P. Fernando Martínez Galdeano, jesuita
La Biblia concibe al hombre en relación con su Dios, su creador. Por eso el tipo de hombre viviente que quiere Dios en definitiva tiene como modelo a J.C. No es propiamente el hombre que sale de la tierra (Adán), sino más bien el que baja del cielo. El es el único mediador: “Porque Dios es único, y único también el mediador entre Dios y los hombres; un hombre, Jesucristo, que se entregó a sí mismo para redención de todos” (ITim 2,5-6); “Efectivamente, todos vosotros sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús, pues todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo habéis sido revestidos. Ya no hay distinción entre judío o griego, entre esclavo o libre, entre varón o mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gal 3,26-28).
El hombre nuevo es todo creyente en el Señor Jesús, porque la fe viva marca su corazón con el sello indeleble de la inmortalidad en esta vida: “Despojaos del hombre viejo y sus acciones y revestíos del hombre nuevo que, en busca de un corto cimiento cada vez más profundo, se va renovando a imagen de su creador” (Col 3,9-10).
Agradecemos al P. Fernando Martínez SJ por su colaboración.
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