Los Pentecostales - 3º Parte: Su dogma, vida religiosa y expansión





Las Sectas en


Latinoamérica


19º Parte


P. Ignacio Garro, S.J.
Profesor del Seminario Arquidiocesano de Arequipa, ex profesor del Seminario de Trujillo.


Continuación



6.- PRINCIPIOS DOGMÁTICOS DE LOS PENTECOSTALES


En lo que podríamos llamar "dogmática" del pentecostalismo podríamos distinguir dos partes:

1.- Doctrina común con el protestantismo.
2.- Características propias de la secta.

Se puede observar que para la inmensa mayoría de los pentecostalistas los grandes dogmas del cristianismo no tienen mayor importancia. El valor de la reflexión teológica, teniendo en cuenta la Tradición apostólica y sus escritos, son cosas de poco valor. Igualmente ocurre con el estudio serio de la Sagrada Escritura, se limitan a citar la Biblia en la medida que les conviene a sus planteamientos, lo hacen de manera ocasional, con citas desligadas de su contexto con el fin de corroborar sus planteamientos. De ahí que puedan prescindir de aquellos pasajes de la Biblia que contradicen su doctrina general. Se toman esta libertad por creer que están dirigidos directamente por el Espíritu Santo.


El máximo organismo de los pentecostales: el "Consejo General de las Asambleas de Dios" recoge en los siguientes puntos los principales aspectos de su teología:

1.- Creencia en la Biblia como en fuente única y suficiente de la revelación.
2.- Profesión de fe en el misterio de la Santísima Trinidad.
3.- Énfasis en los puntos de Cristología: nacimiento virginal, divinidad de Cristo, muerte redentora, resurrección y ascensión corporal a los cielos, etc. Todo esto puesto en duda por los teólogos liberales.
4.- Esperanza del pronto retorno de Cristo Juez para juzgar a los buenos y a los malos.
5.- Convencimiento de que la regeneración por el Espíritu Santo es absolutamente esencial para la salvación de los pecadores.
6.- Seguridad de que el mensaje cristiano completo incluye la santidad de todo nuestro ser, las curaciones físicas y el bautismo del Espíritu Santo junto con el don, al menos inicial, de lenguas comunicado por el mismo Espíritu Santo.

Los pentecostales hacen hincapié en varios aspectos teológicos que son propios de ellos: el perfeccionismo, el segundo bautismo unido a los dones carismáticos. El don de lenguas, el don de interpretarlas. Las sanaciones o curaciones milagrosas. Revelaciones. Don de Profecía, etc.
Esta doctrina aparentemente es correcta pero el problema es de la interpretación y aplicación práctica. Como ellos no tienen una Jerarquía que les guíe y les lleve por el camino correcto cada uno interpreta lo que el Espíritu Santo dice que le revela, con lo cual aparece el subjetivismo protestante, la libre interpretación y el desvío doctrinal.



7.- SU VIDA RELIGIOSA


Los pentecostales son piadosos y muy religiosos. Observemos algunos de sus aspectos 93 :

1.- Pietismo: La actitud pietista se apoya en dos elementos más o menos subrayados, según el Espíritu de los grupos:
.- La inspiración directa a cada individuo de la Congregación
.- La posibilidad de alcanzar la perfecta santidad aquí en la tierra.

Bajo estos dos principios han surgido y se han moldeado las formas de vida y el culto de muchas comunidades pentecostales.

2.- Liturgia. Culto emocional: El pentecostalismo, al revés de lo que ocurre con las iglesias protestantes históricas, no ha elaborado su culto de una manera formal, ni ha prescrito en letras de molde el orden y concierto de sus liturgias. Son materias que, en gran parte, se dejan a la iniciativa del pastor, al grado de entusiasmo que reine entre los seguidores, en una palabra a la iniciativa del momento. Por esta misma razón, entre los pentecostales se sabe cuándo empieza el culto, pero se ignora cuándo termina. Todo depende de una serie imponderable de circunstancias que se hacen muy difíciles de predecir.


Sus capillas son casi siempre humildes y sencillas. Por eso, en las poblaciones marginales y pobres surgen con suma facilidad. El interior no puede ser más austero, unos bancos para el público, la tarima elevada y encima una mesa o un púlpito donde el pastor pueda hablar y ser fácilmente visto. Algunas inscripciones en la pared de fondo que anime a los fieles como : "Jesús cura", "Jesús salva", "Jesús viene". El pastor comienza su prédica y conforme va hablando y se oyen voces: "¡Aleluya!", "Alabado sea Dios", etc, otras, son voces que van repitiendo alguna palabra de lo que el pastor predica.


El acto suele comenzar con algún canto sencillo, un himno de alabanza, etc. Al pastor que dirige el culto suele ser saludado con "Aleluyas". El sermón es generalmente largo, monótono, se repiten las mismas ideas desde puntos de vista diferentes. Lo importante no es el contenido del sermón sino ir creando un ambiente fervoroso de alabanza y de gloria a Dios. El predicador sube el tono de voz, la gente se emociona, vienen las expresiones orales de los concurrentes, casi siempre de alabanza, otras veces se oyen voces ininteligibles, ellos dicen que algún hermano está hablando en lenguas, todos se emocionan, repiten insistentemente "Aleluya", "Alabado sea Dios", "Gloria a Dios", y así se van sumando otros, y aumenta la emoción de la asamblea, "el Señor está entre nosotros", "El Espíritu está entre nosotros", "Aleluya, Gloria a Dios", y así, interminablemente, si la participación va creciendo a más y a más, mejor. Este es el ambiente que ellos pretenden, que haya comunicación del Espíritu Santo, que todos hablen, que todos alaben a Dios.


A veces se dan escenas de personas que caen al suelo desplomadas, otras lloran, otras recitan salmos de alegría. Otro exclama: "¡He recibido el Espíritu!" Esto puede durar un tiempo indeterminado. La gente se emociona y no se cansan de contemplar lo que acaece. La mayoría están como deseando que a ellos les ocurra algo parecido para poder decir que también han recibido el Espíritu o alguna manifestación del Espíritu. En fin, cualquier persona que vea esta asamblea desde fuera puede tener la sensación de que aquello es una reunión de personas que padecen una histeria colectiva con aspecto religioso y cristiano. Sin embargo, para ellos, eso es lo normal, es la manifestación del Espíritu en la asamblea que lo invoca con fe.


Tienen, también, después o durante el sermón la colecta semanal, los cantos en coros donde todos participan; después, se expresan a manera de peticiones a Dios las necesidades de la asamblea. También hay oraciones por los pentecostalistas enfermos, por las necesidades de sus familiares, etc. Entra también dentro del acto de culto la parte principal y más espectacular: el pedir "curaciones" o "sanaciones" o "milagros", para alguien allí presente. Por lo general aquí tiene un rol muy importante el pastor que dirige el culto, llama a alguien de la asamblea que padece alguna enfermedad, se invoca al Espíritu Santo, se pide la fe del que va a ser curado, se piden oraciones de toda la asamblea para que el Espíritu cure a esa persona, se exhorta al enfermo a que crea, se le insiste, se le vuelve a insistir, la asamblea se emociona, el pastor le impone las manos, a veces pide que otros también impongan las manos, aquellos que tienen el don de curación, oran sobre él, insisten, insisten hasta que ... ¡por fin!, el enfermo queda curado. Una vez curado, se le invita a que suba al estrado y tiene que dar su testimonio de curación, a saber: qué enfermedad concreta tenía, hace cuánto tiempo que la padece, cuántas veces intentaron curarle y todas ellas fracasaron, por fin, vino a la asamblea pentecostal y por las oraciones de los hermanos, por la fe del enfermo, el Espíritu le ha sanado. A continuación viene una aclamación masiva al Espíritu Santo que ha curado a un hermano. Cualquier persona puede dudar, mirando lo que allí ocurre, pero imaginemos una persona sencilla que ha visto aquello por primera vez en su vida y no tiene mayor criterio de discernimiento ni capacidad crítica, queda realmente impresionado. Esto es lo que ocurre y esta es la razón del gran éxito que tienen entre las gentes sencillas.


Veamos lo que dice un autor moderno acerca de este aspecto de culto emocional:


"En el protestantismo sectario, el culto proporciona un espacio máximo a la expresión y a la participación de cada uno. Así, lo esencial de la cultura popular se reintroduce. Primeramente, está la alegría del encuentro: el templo no es el lugar del silencio, donde cada hombre se encuentra solo ante su Dios, como en el pentecostalismo tradicional, sino el lugar del diálogo comunitario entre los hombres y de los hombres con Dios. Encuentro social, porque el encuentro con lo sagrado permite la comunidad. La tradición de himnos se completa con la introducción de estribillos y de cantos cortos con un texto sentimental y música impregnada del folklore nacional. La predicación no es primeramente el ejercicio de uno solo, sino el momento en que la comunidad revive, a través de un texto bíblico, una situación existencial y participa de la narración por los comentarios que expresan alternadamente la angustia, la alegría, la liberación. Importa señalar que rompen con las formas rígidas de la lengua y buscan nuevas maneras de expresión propiciadoras de una gran margen de libertad a la comunicación de la experiencia y del sentimiento". 94

3.- Moral: La vida moral de los pentecostalistas, habitualmente suele ser ejemplar. Su vida moral parte de un deseo fuerte y sincero de conversión de su vida pasada y llevar una vida de santificación. Por eso suelen conservar un rigorismo ético semejante al de otras sectas de conversión y santificación. No deben de beber, ni fumar, ni asistir a espectáculos de cines y teatros que puedan turbar su vida de santidad. Suelen reunirse una vez al año para hacer obras de caridad, por ejemplo en Navidad llevar a los niños regalos, a los enfermos visitarlos en los hospitales, pero todo esto queda a la iniciativa personal de cada uno o a lo más de algún pequeño grupo, no hay nada mandado ni estructurado.

4.- Compromiso social: Aunque, como hemos repetido, no tienen nada legislado, ni mandado hacer, los pentecostalistas se suelen distinguir por su espíritu abierto y democrático. Por ejemplo, en Estados Unidos el movimiento pentecostal ha permitido reivindicar a los negros frente a los blancos en exigir la igualdad de sus derechos como ciudadanos libres. El movimiento pentecostal, promueve, más que movimientos de "protesta" y de reivindicación, propugna "cambios" que van en la línea de destacar la igualdad de todas las personas ante los ojos de Dios y que todos son personas humanas, a imagen de Dios y por lo tanto todos son sujetos de los mismos derechos y deberes.


8.- EXPANSION DEL PENTECOSTALISMO


El pentecostalismo ha conocido un incremento fulgurante en todo el mundo, especialmente en el Tercer Mundo, tanto en América Latina (casos como el Brasil y Chile), como en África, acompañando muchas veces el nacimiento de las llamadas "Iglesias Independientes Africanas". Incluso, ha tenido sus "traducciones" en el interior de las Iglesias históricas protestantes a través del movimiento "Renovación Carismática". Esta experiencia nueva, iniciada a finales de los años 1960, se da en el luteranismo, anglicanismo y en la Iglesia Católica de Estados Unidos y ahora en América Latina.


Es extremadamente difícil ofrecer un número aproximado de los pentecostalistas en todo el mundo, dada su fluida organización. Van der Bent, autor especializado en la materia, habla de unos 6 millones. Blaser cree, según sus cálculos, que habrá unos 40 millones, y Longton dice que pueden ser 60 millones de pentecostalistas.


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Referencias:



93 Cfr. "Los Pentecostales", de Humberto Muñoz, R. Pbro. en "Las Sectas en América Latina". Claret, Celam. Argentina, 1989. Pag.s. 148 y s.s.
94 D ´Epinay y C. Lavile, en "Religion, dynamique sociale et dépendance". Mouton, 1975, Pag. 177.v


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Para leer la 1º Parte:
http://formacionpastoralparalaicos.blogspot.com/2010/01/los-pentecostales-1-parte-origen-y-las.html


Para leer la 2º Parte:


http://formacionpastoralparalaicos.blogspot.com/2010/01/los-pentecostales-2-parte-organizacion.html


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Agradecemos al P. Ignacio Garro, S.J. por su colaboración


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