamente teniendo por auditorio a los pobres (1);sería taumaturgo, legislador y sacerdote eterno (2) ; se mostraría indulgente.
No quebrará la caña cascada, ni apagará la mecha que aún humea"(3). "El mismo Dios vendrá y os salvará. Entonces serán abiertos los ojos de los ciegos y las orejas de los sordos, Entonces el cojo saldrá como el ciervo y se soltará la lengua de los mudos"(4).
4o. Acerca de su pasión y muerte:
Predijeron numerosas circunstancias, por ejemplo, que sería vendido en treinta ciclos de plata (5), abofeteado y escupido (6), azotado y despojado de sus vestiduras (7), que echarían suertes sobre éstas (8) y le taladrarían las manos y los pies (9), y le darían a beber hiel y vinagre (10)(11) (12).
5o. Sobre su Iglesia:
Anunciaron que el Mesías establecería un nuevo y purísimo sacrificio (13) y un nuevo sacerdocio; que fundarla un reino espiritual, el cual habría de extenderse hasta los confines del mundo, y nunca sería destruido (14).
1) Is. 61, 1 y 28, 19.
2) Deut. 18, 18; Ps. 109, 4.
3) Is. 43, 3.
4) Is. 35, 4.
5) Zac. 11, 12.
6) Is. 50, 6.
7) Is. 53, 4.
8) Ps. 21, 29.
9) Ps. 21, 28.
10) Ps. 48, 12.
11) Ps. 15, 10,
12) Ps. 23, 7.
13) Mal. 1, 11
14) Is. 9, 7.
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