Teología fundamental. 14. El Credo. Relato bíblico de la creación



P. Ignacio Garro, jesuita
SEMINARIO ARQUIDIOCESANO DE AREQUIPA

5. EL CREDO
Continuación

5.4.1.2. RELATO BÍBLICO DE LA CREACIÓN 

5.4.1.2.1 Modo de la creación 

La Escritura dice que Dios hizo el mundo en seis días. 
  • El día 1°.- creó la luz, y la separó de las tinieblas; 
  • El 2°. creó el firmamento separando las aguas superiores (nubes) de las inferiores (mares); 
  • El 3°. separó la tierra del mar, y la hizo producir plantas; 
  • El 4°. hizo el sol, la luna y las estrellas; 
  • El 5°. hizo los peces y las aves; 
  • El 6°. formó los animales terrestes, y al fin de éste, creó al hombre. 
Sobre la descripción que hace Moisés de la creación, la Iglesia enseña que es un relato histórico; pero que Moisés no se propone al hacerlo, un fin científico, sino un fin religioso. 

1°. Es un relato histórico. Es decir, no es un canto lírico o un invento de la imaginación; sino una narración en estilo sencillo y popular de la obra de la creación. 

2°. Moisés no se propuso un fin científico, sino un fin religioso: que los hombres reconocieran a Dios como Creador de cuanto existe. 

Hay que tener en cuenta que la Sagrada Escritura habla de sucesos verdaderamente históricos que no deben entenderse corno si fueran meros mitos, leyendas o modos de decir dependientes de una cultura. Dios no nos puede engañar haciéndonos creer mitos y leyendas. Las grandes verdades de nuestra fe cristiana están enraizadas en la historia de los hombres (así, por ejemplo, que el hombre fue creado directamente por Dios, Jesucristo nació de la Virgen María por obra del Espíritu Santo, la Iglesia la fundó Jesucristo, etc.).

El Magisterio de la Iglesia enseña que el sentido literal de la creación se encuadra en el género histórico. Cfr. Pío XII, Enc. Humani Generis, 12-VIII-1950, Dz. 2315-2318; Re.

5.4.1.2.2 El relato de la creación y la ciencia 

Siendo así que Moisés no se propuso un fin científico, no hay para qué exigir un acuerdo rígido entre la ciencia y la descripción mosaica. Basta que no haya contradicción entre ellas. 

De hecho, la ciencia y el relato bíblico están de acuerdo en los puntos fundamentales, en especial en estos tres: 

a) El mundo no es eterno. 
b) El mundo fue formado sucesivamente. 
c) Aparecieron primero los seres inferiores y después los superiores; primero la materia, luego las plantas, los animales y por fin el hombre. 

A la objeción: ¿Cómo pudo Dios crearla luz el primer día cuando el sol no apareció sino hasta el cuarto?, se puede contestar: antes de la luz del sol existió la luz producida por la matetia confusa del mundo en ignición. Los diversos astros no vinieron a formarse sino mucho más tarde.

5.4.1.2.3 Los seis días de la creación 

Para explicar los seis días, en griego, "yom", de la creación, se han presentado tres hipótesis: 

  • 1°. La primera, llamada literal, enseña que Dios creó al mundo en 6 días de 24 horas. Hoy nadie la sigue, pues las ciencias modernas han demostrado que el mundo exigió muchos siglos para su formación. 
  • 2°. La segunda, llamada concordista, (porque intenta un acuerdo entre las ciencias modernas y la Biblia), enseña que la palabra "yom" no designa días de 24 horas, sino largos períodos. En efecto, dicha palabra tiene en el hebreo, que es una lengua muy pobre en vocablos, el significado de día solar y el de época o período.
  • 3°. La tercera, llamada simbólica, enseña que Moisés empleó la palabra "yom" para designar días de 24 horas, no porque creyera que Dios creó al mundo en 6 días de 24 horas , sino con un fin simbólico. A saber, quiso referir toda la obra de la creación a 6 días de trabajo y 1 de descanso para autorizar con el ejemplo del mismo Dios la santificación y descanso del séptimo día. 

5.4.1.3. EL FIN DE LA CREACIÓN 
5.4.1.3.1. Fin primario: La gloria de Dios 

El fin primario y principal de la creación es la gloria y alabanza de Dios: "Todas las cosas las creó Dios para su gloria" Is. 43,7.

La gloria de Dios se divide en interna y externa: 

1°. La gloria interna consiste en el conocimiento que tiene de sus, infinitas perfecciones, y en la alabanza que a Sí mismo se tributa. 
Esta gloria interna no puede ser aumentada, porque Dios no tiene, ni puede tener de Sí mayor conocimiento y estimación 

2°. La gloria externa consiste en el conocimiento que de El tienen las criaturas y en la alabanza que le den. Esta sí puede ser aumentada. 
  • a) Las criaturas racionales la procuran de una manera directa y consciente, mediante el conocimiento y servicio del Creador. 
  • b) Las irracionales, de una manera indirecta, en cuanto nos dan a conocerlas divinas perfecciones, en especial su Omnipotencia que sacó los seres de la nada; su Sabiduría, que los dispuso con tanto orden y belleza; y su Bondad, pues al crearlos no se propuso su provecho, sino nuestro bien. 

5.4.1.3.2. Fin secundario: La felicidad de las criaturas 

El fin secundario de la creación es la felicidad de las criaturas. Dios, en efecto, no creó los seres para aumentar su felicidad propia, sino para procurar la de las criaturas. 

Por otra parte, Dios ha dispuesto las cosas con tal sabiduría, que los mismos medios con que procuramos su gloria, aseguran también nuestra felicidad. 




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Agradecemos al P. Ignacio Garro, S.J. por su colaboración.
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