Lo que sabemos de San Marcos
Nos conviene
siempre saber acerca del autor y de su ambiente, para así acertar de forma más
precisa en la interpretación del texto escrito de un evangelio.
¿Quién era
este Marcos autor del evangelio que lleva su nombre? El Nuevo Testamento apunta
algunos datos y referencias. Procedía de una familia con recursos económicos, y
cuya casa fue lugar de reunión y encuentro de la primera comunidad cristiana
formada en Jerusalén (Hch 12,12). Era sobrino de Bernabé, y cuando éste y Pablo
organizaron su primer viaje misionero le invitaron para que les acompañara (Hch
12,25) Pero Marcos les abandonó cuando se disponían a cruzar las montañas
camino de Antioquía de Pisidia en el corazón del Asia Menor (Hch 13,13)
Ya de vuelta
de este primer viaje, ambos Pablo y Bernabé empezaron a planear su segundo
viaje misionero. Bernabé deseaba que Marcos les volviera a acompañar, pero
Pablo no quiso aceptarle, argumentando con el reproche de “que Marcos les había abandonado en la difícil región de la Panfilia”
(Hch 15,37s). Y fue tanta la diferencia y la discusión tan disputada entre
ellos que ambos de mutuo acuerdo se separaron en paz pero ya no volvieron a ser
compañeros en el trabajo. Sin embargo, en la carta privada que Pablo escribe a
su amigo Filemón estando prisionero el apóstol en la prisión de Efesio (a
56-58), envía saludos para sus colaboradores, entre los cuales aparece el
nombre propio de Marcos (v. 24). Y en su escrito a los cristianos colosenses
aparece el afectuoso dato siguiente: “Os
saluda Aristarco, mi compañero de prisión, y Marcos, el primo de Bernabé. Si
Marcos va a visitaros, acogedle con cariño según las instrucciones que
recibisteis” (Col 4,10). Y en su carta, la segunda a Timoteo, su discípulo
predilecto, aconseja el apóstol: “Toma a
Marcos y tráelo contigo, pues me es muy útil en el ministerio” (2 Tim
4,11). Lo cierto es que Pablo y Marcos no sólo se habían olvidado de raíz de su
mutua desconfianza sino que la habían superado llegando a trabajar muy unidos
en el anuncio del evangelio.
Como sabemos que a
partir del año 63, Pablo deja Roma, y la tradición cristiana que recoge el
testimonio del obispo Papías vincula a Marcos con el servicio del apóstol
Pedro, es en esos años cuando Marcos redacta éste su evangelio. Por otra parte,
la crítica del texto corrobora la hipótesis de que la fuente de Marcos fue la
predicación de Pedro. Como en su discurso apocalíptico del capítulo 13 se habla
con bastante imprecisión de la destrucción de Jerusalén, se data el escrito
entre los años 64 y 70.
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Agradecemos al P. Fernando Martínez, S.J. por su colaboración.
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