Teología fundamental. 20. El Credo. Fin natural y fin sobrenatural



P. Ignacio Garro, jesuita
SEMINARIO ARQUIDIOCESANO DE AREQUIPA

5. EL CREDO
Continuación


5.5.3 FIN NATURAL Y FIN SOBRENATURAL 

5.5.3.1 Fin natural del hombre 

1°. Dios tuvo que señalar un fin al hombre, ya que es propio del ser inteligente proponerse un fin en lo que hace. 

2°. El fin del hombre debe estar de acuerdo con su naturaleza; y satisfacer las facultades de su cuerpo y de su espíritu. El fin natural del hombre consistiría en que su cuerpo poseyera los suficientes bienes corporales, su entendimiento conociera las suficientes verdades, y su voluntad amara y poseyera los suficientes bienes para ser feliz.

3°. El último fin del hombre hubiera sido el dar gloria a Dios mediante el conocimiento imperfecto que tiene de El a través de las criaturas, y el haberlo amado de acuerdo a ese limitado conocimiento. 
La felicidad del hombre estaría limitada por su misma capacidad conocer y amar. Para hacerlo capaz de una felicidad mucho mayor, Dios quiso señalarle un fin sobrenatural. 


5.5.3.2 Fin sobrenatural del hombre 

El hombre con su sola fuerza no conoce a Dios sino de un modo imperfecto; no es capaz de verlo en su misma Esencia, pues ésta es del todo trascendente a un ser creado. 

Pero Dios quiso procurar al hombre un conocimiento mucho más perfecto de Sí: quiso que lo contempláramos cara a cara en el cielo, tal cual es, de modo inmediato, intuitivo y facial, a lo cual se sigue inefable interminable gozo. Y en esto consiste precisamente el fin sobrenatural, en la llamada visión beatífica (Dz. 530, 570, 693, 1647, 1928, etc.). 
Este fin sobrenatural, gratuito por parte de Dios, es obligatorio por parte del hombre. No puede renunciar a él, para contentarse con un fin meramente natural, porque la elevación al orden sobrenatural es universal y absoluta. 

De modo que a todo hombre se le presenta este dilema o ser inmensa y eternamente feliz, gozando de la visión de Dios en la gloria, o verse para siempre privado de Dios y castigado a eterna desdicha: tertium non datur. 

Esta simple consideración nos prueba con cuánto esmero debemos tender a la consecución de nuestro último fin. 


5.5.3.3 El orden sobrenatural 

El orden sobrenatural consiste propiamente en dos cosas: 

1°. En el fin sobrenatural a que Dios destinó al hombre. 

2°. En los medios sobrenaturales que Dios le dio para conseguir este fin, de los cuales el más importante es la gracia santificante que se infunde en los sacramentos. 


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Agradecemos al P. Ignacio Garro, S.J. por su colaboración.
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