P. Ignacio Garro, S.J.
SEMINARIO ARQUIDIOCESANO DE AREQUIPA
3. EL MISTERIO DE LA IGLESIA
3.1. Definición nominal de Iglesia. Etimología
La palabra Iglesia viene del latín Ecclesia, que significa: "La reunión de fieles bautizados en
Cristo con vistas a la participación de la vida divina, partícipes del Reino de
Dios que se consumará al final de los siglos". También se puede
definir como: "La sociedad, o
asamblea, compuesta por hombres unidos entre sí por la participación de los
mismos sacramentos, bajo la jurisdicción de los legítimos pastores,
especialmente bajo la jurisdicción del Romano Pontífice", S. Roberto
Belarmino.
La palabra latina "Iglesia", procede a su vez del
griego: "ekklesia" que significa en el
uso de la palabra profana: "Asamblea", es decir viene de la raíz:
"ek" = con, y "kaleo" = llamar, o citar a
reunión o asamblea. “Ekklesia” era la asamblea de los llamados y convocados
por el heraldo, sea a nivel de todo el pueblo, o de una parte más dotada de
cierta autonomía, por ejemplo las autoridades. Esta palabra apenas hace alusión
a ningún tipo de matiz religioso, a su vez solamente era usada en términos
plenamente profanos, actividades de realidades cívicas y terrenas.
3.2. Definición real
A. En el sentido teológico:
El origen cristiano de la palabra “Ekklesia” tiene su razón de ser en la
palabra hebrea, "qahal",
que significa en el A T, la asamblea de los elegidos de Dios, o, la asamblea
convocada por Dios para tratar un tema de interés netamente religioso. Tiene
las características de que: es Dios quien toma la iniciativa en llamarlos y
elegirlos, los cita para un tema religioso de importancia capital. Deut 4, 10;
9, 10; 1 S, 16. En estos casos es el "qahal
Yahvé", es decir, el pueblo de Israel reunido sobre el monte Horeb, o
Sinaí, en presencia de Yahvé; en momento solemne como era el de la ratificación
de la Alianza. En el AT. estas asambleas tienen tres elementos a tener en
cuenta:
- El acto de reunirse
- La asamblea es convocada
- La comunidad israelita, en cuanto pueblo de Yahvé (qahal-Yahvé) especifica la existencia misma de Israel.
B.- Evolución de la traducción de la palabra hebrea:
"qahal", a la palabra griega "ekklesia". La traducción de los
70: Se conoce en el ámbito escriturístico por el nombre de la "Traducción de los
70", al hecho histórico de la traducción de toda la Biblia hebrea a la lengua
griega, aproximadamente hacia el año 260 antes de Cristo. Veamos la historia
de esta traducción. En la "Carta de
Aristeas a Filócrates", que data del siglo II a. d. Cristo, se nos
cuenta cómo fue traducido el libro del Pentateuco del hebreo al griego, en
este relato, Demetrio de Falerón, un conocido estadista de la época, es
bibliotecario del rey Tolomeo II (285-246 a.d. Cristo), Demetrio pide a
Tolomeo II unos ejemplares de la Ley judía (Pentateuco) para la famosa
biblioteca de Alejandría, y el monarca transmite la petición al Sumo Sacerdote
de Jerusalén, el cual envía a Egipto un grupo de 72 traductores (seis de cada
tribu de las 12 de Israel). Estos dan término a la traducción de manera que
todos los interesados quedan satisfechos, incluida la comunidad judía de
Alejandría.
Esta traducción de los 70 tuvo una gran difusión entre los judíos de la
diáspora (dispersión), y alcanzó una gran estima entre las comunidades primero
judías y posteriormente cristianas. En esta traducción de los 70, cada vez que
sale la palabra hebrea "qahal"
siempre traducen por la palabra griega "ekklesia", pero hay que notar
que la palabra "qahal"
tiene una connotación claramente religiosa, con las características antes
anotadas, y "ekklesia” tiene una connotación
meramente profana. Hay una transformación significativa del término, es decir,
no había en el vocabulario griego una palabra que designara equitativamente el
término "qahal" y emplearon
un término aproximado, "ekklesia".
Así pues, la "qahal Yahvé"
(traducida al griego por "ekklesia") es una convocación, una asamblea de los llamados por Dios, de los
elegidos. El pueblo de Dios se designa como asamblea de los llamados, porque
nadie puede agregarse a este pueblo por propia iniciativa, sino que todos los
que se insertan en él, están prevenidos por la vocación divina.
La palabra "ekklesia" en el N T : En el NT hay una gran diversidad de nombres para
designar a los seguidores de Cristo. Pero pronto se impuso sobre todos ellos el
de "ekklesia". S. Pablo lo emplea
62 veces. Los Hechos de los Apóstoles 23; El Apocalipsis, 20. El término "ekklesia" designó primero a la
comunidad cristiana en general, pues este término era muy apto para designar a
la comunidad cristiana, ya que ella se consideraba como la heredera de las
promesas del "Pueblo de Dios" del AT, el nuevo Israel, o el resto de Israel. Al
principio de habla de la "Iglesia" en singular Hech 2, 47, más
tarde se habla de "iglesias" en plural, Apoc 4; 2 Cor 11, 28, pero nunca como de
un conglomerado, sino como de una unidad total que está presente en cada
comunidad local. 1 Cor 1, 2; 2 Cor l, l.
Cuando la Iglesia primitiva usa la palabra "ekklesia" expresa que se siente
verdadero pueblo de Dios; esta conciencia de ser un grupo elegido dentro del
pueblo de Dios del AT. les convenció pronto de que ellos eran el verdadero
Israel; en el fondo no eran un nuevo Israel, sino que, por razón de su fe en
Cristo resucitado eran más bien la parte fiel de Israel, Hech 5, 31; las
dificultades que tuvieron y la persecución a la que fue sometida la primitiva
comunidad de cristianos profundizó y corroboró la conciencia de ser la
auténtica herencia de la promesa hecha a Abraham, Hech 3, 25. Es, pues, la
Iglesia total, llamada pueblo de Dios del A T, lo que pervive en la Iglesia
llamada comunidad de los creyentes en Cristo. A continuación vamos a intentar
definir qué es la Iglesia desde el punto de vista dogmático. Mucho tiempo ha
transcurrido desde que S. Roberto Bellarmino en sus controversias con los
protestantes, jansenistas, calvinistas, etc, definió la Iglesia como: "una sociedad compuesta de hombres unidos
entre sí por la participación de los mismos sacramentos, bajo la jurisdicción
de los legítimos pastores, especialmente bajo la jurisdicción del Romano
Pontífice".
El Concilio Vaticano I, en el
proemio de la Constitución "Pastor aeternus" describe la Iglesia:
"como conteniendo los cuatro elementos necesarios a toda sociedad
legítimamente constituida”:
- El elemento material, a saber, los fieles, la multitud de creyentes bautizados
- El elemento formal, o sea la unión en la fe y en la comunión.
- La causa final, hacer perenne la obra salvífica de la redención.
- La autoridad de los pastores y del Romano Pontífice como medio para mantener la unidad en la fe y en la comunión.
El Concilio Vaticano II, en la Constitución "Lumen Gentium",
sobre la Iglesia en el n° 8 dice: "Cristo, el único Mediador, instituyó y mantiene continuamente en
la tierra a su Iglesia santa, comunidad de fe, esperanza y caridad, como un
todo visible, comunicando mediante ella la verdad y la gracia a todos. Esta es
la única Iglesia de Cristo, que en el Símbolo (del Credo) confesamos como una,
santa, católica y apostólica, y que nuestro Salvador, después de su resurrección,
encomendó a Pedro para que la apacentara, Jn 21, 27, confiándole a él y a los
demás apóstoles su difusión y gobierno, Mt 28, 18 s.s, y la erigió
perpetuamente como columna y fundamento de la verdad, l Tim 3, 15".
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Agradecemos al P. Ignacio Garro, S.J. por su colaboración.
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