P. Mark Link, jesuita.
Día cuatro
“Un día los discípulos comenzaron a discutir sobre cuál de ellos era el más importante”
Lucas 9; 46
El escultor
Donatello fue contemporáneo del gran escultor Miguel Ángel. Un día, Donatello
rechazó una gran pieza de mármol porque estaba fallada. La misma persona ofreció
el mármol a Miguel Ángel. Éste miró fijamente el mármol, vio las mismas fallas,
pero las convirtió en un desafío, un reto para esculpir algo en él. Lo aceptó y
empezó a tallarlo. La escultura que realizó fue el David, de cinco toneladas y
media de mármol y más de cinco metros de altura, una de las más grandes obras
de la época.
Los discípulos de
Jesús eran como ese pedazo de mármol. Ellos también tenían fallas. Ningún
maestro los hubiera elegido como discípulos. Los habría rechazado, así como
Donatello rechazó ese trozo de mármol. Pero Jesús no lo hizo; los aceptó con
sus defectos y así y todo los convirtió en piedras sobre las que construyó su Iglesia.
¿Crees que Dios te
acepta con tus fallas? ¿Crees que puedes ser algo hermoso para Dios a pesar de
tus defectos? Habla con Dios sobre el plan que tiene para ti.
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Referencia bibliográfica: Desafío. P. Mark Link, jesuita. Ejercicios Espirituales de San Ignacio
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