P. Fernando Martínez Galdeano, jesuita
Esta expresión subraya en palabras humanas la filiación con Dios por medio de Jesús Hijo: “Simón Pedro respondió: — Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo” (Mt 16,16); “Y el centurión que estaba frente a Jesús, al ver que había expirado de aquella manera, dijo: — Verdaderamente, este hombre era Hijo de Dios” (Me 15,39).
La filiación de Jesús se manifiesta en el cumplimiento de la voluntad y deseo del Padre: “Yo les he enseñado lo que aprendí de tí, y ellos han aceptado mi enseñanza. Ahora saben con absoluta certeza, que yo he venido de tí y han creído que fuiste tú quien me enviaste” (Jn 17,8); “Ya no hablaré mucho con vosotros, porque se acerca el príncipe de este mundo. Cierto que no tiene ningún poder sobre mí, pero tiene que ser así para demostrar al mundo que amo al Padre y que cumplo fielmente la misión que tengo encomendada” (Jn 14,30-31).
Y nosotros tenemos la posibilidad de ser también hijos de Dios en comunión con Cristo: “Efectivamente, todos vosotros sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús, pues todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo habéis sido revestidos” (Gal 3,26-27).
Agradecemos al P. Fernando Martínez SJ por su colaboración.
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