Intención del Papa Francisco para el mes de Enero: La Fraternidad Humana


 

Comentario del Papa Francisco a la intención del mes

La fe lleva al creyente a ver en el otro a un hermano que debe sostener y amar. Por la fe en Dios, que ha creado el universo, las criaturas y todos los seres humanos —iguales por su misericordia—, el creyente está llamado a expresar esta fraternidad humana, protegiendo la creación y todo el universo y ayudando a todas las personas, especialmente las más necesitadas y pobres.

Desde este valor trascendente, en distintos encuentros presididos por una atmósfera de fraternidad y amistad, hemos compartido las alegrías, las tristezas y los problemas del mundo contemporáneo, en el campo del progreso científico y técnico, de las conquistas terapéuticas, de la era digital, de los medios de comunicación de masas, de las comunicaciones; en el ámbito de la pobreza, de las guerras y de los padecimientos de muchos hermanos y hermanas de distintas partes del mundo, a causa de la carrera de armamento, de las injusticias sociales, de la corrupción, de las desigualdades, del degrado moral, del terrorismo, de la discriminación, del extremismo y de otros muchos motivos.

De estos diálogos fraternos y sinceros que hemos tenido, y del encuentro lleno de esperanza en un futuro luminoso para todos los seres humanos, ha nacido la idea de este «Documento sobre la Fraternidad Humana». Un documento pensado con sinceridad y seriedad para que sea una declaración común de una voluntad buena y leal, de modo que invite a todas las personas que llevan en el corazón la fe en Dios y la fe en la fraternidad humana a unirse y a trabajar juntas, para que sea una guía para las nuevas generaciones hacia una cultura de respeto recíproco, en la comprensión dela inmensa gracia divina que hace hermanos a todos los seres humanos. […]


Actitudes del mes para encarnar en nuestra vida

Las intenciones de oración del Papa nacen de la compasión por el mundo y, por lo tanto, expresan desafíos para la humanidad y para la misión de la Iglesia. Cuando Francisco nos confía sus intenciones de oración, nos ayuda a acercarnos al corazón de Cristo, a contemplar el mundo con sus propios ojos: «El corazón de Cristo es tan grande que desea acogernos a todos en la revolución de la ternura.

La cercanía al Corazón del Señor insta a nuestro corazón a acercarse a nuestro hermano con amor, y nos ayuda a entrar en esta compasión por el mundo» Francisco.

Cada intención puede ser desplegada en actitudes concretas que ayudan a encarnarla en la propia vida. Estas actitudes constituyen “una bajada” a la vida concreta y por tanto orientan el diseño de contenidos en los diversos proyectos de la RMOP, las instancias de formación, oración y actividades apostólicas en las comunidades cuyo tema sea la intención de oración mensual. Las actitudes orientan el modo de concretar en la propia vida, la intención de oración.

La actitud que aparece en el centro es la actitud global mensual, la cual es desplegada en actitudes concretas a trabajar durante el mes.


Hacernos hermanos... una misión de compasión

El buen samaritano reflejó que la existencia de cada uno de nosotros está ligada a la de los demás: la vida no es tiempo que pasa, sino tiempo de encuentros. Fratelli Tutti

Uno solo es nuestro Padre, Aquél a quien Jesús llamó “Papá”, y el Evangelio nos lo dice en repetidas ocasiones. El deseo de Dios sobre nosotros es que seamos sus hijos.

Luego, entre nosotros somos hermanos y lo somos por iniciativa del mismo Padre, y hermanos en Jesús su Hijo. Sin embargo, el deseo de Dios no quiebra nuestra libertad, y para que pueda encarnarse y concretarse en nosotros ha querido necesitar nuestro “sí”. Es que el ser hijos y hermanos a la vez que don es también tarea. cada uno puede acoger en todo o en parte y hasta rechazar este deseo de Dios. A nosotros nos cabe la tarea de "ir haciéndonos cada vez más hijos del Padre y más hermanos entre nosotros”. Un camino de compasión que lleva tiempo hacerlo realidad entre nosotros y vivirlo en lo concreto de este mundo, pues pide el compromiso de nuestra libertad y acción.

Por eso es que hacernos hermanos es un “ir haciéndonos”, en tiempo y proceso con disponibilidad a la acción de Dios y en las pequeñas decisiones cotidianas. La fraternidad es horizonte, es criterio de discernimiento, es orientación general de nuestras actitudes. No es una realidad acabada que se nos da, sino que es un don que recibimos y que debemos desplegar, una historia que tejemos en el camino que lleva el sello de Dios y también nuestro propio perfume. La fraternidad se concreta en las decisiones de cada día, en la sencillez de la vida cotidiana, allí donde estamos a ser hijos y hermanos.

Este mes en el que el Papa nos invita a rezar por la fraternidad humana, para que el Señor nos dé la gracia de vivir en plena fraternidad con hermanos y hermanas de otras religiones, rezando unos por otros, abriéndonos a todos, El buen samaritano (Lc 10, 25-37) nos puede ayudar con algunas pistas de cómo actuar con los hermanos:

1. El samaritano ve, se da cuenta que alguien sufre.

2. Se detiene, y pierde el tiempo con el que está tirado.

3. Se desvía de lo propio y deja lo de él, el camino que había planeado.

4. Da lo que el otro necesita, invierte tiempo, dinero y creatividad para aliviar al otro.

Que el Señor no dé la gracia de hacernos cada vez más hijos del Padre y hermanos entre nosotros.


BETTINA RAED

COORDINADORA INTERNACIONAL CLICKTOPRAY


FUENTE: REVISTA DIGITAL, RED MUNDIAL DE ORACIÓN DEL PAPA, ENERO 2021 - Nº51


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