ESPECIAL: FIELES DIFUNTOS Y LAS BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO


Con motivo del 2 de noviembre, donde recordamos a nuestros difuntos, compartimos este especial que ofrece una recopilación de nuestras publicaciones sobre esta celebración, en especial sobre la realidad del purgatorio, donde destaca la Oración encomendada a Santa Gertrudis por el bien que hace a las benditas almas del Purgatorio y lo que nos enseña la Iglesia sobre lo que nos espera en la hora de la muerte (Escatología). Acceda AQUÍ.

Homilía: Solemnidad de Todos los Santos

Nuestro Director, el P. José Ramón Martínez Galdeano, jesuita, nos comparte su homilía para la Solemnidad de la Fiesta de todos los Santos: "¡La salvación es de nuestro Dios y del Cordero!", que celebramos el 1° de noviembre. Acceda AQUÍ.

El ciego de Jericó

El P. Adolfo Franco, jesuita, nos comparte su reflexión del Evangelio del domingo 28 de octubre: "Jesús nos da la fe para curar nuestra ceguera interior". Escuche el audio o descárguelo en MP3. Acceda AQUÍ.

Los Orígenes: El Éxodo

El P. Fernando Martínez, jesuita, continúa con sus entregas sobre los libros del Antiguo Testamento, y en esta oportunidad iniciamos el estudio del Éxodo, continuando con los libros del Pentateuco (los cinco primeros libros). Acceda AQUÍ.

Los escritos de San Pablo: Las Cartas Pastorales - A Timoteo y a Tito

El P. Ignacio Garro, jesuita, nos comparte su estudio sobre las cartas pastorales de San Pablo: lugar, tiempo, autenticidad e importancia de la primera y segunda carta a Timoteo y la carta a Tito. Acceda AQUÍ.

Santiago y Juan piden los primeros lugares

El P. Adolfo Franco, jesuita, nos comparte su reflexión del Evangelio del domingo 21 de noviembre: "También los apóstoles discutían por la importancia y Jesús reprende esa ambición". Escuche el audio o descárguelo en MP3. Acceda AQUÍ.

Jesús y el joven rico

El P. Adolfo Franco nos comparte su reflexión sobre el Evangelio del domingo 14 de octubre: "Jesús nos alerta con frecuencia del peligro de la riqueza." Escuche el audio o descárguelo en MP3. Acceda AQUÍ.

ESPECIAL: SEÑOR DE LOS MILAGROS


En Perú dedicamos este mes de octubre a la devoción al Señor de los Milagros, cuya imagen recorre las calles del centro de la ciudad de Lima. Por ello compartimos nuestras publicaciones dedicadas a esta devoción. Acceda AQUÍ.

ESPECIAL: DOMUND 2018


En octubre se celebra el DOmingo MUNDial de las Misiones, que es promovido por las Obras Misionales Pontificias (OMP), en esta jornada toda la Iglesia ora por la actividad evangelizadora de los misioneros y misioneras, y colabora económicamente con ellos en su labor, en especial en aquella que realizan entre los más pobres y necesitados.
Para tener mayor información sobre esta celebración invitamos a visitar nuestras publicaciones. Acceda AQUÍ.


Papa Francisco exhorta a rezar diariamente el Santo Rosario en octubre por la Iglesia contra el mal que divide


En el mes dedicado al Santo Rosario, el Papa Francisco nos exhorta a rezar diariamente el Santo Rosario invocando a la Santa Madre de Dios para que proteja bajo su manto a la Iglesia contra el mal que divide, rezando al final el Sub Tuum Praesidium, y también invocando la protección de San Miguel Arcángel a través de la oración del Papa León XIII, para que proteja y ayude a la Iglesia en la lucha contra el mal. Acceda AQUÍ para el rezo del Santo Rosario que contiene las invocaciones que el Papa Francisco recomienda.


Nuestra Señora del Rosario

Con motivo de la fiesta de Nuestra Señora del Rosario, que se celebra el 7 de octubre, mes dedicado al Santo Rosario, compartimos una reseña sobre la historia de esta muy difundida devoción. Acceda AQUÍ.

"Lo que Dios unió no lo separe el hombre"

El P. Adolfo Franco jesuita, nos comparte su reflexión sobre el Evangelio del domingo 07 de octubre: "A propósito del divorcio importa mucho reflexionar sobre el amor." Escuche el audio o descargue en formato MP3. Acceda AQUÍ.



Ofrecimiento Diario - Orando con el Papa Francisco en el mes de OCTUBRE 2018

Compartimos la intención del Papa Francisco para el mes de octubre, que encomienda al Apostolado de la Oración e invita a orar a todos los cristianos, donde nos pide orar por la misión de los consagrados: «Para que los consagrados y las consagradas despierten su fervor misionero y estén presentes entre los pobres, los marginados y con los que no tienen voz.» Acceda AQUÍ.

Intención del Papa Francisco para el mes de octubre: Por la misión de los consagrados

Compartimos la reflexión del P. José Enrique Rodríguez jesuita, sobre la intención del Papa Francisco para el mes de octubre, donde nos invita a orar por la misión de los consagrados. Acceda AQUÍ.

Los escritos de San Pablo

El P. Ignacio Garro, jesuita, continúa compartiendo sus entregas sobre las Cartas de San Pablo, en esta oportunidad tenemos las escritas a los Romanos y a los Gálatas, también las escritas en la cautividad. Acceda en los siguientes enlaces:

Los escritos de San Pablo: Las Cartas de la cautividad - A Filemón
Los escritos de San Pablo: Las Cartas de la cautividad - A los Filipenses
Los escritos de San Pablo: Las Cartas de la cautividad - A los Efesios
Los escritos de San Pablo: Las Cartas de la cautividad - A los Colosenses
Los escritos de San Pablo: La Cartas a los Gálatas
Los escritos de San Pablo: Las Cartas a los Romanos

Los Orígenes: El Génesis

El P. Fernando Martínez jesuita, nos comparte su estudio sobre la Biblia, en esta oportunidad sobre el Génesis y sobre los temas de la creación, el diluvio,  Abraham, Isaac, Jacob y finalizamos el estudio con una Guía para su lectura. Acceda en los siguientes enlaces:

Los Orígenes: El Génesis - Abraham e Isaac
Los Orígenes: El Génesis - Isaac y Jacob

Catequesis del Papa Francisco

Compartimos las últimas catequesis que el Papa Francisco ofreció en las audiencias de los miércoles, acceda a través de los siguientes enlaces:
Viaje apostólico del Papa Francisco a Estonia, Letonia y Lituania. Miércoles, 26 de septiembre de 2018.
Catequesis sobre los mandamientos, 9: Honra a tu padre y a tu madre. Miércoles, 19 de septiembre de 2018.
Catequesis sobre los mandamientos: 8. El día de descanso, profecía de liberación: Miércoles, 12 de septiembre de 2018.
Catequesis sobre los mandamientos: 7. El día de descanso, Miércoles, 5 de septiembre de 2018.

Jesús contra el escándalo

El P. Adolfo Franco jesuita, nos comparte su reflexión sobre el Evangelio del domingo 30 de septiembre: "Jesús habla muy fuerte contra el escándalo." Escuche el audio o descargue en formato MP3. Acceda AQUÍ.

Jesús y el joven rico



P. Adolfo Franco, jesuita.

DOMINGO XXVIII
del Tiempo Ordinario

Marcos 10, 17-30

Se ponía ya en camino, cuando uno corrió a su encuentro y, arrodillándose ante él, le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué debo hacer para tener en herencia vida eterna?». Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre.» Él, entonces, le dijo: «Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud.» Jesús, fijando en él su mirada con cariño, le dijo: «Una cosa te falta: anda, vende cuanto tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo. Luego, ven y sígueme.» Pero él, abatido por estas palabras, se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes.
Jesús, mirando a su alrededor, dijo a sus discípulos: «¡Qué difícil es que los que tienen riquezas entren en el Reino de Dios!». Los discípulos quedaron sorprendidos al oírle estas palabras. Mas Jesús, tomando de nuevo la palabra, les dijo: «¡Hijos, qué difícil es entrar en el Reino de Dios!. Es más fácil que un camello pase por el ojo de la aguja que el que un rico entre en el Reino de Dios.» Pero ellos se asombraron aún más y se decían unos a otros: «¿Quién se podrá salvar entonces?» Jesús, mirándolos fijamente, dijo: «Para los hombres, imposible; pero no para Dios, porque todo es posible para Dios.»
Pedro se puso a decirle: «Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.» Jesús dijo: «Yo os aseguro que nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio, quedará sin recibir el ciento por uno: ahora, al presente, casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo venidero, vida eterna.
Palabra del Señor.

Jesús nos alerta con frecuencia del peligro de la riqueza.

Jesús nos habla en el Evangelio con frecuencia de las riquezas materiales y de sus peligros, y nos abre los ojos para que podamos apreciar cuáles son las verdaderas riquezas del hombre. El nos enseña de lo que hay que hacer con los bienes materiales y de cómo defendernos para que no nos aparten de Dios. Y además con su vida, aún más que con sus palabras, nos señala el comportamiento que debemos tener con el uso de estos bienes materiales.

Y esto nos lo enseña Jesús, que pasó por este mundo sin tener nada: nació sin nada y en la extrema pobreza, murió sin nada, y mientras vivió no tenía ni donde reclinar la cabeza y era Aquel por el cual fueron creadas todas las cosas. El Hijo de Dios escogió evidentemente lo mejor: o sea, escogió no tener nada, y ser completamente libre. Y de esta forma hace una propuesta para todo el que quiere seguirle de verdad; es una propuesta para todo el que quiera vivir la vida humana a plenitud; es una propuesta para el que de verdad quiera acercarse a Dios.

La propuesta de Jesús encuentra en nosotros una serie de dificultades evidentemente y por eso pocos toman  esta enseñanza como orientación para sus vidas. Y las dificultades surgen de la misma naturaleza del ser humano. Al menos algunas de ellas. Porque es imprescindible para la vida humana contar con algunas cosas materiales: vestido, vivienda, alimentación, salud. Y todo esto requiere dinero, cosas materiales, y todo esto no se puede descuidar, sin grave perjuicio de la vida misma. Esa es una primera dificultad. Es necesario tener cosas materiales para vivir la vida humana en la tierra. Además, la previsión del futuro hace que las personas quieran acumular riquezas, o sea tener más de lo estrictamente imprescindible. Todo esto nos puede poner muchas trampas: porque de ahí se pasa insensiblemente al deseo excesivo de acumular. En todo esto hay un problema sutil: el ser humano se reconoce en el fondo como inseguro; y esta inseguridad que siente en sí mismo quiere compensarla con posesiones materiales.

Y así se pasa a otro asunto: ya no es sólo la acumulación para asegurar el futuro. Se busca que crezca la acumulación. La abundancia de riquezas materiales produce con frecuencia la satisfacción del poder, crece el orgullo de una autoestima equivocada, deformada y mal sustentada, porque se basa en las cosas materiales. Pero no hay duda que en la sociedad en que vivimos, la importancia que se da a una persona crece en la medida de sus riquezas. Esto produce a veces la avaricia, a veces el despilfarro y muchas veces produce el orgullo y la soberbia.

Además, la cultura actual, va haciendo creer que el progreso de la humanidad, el crecimiento de los países está en proporción de su productividad, de su crecimiento en bienes materiales. La creación de riquezas materiales se va convirtiendo en la meta fundamental de todos los esfuerzos humanos. La creación de la mayor cantidad de riquezas, con el menor esfuerzo posible, y con la menor inversión. Y la riqueza se hace presente entonces como la meta del ser humano. Por supuesto se entiende la misma palabra riqueza en su acepción más material; ya que la palabra riqueza se puede aplicar a cosas más elevadas, también se aplica a los valores interiores del corazón. Crear más automóviles, máquinas, teléfonos, computadores, aviones, esa parecería ser la meta del progreso, y a eso se subordina el ser humano.

El hombre entonces es un ser atrapado por las riquezas, por la posesión y bombardeado por los mensajes de la cultura actual que lo envuelve. Estas riquezas pueden envenenarlo, y convertirlo en un robot de la producción (como en realidad pasa), y en un sediento de tener cosas y más cosas. Y por eso a veces, nace la tentación de conseguir todo por cualquier medio. Ya que, si el poseer es la meta, cualquier medio termina considerándose válido. Y se pierden los ideales y los valores del espíritu.

Jesús, frente a todo esto, nos pone en este Evangelio tres afirmaciones: la tristeza y la insatisfacción que acompaña muchas veces a la acumulación de bienes materiales. Segunda afirmación sobre el peligro de las riquezas materiales para la salvación misma, en el sentido religioso, y en el sentido de realización de la plenitud humana misma. Y finalmente nos enseña el valor que tiene el desprendimiento, que es exactamente lo contrario de la avaricia. Es el caso del joven rico: un muchacho rico, pero infeliz; infeliz porque la riqueza lo ha atrapado. Y de ahí el Señor saca también estas enseñanzas: la enseñanza de que es más difícil que un rico entre en el reino de los cielos, que el que un camello entre por el ojo de una aguja. Y finalmente que hay un premio que se promete al que se desprende de sus riquezas por el Señor, por el Reino de los cielos, por sus hermanos.

Así, desprenderse de las riquezas es camino de felicidad, es facilitar el camino del reino de los cielos. Y es seguridad de recibir de Dios el mayor premio, que El otorga con generosidad, se da a Sí Mismo como premio. Esta enseñanza del Evangelio de Jesús se resume en la paradoja de que la gran riqueza verdadera del ser humano es la pobreza.




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Agradecemos al P. Adolfo Franco, S.J. por su colaboración.
Para acceder a otras reflexiones del P. Adolfo acceda AQUÍ.


Nuestra Señora del Rosario


Fiesta: 7 de octubre
La Patrona de Perú

«En el lado que sigue del crucero se admira en aparato de capilla la que es en Lima el celestial lucero, la que en la devoción constante brilla, Aquella Virgen, que en piadoso esmero es Patrona y la octava maravilla; pues grandeza, primor y culto vario todo cede a la imagen del Rosario» (Casimiro Novajas, 1867).
Pablo Luis Fandiño


Origen

Aunque el origen del Santo Rosario —también llamado Salterio de María— se remonta a los tiempos apostólicos, el Cielo reservó a Santo Domingo de Guzmán (1170-1221) la misión de propagar esta devoción. Consternado a causa de la herejía albigense y los pecados de sus contemporáneos, se internó tres días en un bosque, quedando en continua oración y penitencia. Entonces, la Santísima Virgen se apareció y le dijo:

—“¿Sabes, querido Domingo, de qué arma se ha servido la Santísima Trinidad para reformar el mundo?

—¡Oh Señora —respondió él— tú lo sabes mejor que yo; porque, después de Jesucristo, tu Hijo, tú fuiste el principal instrumento de nuestra salvación!

—Pues sabe —añadió la Virgen— que la principal pieza de la batalla ha sido el salterio angélico, que es el fundamento del Nuevo Testamento. Por ello, si quieres ganar para Dios esos corazones endurecidos, predica mi salterio”.

Consolado e inflamado de celo por la salvación de las almas, Domingo volvió al combate predicando incansablemente la devoción que la Señora del Rosario le enseñara, y por todas partes reconquistaba almas: los católicos tibios se enfervorizaban, los fervorosos se santificaban; las órdenes religiosas florecían; convertía a los herejes que, abjurando de sus errores, volvían a la Iglesia por millares; los pecadores se arrepentían y hacían penitencia; expulsaba a los demonios de los posesos; operaba milagros y curaciones.

La Batalla de Lepanto

En el siglo XVI el poderío otomano, instigado por el fundamentalismo islámico de la época, amenazaba invadir y dominar la Europa cristiana. En su loca carrera, los turcos ya habían conquistado Constantinopla y ocupado la isla de Chipre. Frente al inminente peligro el Papa de aquel tiempo, San Pío V, reunió con gran dificultad una escuadra gracias al apoyo del Rey de España, Felipe II, y de las Repúblicas de Venecia y Génova, del Reino de Nápoles, además de un contingente de los Estados Pontificios.

El 7 de octubre de 1571, en un combate desproporcionado, la escuadra católica enfrentó a la numerosísima flota musulmana, en el golfo de Lepanto. Luego de más de diez horas de encarnizada lucha, que hacía temer una derrota de imprevisibles consecuencias, ¡oh prodigio!, repentina e inexplicablemente, los turcos se batían en retirada con inmensas pérdidas.

Más tarde, los prisioneros musulmanes confesaron que una brillante y majestuosa Señora apareció en el cielo, amenazándolos e infundiéndoles tal temor, que se llenaron de pánico y comenzaron a huir. Esto ocurrió mientras la Cristiandad entera imploraba el auxilio de la Virgen del Rosario. En Roma, San Pío V había pedido a los fieles que redoblasen sus oraciones. En el preciso momento  en que se decidía la batalla, el Pontífice tuvo una visión sobrenatural  y conoció antes que ningún otro de la espectacular victoria.

En memoria de la estupenda intervención de María Santísima se introdujo en las Letanías Lauretanas la invocación Auxilio de los Cristianos y desde entonces se conmemora en ese día la fiesta de Nuestra Señora del Rosario.

En un famoso cuadro que perpetúa la victoria de Lepanto, el Senado veneciano mandó grabar la siguiente inscripción: “Non virtus, non arma, non duces, sed Maria Rosarii victores nos fecit” — Ni las tropas, ni las armas, ni los comandantes, sino la Virgen María del Rosario fue quien nos dio la victoria.

La imagen más antigua del Perú

Histórica imagen  de Nuestra Señora del Rosario
Según una constante tradición, la imagen de la Virgen del Rosario venerada en la Basílica de su nombre en Lima, vio surgir la ciudad fundada por Pizarro en el valle del río Rímac. Donada por el Emperador Carlos V, fue traída al Perú por los primeros conquistadores para que “los favoreciese en tan ardua empresa”. La imagen fue colocada inicialmente en la primitiva pila bautismal de Santo Domingo donde los “primeros creyentes idólatras fueron reducidos”.

Se trata de una estupenda talla en madera policromada de 170 cm., atribuida a Roque de Balduque. En su rostro parecen conjugarse la majestad de Reina y la dulzura de Madre. El Niño, a quien sostiene en el brazo izquierdo es también obra perfecta y así el manto, que desde la cabeza baja sobre sus hombros, como los pliegues de su túnica y la finura de sus manos, revelando la destreza del artista que la esculpió.

Según aseveran los cronistas, la “forma visible” que tomó la Virgen —llamada del Triunfo o Sunturhuasi— cuando se apareció en el Cusco, durante el terrible cerco de Manco Inca, a miles de indios guerreros que dejó estupefactos, coincidía con la imagen del Rosario venerada en el convento de Lima.

De cómo se comunicaba con nuestros santos

Nuestra Sra. del Rosario con Santo Domingo de Guzmán y Santa Rosa de Lima - anónimo Escuela Cusqueña, 1750 – Óleo sobre lienzo, Museo de Arte de Lima
Es digno de resaltar los coloquios sobrenaturales que esta sagrada imagen tuvo con los santos que vivieron en la Lima virreinal. Entre ellos se destacan los que así nos narra Santa Rosa: “Que no hablaba la imagen dando voces, ni usando de particular idioma, ni con movimiento de los labios; que este admirable modo de hablar se obraba por oculta simpatía y que daba a entender todo lo que quería  decir sólo con el modo con que despedía lucientes rayos de la frente apacible y serena; y que estas eran para su espíritu unas señas tan distintas, tan claras, tan diestramente formadas, que la significaban todo lo que esperaba entender con más certeza que pudiera el más retórico, más fecundo y elocuente, si al oído respondiera a lo que ella preguntaba... ”

De su constante patrocinio sobre Lima y el reino

Muchos otros milagros se le atribuyen. En 1605, cierto día, Lima vio cruzar por sus calles a un grupo de hombres vestidos de andrajos, tostados por el sol, con la barba crecida y los cabellos desgreñados. Eran náufragos de un navío que los había abandonado en las islas Galápagos. Dos años permanecieron allí, en medio de grandes penalidades y casi sin esperanza de socorro, hasta que tuvo pena de ellos la Virgen del Rosario, auxiliándolos el mismo día de su fiesta. En agradecimiento y en cumplimiento de su promesa, iban a postrarse a los pies de su soberana.

Pero más que los favores particulares, acredita su patrocinio el constante recurso de la ciudad ante las calamidades públicas. En octubre de 1643, Don Pedro de Toledo y Leyva, Marqués de Mancera, Virrey del Perú, ungió a la Virgen del Rosario como Patrona y Protectora de los Reinos del Perú. En abril de 1671, era sacada en procesión, rindiéndole gracias por la victoria obtenida en Panamá contra los ingleses y se vio al Virrey, Conde de Lemos, conducir en sus hombros la santa imagen. En octubre de 1687, el vecindario de Lima acudió a implorar su protección, atemorizado por los temblores que conmovían la ciudad.

Más notable fue la intervención que tuvo en 1746. El viernes 28 de octubre, un formidable terremoto asoló la ciudad y el mar sepultó bajo sus olas al puerto del Callao. Tan pronto como se pudo, la venerada imagen fue conducida a una tienda en plena Plaza Mayor, donde se elevaron plegarias, a fin de que pusiese remedio a tantos males y la Virgen no desoyó a sus hijos.

A comienzos del siglo XIX se hicieron solemnes rogativas por la liberación de Fernando VII y la expulsión del invasor napoleónico. Duraron estos cultos del 16 de octubre de 1807 al 24 del mismo mes, y fue inmenso el concurso de gente que la acompañó en su triunfo, tanto a la salida de la imagen como a su vuelta de la catedral.

Su imprescindible auxilio en la hora presente

No podía faltar a imagen tan querida la apoteosis de la coronación canónica. El 2 de octubre de 1927, el egregio Arzobispo de Lima, Mons. Emilio Lissón y Chávez, ciñó sobre la Virgen y el Niño artísticas coronas. La presencia del Presidente Leguía, su Gabinete y la de todos los Obispos del Perú, dieron realce a la fiesta, convirtiéndola en un solemne tributo de la Iglesia y de la Patria a la Reina del Cielo.

Desde entonces, el culto a la Santísima Virgen del Rosario ha sufrido los altibajos de una Fe en crisis. No obstante, ¿cómo no pensar que la Virgen, compadeciéndose una vez más de nuestro pueblo, apartó del país el flagelo del terrorismo a raíz de una verdadera resurrección del rezo del Santo Rosario? Seamos hijos agradecidos y perseveremos en su devoción, porque el Perú hoy más que nunca necesita del auxilio de su gloriosa Patrona.


Obras consultadas

Alfonso J. Rospigliosi, Recopilación de Hechos Históricos de la Archicofradía de Nuestra Señora del Rosario de Españoles, Lima, 1945.
P. Rubén Vargas Ugarte  S.J., Historia del Culto de María en Iberoamérica y de sus imágenes y santuarios más celebrados, Madrid, 1956.



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Tomado de la web:
El Perú necesita de Fátima
http://www.fatima.org.pe/articulo-47-nuestra-senora-del-rosario-patrona-del-peru

Viaje apostólico del Papa Francisco a Estonia, Letonia y Lituania


PAPA FRANCISCO

AUDIENCIA GENERAL

Miércoles, 26 de septiembre de 2018


Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Los días pasados he llevado a cabo un viaje apostólico a Lituania, Letonia y Estonia, con ocasión del centenario de la independencia de estos países llamados Bálticos. Cien años de los que la mitad los han vivido bajo el yugo de las ocupaciones, la nazi primero y la soviética después. Son pueblos que han sufrido mucho y por eso, el Señor les ha mirado con predilección. Estoy seguro de eso. Agradezco a los presidentes de las tres repúblicas y a las autoridades civiles por la exquisita acogida que he recibido. Agradezco a los obispos y a todos aquellos que han colaborado para preparar y llevar a cabo este evento eclesial.

Mi visita tuvo lugar en un contexto muy diferente al que encontró san Juan Pablo II; por lo tanto, mi misión era proclamar a esos pueblos la alegría del Evangelio y la revolución de la ternura, de la misericordia, porque la libertad no es suficiente para dar sentido y plenitud a la vida sin amor, el amor que siempre proviene de Dios. El Evangelio, que en tiempo de pruebas da fuerza y alma a la lucha por la liberación, en el tiempo de la libertad es luz para el viaje diario de las personas, familias, sociedades y es la sal que da sabor a la vida ordinaria y la preserva de la corrupción de la mediocridad y de los egoísmos.

En Lituania, los católicos son la mayoría, mientras que en Letonia y en Estonia prevalecen los luteranos y los ortodoxos, pero muchos se han alejado de la vida religiosa. Por lo tanto, el desafío es el de reforzar la comunión entre todos los cristianos, que ya se desarrolló durante el duro periodo de la persecución. De hecho, la dimensión ecuménica era intrínseca a este viaje y encontró expresión en el momento de oración en la Catedral de Riga y en el encuentro con los jóvenes en Tallin.

Al dirigirme a las respectivas autoridades de los tres países, he enfatizado la contribución que brindan a la comunidad de naciones y especialmente a Europa: la contribución de los valores humanos y sociales pasados por el crisol de la prueba. Incentivé el diálogo entre la generación de mayores y la de los jóvenes, para que el contacto con las «raíces» pueda continuar fertilizando el presente y el futuro. Insté a combinar siempre la libertad con la solidaridad y la acogida, según la tradición de esas tierras.

A los jóvenes y a los ancianos estaban dedicados dos encuentros específicos: con los jóvenes en Vilna, con los ancianos en Riga. En la plaza de Vilna, llena de chicos y chicas, se palpaba el lema de la visita a Lituania: «Cristo Jesús, nuestra esperanza». Los testimonios manifestaron la belleza de la oración y del canto, donde el alma siempre se abre a Dios; la alegría de servir a los demás, saliendo de los recintos del «yo» para estar en camino, capaces de volver a levantarse después de las caídas. Con los ancianos, en Letonia, subrayé el estrecho vínculo entre paciencia y esperanza. Aquellos que han pasado por duras pruebas son las raíces de un pueblo, a custodiar con la gracia de Dios, para que los nuevos brotes puedan llegar, florecer y dar fruto. El desafío para quien envejece es no endurecerse dentro, sino permanecer abierto y tierno de mente y de corazón; y esto es posible con la «linfa» del Espíritu Santo, en la oración y en la escucha de la Palabra. También con los sacerdotes, los consagrados y los seminaristas, reunidos en Lituania, la dimensión de la constancia parecía ser esencial para la esperanza: estar centrados en Dios, firmemente enraizados en su amor. ¡Qué gran testimonio en esto han dado y todavía dan muchos sacerdotes, religiosos religiosos y religiosas! Sufrieron calumnias, cárceles, deportaciones... pero se mantuvieron firmes en la fe. Insté a no olvidar, a guardar la memoria de los mártires, a seguir sus ejemplos.

Y a propósito de la memoria, en Vilna rendí homenaje a las víctimas del genocidio judío en Lituania, exactamente 75 años después del cierre del gran Gueto, que fue la antesala de la muerte de decenas de miles de judíos. Al mismo tiempo, visité el Museo de la ocupación y la lucha por la Libertad: me detuve en oración justo en las salas donde los opositores al régimen fueron detenidos, torturados y asesinados. Mataron a más o menos cuarenta por noche. Es conmovedor ver hasta qué punto puede llegar la crueldad humana. Pensemos en esto. Pasan los años, los regímenes pasan, pero por encima de la Puerta de la Aurora de Vilna, María, Madre de la Misericordia, continúa cuidando a su pueblo, como una señal de esperanza y consuelo (cf. Concilio Ecuménico Vaticano II, Const. Dogm. Lumen Gentium, 68).

Un signo vivo del Evangelio es siempre la caridad concreta. Incluso donde la secularización es más fuerte, Dios habla con el lenguaje del amor, de la atención, del servicio gratuito a los necesitados. Y luego se abren los corazones y ocurren los milagros: en los desiertos brota una nueva vida. En las tres celebraciones eucarísticas —en Kaunas, Lituania, en Aglona, Letonia y en Tallin, Estonia— el santo pueblo fiel de Dios en camino por esas tierras renovó su «sí» a Cristo nuestra esperanza; lo renovó con María, que siempre se muestra como la Madre de sus hijos, especialmente la que más sufre; lo renovó como un pueblo escogido, sacerdotal y santo, en cuyo corazón Dios despierta la gracia del bautismo.


Recemos por nuestros hermanos y hermanas de Lituania, de Letonia y de Estonia. ¡Gracias!


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Tomado de:

http://w2.vatican.va

El mandamiento principal



P. Adolfo Franco, jesuita.

DOMINGO XXXI
del Tiempo Ordinario

Marcos 12, 28b-34

Acercóse uno de los escribas que les había oído discutir y, advirtiendo lo bien que les había respondido, le preguntó: «¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?» Jesús le contestó: «El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento mayor que éstos.» Le dijo el escriba: «Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que Él es único y que no hay otro fuera de Él, y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.» Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios.» Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas.
Palabra del Señor.

Jesús nos enseña de nuevo qué es lo central, el mandamiento principal en nuestra vida de cristianos.

En esta pregunta que un maestro de la Ley le hace a Jesús, hay muchas cosas importantes que merecen una reflexión. En primer lugar le preguntan a Jesús por los mandamientos de Dios.

¿Qué son estos mandamientos? En realidad ¿Dios ha venido a la tierra para proclamar leyes? O lo que es lo mismo ¿tiene Dios una voluntad manifestada por leyes y mandamientos para guiar la vida de los hombres? Entonces debemos plantearnos nuestra vida así: ¿cómo debo actuar para cumplir la voluntad de Dios? ¿Y es tan importante esto? ¿no basta guiar la vida por la propia voluntad?

Ahí se plantea algo fundamental: la vida humana ¿debe regirse por la voluntad de Dios, para ser “exitosa”? O sea una vida que no realiza el plan de Dios ¿se puede decir que se ha frustrado? Claro que aquí entramos en muchas complicaciones al plantear la vida en términos de éxito y de fracaso. Pero de todas maneras, si Dios es quien nos ha criado, y El se preocupa por nuestro bien, El escoge lo mejor para cada uno. Si El manifiesta su voluntad para cada uno, entonces tendremos que reconocer que es fundamental conocer la voluntad de Dios para cumplirla. Y esto para que nuestra propia vida llegue a la plenitud a la que puede llegar.

Y ahora viene otro asunto ¿cómo conocer la voluntad de Dios? En el Evangelio tenemos una respuesta; la principal respuesta nos ha de venir por toda la Revelación, en que Dios nos habla. La Palabra de Dios es la fuente para conocer lo que Dios nos pide; y ahí están los mandamientos de Dios. Pero hay muchas situaciones de nuestra vida que no están directamente declaradas en la Biblia. Y la voluntad de Dios debe ser buscada ¿cómo buscarla? Hay una reflexión espiritual llamada “discernimiento espiritual” y otra práctica también, la “dirección espiritual”, que nos ayudarán a salir de las tantas dudas que nos pueden venir al buscar la voluntad de Dios. Son ayudas para encontrar la voluntad de Dios en situaciones muy personales. Pero lo central es determinar que buscar la voluntad de Dios y cumplirla, es la tarea central de una existencia cristiana.

Todo esto puede ser complicado o puede aparecer como complicado. Por eso la respuesta de Jesús en este Evangelio simplifica todo: “amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Y amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Este es el resumen luminoso de la voluntad de Dios, de su plan sobre el hombre, de toda su búsqueda. Y esa es la tarea de la vida, la fundamental; la que pone al descubierto si “nos realizamos” o si vivimos una vida equivocada.

Esto tiene una lógica contundente. Y por otra parte en nuestras entrañas llevamos grabado el mandamiento de Dios: hemos sido criados para amar a Dios y al prójimo; y nuestro ser se frustra cuando no amamos de verdad.

Buena tarea para una vida: plantearse en serio ¿cómo voy a amar a Dios de esa forma que me plantea Jesús? Con todo mi corazón, con toda mi alma, con toda mi mente, con todas mis fuerzas. Es decir que mi ser esencialmente, totalmente, con todo lo que soy por dentro y por fuera, tiene que ser un continuo ejercicio de amor. Plantearse como tarea de la vida el amor a Dios, de forma que todo lo demás pase a segundo plano, que quede en la penumbra, y que solo valga en la medida en que se dirige o deriva de ese amor, apasionado, auténtico y total. Vivir amando y vivir para amar a Dios: con todo el corazón, el alma, las fuerzas. Esa forma tan explicita de declarar el mandamiento del amor nos indica la totalidad y la determinación firme de vivir así y para este fin.

Y al prójimo como a nosotros mismos. Buena meta también de la existencia humana en nuestras relaciones con nuestros semejantes: que cada hombre sea visto por mí como un objeto de amor: decidirse a no hacer nada contra el amor, ni de pensamiento, ni de palabra, ni de obra. Y esto en cualquier circunstancia; con el ser que me es simpático y con el que me fastidia, incluso con el que me es hostil. Y esto además es lo que finalmente me dirá si mi amor a Dios mismo es auténtico o no.

Hemos sido hechos por Dios para el amor; eso en el fondo significa el mandamiento. El mandamiento significa cuál es el sentido de la vida humana y en qué consiste la esencia del ser hombre.





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Agradecemos al P. Adolfo Franco, S.J. por su colaboración.
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Los Orígenes: El Éxodo



P. Fernando Martínez Galdeano, S.J.

EL LIBRO DEL ÉXODO

Regreso a las raíces

Según el criterio judío, la Ley de Yahvéh (la Torá) se encuentra en los cinco primeros escritos de la Biblia (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio). Para un judío la Torá es el vínculo esencial entre Dios y el hombre.

A partir del fracaso histórico que supuso la caída del reino del Norte, cuya capital era Samaría (721 a.C.); y más tarde la caída del reino del Sur, cuya capital era Jerusalén (587 a.C.), el pueblo judío, inspirado por sus sacerdotes buscó en sus orígenes las raíces de la identidad que necesitaba para sobrevivir como pueblo; y éstas no podían ser otras sino la salida liberadora de Egipto bajo la protección de Yahvéh y el acontecimiento del monte Sinaí (Horeb); en definitiva, en el reencuentro con su Señor, que había actuado en favor de su pueblo y que podía, sin duda, continuar haciéndolo.

El Pentateuco va desde el comienzo del hombre como hombre hasta la muerte de Moisés, el encargado por Dios para dirigir a su pueblo. En esta relación entre Yahvéh y su pueblo está la esencia de las enseñanzas de la Ley (la Torá). Sus relatos y narraciones no son como unos cuentos para niños. La Torá es fundamentalmente “historia sagrada”, una experiencia de fe de unas gentes que se transformaron en un pueblo “elegido” gracias a ella. Esta fe vivida se expone por medio de relatos. Y en estas narraciones hay discursos, textos jurídicos, normas, prescripciones rituales, etc., pero lo importante es que todo lo que conforma a Israel como nación tiene su origen radical en su encuentro con un Dios que es liberador, y que sigue iluminando su camino y su esperanza en medio de sus muchas incertidumbres.

Cuatro tradiciones

Durante siglos se ha venido atribuyendo a Moisés la paternidad del Pentateuco, pero un análisis detallado realizado por expertos en sagrada Escritura ha dejado al descubierto los anacronismos, repeticiones contrarias, nombres distintos, claras diferencias acerca del nombre de Dios, sobre la forma de comunicarse con ese mismo Dios, sobre el culto, e incluso sobre la amplitud de la conciencia moral, etc.

La conclusión es que fueron muchas las manos que participaron en la formación del Pentateuco. El camino de su redacción ha sido bastante complicado. La hipótesis quizás no definitiva pero sí admitida en la actualidad por la mayoría de los estudiosos es que en la Torá se recogen cuatro tradiciones bien diferenciadas: 1° la yahvista; 2° la elohísta; 3° la deuteronomista; y 4° la sacerdotal.

1. Yahvista
Esta tradición recibe tal nombre porque llama a su Dios, “Yahvéh”. Utiliza antropomorfismos para así describir la figura de Dios. Se mantiene con él una relación muy directa y personal. El pecado del hombre consiste en suplantar a este Dios. Pero él siempre está dispuesto a perdonarle. Su visión es más bien optimista. Sus relatos son vivos, concretos y llenos de imágenes. Esta tradición procede del reino de Judá y es marcadamente monárquica. Pasa a documento escrito en tiempos del rey Salomón (950 a.C.) Textos típicos son como ejemplo de esta tradición: la creación del hombre y de la mujer, y la aparición de su pecado de origen (Gn 2-3), el pecado de Sodoma y Gomorra (Gn 18-19); también el encuentro inspirado y romántico entre Isaac y Rebeca (Gn 24,1-66).

2. Elohísta
La redacción de esta tradición se remonta a fines del siglo IX y comienzos del VIII a.C. Procede del reino del Norte (Israel) y manifiesta las preocupaciones proféticas de Elías, Elíseo, Oseas, etc. La llaman tradición elohísta, porque llama a Dios “Elohim”. Ya no concibe a Dios en forma humana; y no se le puede ver de forma sensible e inmediata. Él se revela por medio de los sueños. Ese Dios transcendente merece un respeto (“temor de Dios”). La visión no es tan optimista como la yahvista. Insiste en el fiel cumplimiento de la voluntad de Dios.

3. Deuteronomista
Esta tradición se forma, al parecer, en el reino del Norte y tras la caída de Samaría (721 a.C.) se refugia en Jerusalén, viniendo a cobrar gran importancia en la época de la reforma del rey Josías (622 a.C.) Está recogida particularmente en el libro del Deuteronomio, cuya redacción definitiva y última se realiza durante el exilio en Babilonia y bajo la influencia de aquella experiencia tan dolo- rosa y humillante (587-538 a.C.) Es el libro del nacionalismo judío (judaísmo).

4. Sacerdotal
Procede esta tradición de los sacerdotes, los cuales se hacen responsables durante el exilio de mantener la fe del pueblo en Yahvéh, a pesar de su gran fracaso como nación. Ya, los judíos desterrados no son identificados por su tierra, sino por su raza y sus instituciones religiosas. Muestran éstas un gran interés por las genealogías, el culto y la Ley. Su estilo es sobrio y preciso. Pertenece a esta tradición sacerdotal, el Levítico, casi toda la segunda mitad del Éxodo y los primeros y últimos capítulos del libro de los Números.


Núcleo histórico del Éxodo

Las familias judías han celebrado “la pascua”, es decir, el tránsito del pueblo hebreo desde la esclavitud a la libertad. Su memoria recuerda un relato que lleva el nombre de “éxodo” (la salida de Egipto). Este gran acontecimiento ha sido obra sin duda de Yahvéh. Y por eso, por lo que ello significa, está en el corazón del pueblo de Israel. Aquella liberación memorable tiene vigencia hoy también entre nosotros cristianos y su sentido es nuevo y fecundo en la alianza de Jesucristo, el Señor.

Es cierto que lo esencial del éxodo es su alcance religioso, pero uno se pregunta para empezar ¿qué es lo que sucedió en realidad? La respuesta no es sencilla, pero parece conveniente dar algunas indicaciones, ya que apuntamos con frecuencia que Dios nos habla mediante los acontecimientos y hechos de nuestra historia concreta.

No parece haber duda alguna de la presencia de tribus de etnia semita en Egipto sobre todo en el segundo milenio a.C. Es más, los faraones que llegaron a dominar Egipto del 1730 al 1550 a.C. tuvieron ese origen racial. Por tanto, no es inverosímil el que varios clanes patriarcales nómadas procedentes de las secas tierras de Canaán emigraran hacia las fértiles y prósperas del Nilo en búsqueda de pastos.

Según un documento de la época, el faraón Ramsés II (1290-1224 a.C.) acometió numerosas obras de construcción y en ellas empleó a la fuerza a muchos israelitas. A esta situación de explotación hace referencia el libro del Éxodo (1,11). Una pintura mural hallada en Tebas, la capital del bajo Egipto durante el segundo milenio, muestra la importancia y dureza del trabajo de la construcción.

MOISÉS PASTOREABA EL REBAÑO DE SU SUEGRO JETRÓ, SACERDOTE DE MADIÁN; LLEVÓ EL REBAÑO TRASHUMANDO POR EL DESIERTO HASTA LLEGAR A HOREB, EL MONTE DE DIOS.
EL ÁNGEL DE YAHVEH SE LE APARECIÓ EN UNA LLAMARADA ENTRE LAS ZARZAS. MOISÉS SE FIJÓ: LA ZARZA ARDÍA SIN CONSUMIRSE. MOISÉS DIJO: VOY A ACERCARME A MIRAR ESTE ESPECTÁCULO ADMIRABLE, A VER CÓMO ES QUE NO SE QUEMA LA ZARZA. VIENDO YAHVÉH QUE MOISÉS SE ACERCABA A MIRAR, LO LLAMÓ DESDE LA ZARZA: MOISÉS, MOISÉS. RESPONDIÓ ÉL: AQUÍ ESTOY. DIJO YAHVÉH: NO TE ACERQUES, QUÍTATE LAS SANDALIAS DE LOS PIES, PUES EL SITIO QUE PISAS ES TERRENO SAGRADO. Y AÑADIÓ: YO SOY EL DIOS DE TUS PADRES, EL DIOS DE ABRAHAM, EL DIOS DE ISAAC, EL DIOS DE JACOB. MOISÉS SE TAPÓ LA CARA TEMEROSO DE VER A DIOS, 
(Ex 3,1-6)

Por otra parte, en tierras de Jordania se descubre una pieza arqueológica de indudable valor, la estela que data del faraón Merneptá (1224-1216 a.C.), sucesor de Ramsés II, en la que se nombra a “Israel” como Israel, por primera vez en un documento egipcio: “...Israel está desolada, su linaje no existe”. Este faraón se enfrentó al pueblo de Israel hacia el año 1220 a.C. Teniendo en cuenta estos datos arqueológicos, la fecha de salida de grupos judíos de tierras egipcias para formar una nación propia suele fijarse hacia el año 1250 a.C.

Dentro de la mentalidad judía respecto de la formación de su pueblo como nación, no hay duda de que algunos de aquellos grupos fugitivos más numerosos fueron perseguidos hasta el mar, y que pudieron escapar de una forma tan inesperada que ella sólo pudo deberse a una intervención misteriosa del Dios de su padre Abraham. En adelante este Dios llevará un nombre inefable: El nombre de “Yahvéh”. Su sentido etimológico no es claro. Se suele traducir como: “Yo soy el que soy” (Ex 3,14), que viene a indicar que el auténtico Dios no tiene nombre humano. Y su significado actual podría ser el de una presencia activa que se descubre caminando con nosotros. Este tal nombre se descubre a Moisés en el episodio de la zarza ardiente (Ex 3,2).

MOISÉS BAJO Y CONTÓ AL PUEBLO TODO LO QUE HABÍA DICHO EL SEÑOR Y TODOS SUS MANDATOS; Y EL PUEBLO CONTESTÓ A UNA: HAREMOS TODO LO QUE DICE EL SEÑOR. MOISÉS PUSO POR ESCRITO TODAS LAS PALABRAS DEL SEÑOR.
SE LEVANTÓ TEMPRANO Y EDIFICÓ UN ALTAR EN LA FALDA DEL MONTE, Y DOCE ESTELAS, POR LAS DOCE TRIBUS DE ISRAEL.
Y MANDÓ A ALGUNOS JÓVENES ISRAELITAS OFRECER AL SEÑOR HOLOCAUSTOS Y VACAS COMO SACRIFICIO DE COMUNIÓN.
(Ex 24,3-5)

Guía del Libro del Éxodo

SOY EL QUE SOY; ÉSTO DIRÁS A LOS ISRAELITAS, (Ex. 3,14)

(1,1-7,7) 
• De la prosperidad al estar oprimidos. • Nacimiento y juventud de Moisés.
• Huida a Madián. • La zarza ardiente. • Misión de Moisés. • Regreso a Egipto.
• Visita al faraón. • Quejas del pueblo. • Renovación de la misión.
• Aarón, intérprete de Moisés.'

(7,8-11,10)
• El cayado se transforma en serpiente. • Primera plaga: el agua convertida en sangre.
• Segunda plaga: las ranas. • Tercera plaga: los mosquitos. • Cuarta plaga: los tábanos. • Quinta plaga: la peste sobre el ganado. • Sexta plaga: las úlceras. • Séptima plaga: el granizo. • Octava plaga: la langosta. • Novena plaga: las tinieblas.
• Anuncio de la décima y última plaga.

(12,1-15,21) 
• Institución de la Pascua. • Los panes ácimos. • Sacrificio del cordero.
• Décima plaga: muerte de los primogénitos. • Salida de Egipto. • Normas sobre la celebración de la Pascua. • Prosigue la marcha. • Persecución del faraón.
• Paso del mar. • Cántico de Moisés.

(15,22-18,27) 
• Las aguas de Mará. • Las codornices y el maná. • El agua de la roca.
• Victoria sobre los amalecitas. • Encuentro con Jetró, suegro de Moisés.
• Institución de los jueces.

(19,1-20,21)
• Llegada al Sinaí. • Manifestación divina. • El decálogo. • Moisés, mediador.

(20,22-24,18) 
• Ley acerca del altar. • Leyes sobre los esclavos, homicidio, propiedad y costumbres varias. • La equidad en los juicios. • Fiestas. • Promesa de bendición. • Ratificación de la Alianza. • Moisés, de nuevo en el Sinaí.

(25,1-27,21)
• Aportaciones para el santuario. • El arca de la Alianza. • La mesa de los panes y el candelabro. *• El tabernáculo o “tienda de la presencia”. • El velo de separación.
• El altar de los holocaustos. • El atrio y el alumbrado.

(28,1-31,18) 
• Las vestiduras sacerdotales. • El “efod”. • El “hosén”. • Manto, túnica y tiara.
• Consagración de Aarón y sus hijos. • Ritual e investidura. • Banquete sagrado.
• El sacrificio cotidiano. • El altar del incienso. • Impuesto del culto. • La pila de bronce. • El óleo de la unción. • El incienso sagrado. • Los artistas del santuario.
• Respeto del sábado.

(32,1-34,35) 
• El becerro de oro. • Ira de Yahvéh y súplica de Moisés. • Este rompe las tablas de la Ley. • Celo de los hijos de Leví. • Orden de partida. • La “tienda del encuentro”. • Petición de Moisés. • Renovación de la Alianza. • Nuevas tablas de la Ley.
• La gloria del Señor reflejada en la cara de Moisés.

(35,1-39,32)
• Ley del sábado. • Construcción del santuario: materiales, ofrendas y artistas.
• El tabernáculo. • El armazón. • El velo. • El arca. • La mesa de los panes.
• El candelabro. • El altar del incienso, el óleo de la unción y el incienso perfumado.
• El altar de los holocaustos y el atrio. • Recuento de gastos. • Ornamentos sacerdotales: “efod”, pectoral, manto y otros vestidos, y la tiara.

(39,33-40,38) 
• Entrega a Moisés de la obra realizada. • Consagración del santuario.
• Toma de posesión. • La “nube” como guía.



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Agradecemos al P. Fernando Martínez, S.J. por su colaboración.
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Intención del Papa Francisco para el mes de noviembre: Al servicio de la paz



DIVERSIDAD DE LENGUAS

P. José Enrique Rodríguez, jesuita.
Párroco de San Pedro, Santuario Arquidiocesano del Sagrado Corazón de Jesús
Lima - Perú.

Universal: Al servicio de la paz.

«Para que el lenguaje del corazón y del diálogo prevalezca siempre sobre el lenguaje de las armas.»


En el mundo se habla en más de siete mil lenguas distintas. En África hay más de mil quinientas. En el Perú se afirma que hubo más de trescientas, aunque el padre José de Acosta eleva el número a setecientas. Nos referimos a los sistemas de comunicación hablados, con escritura o no. Esta variedad nos hace recordar el pasaje de la torre de Babel en el libro del Génesis, relato que responde a la sorpresa de la variedad frente a la unidad ideal que supondría una lengua universal.

Si el límite de la comunicación se redujera a una lengua, idea imposible de alcanzar, estaríamos dejando de lado el lenguaje no verbal, de significación infinita, que no coincide necesariamente con las palabras que representan ideas claras y distintas. El ser humano responde instintivamente a la autodefensa, al ataque, como también a la proximidad y el afecto positivo. Las palabras significan a veces lo que nos proponemos, sin embargo, no necesariamente son comprendidas en nuestro intento y podemos significar exactamente lo contrario.

Blandir las armas en señal de amenaza puede traer la imagen tribal de lanzas, hondas y piedras. Hay otra imagen actual que trae el mismo significado: los misiles intercontinentales con cargas nucleares, los enormes ejércitos preparados para los conflictos armados, los cuarteles tecnificados para mostrar el poderío informático o los laboratorios clandestinos que investigan la guerra química.

La intención que el papa Francisco nos propone para este mes es un desafío a entender lo que supone la construcción de la paz en el mundo y la paz en las relaciones más cercanas. Si el lenguaje es un sistema de comunicación, nos debemos preguntar cómo superamos las formas diversas que hemos creado para amenazar, mantener entornos cerrados, alejarnos e impedir las proximidades que presentimos o afirmamos como amenazantes.

Tememos mostrar el corazón; más aún, nos da pánico salir del campo acotado de la palabra política. Tememos a la misma palabra como vehículo de acercamiento, es decir, al diálogo. Dialogar y ser de verdad humanos es un riesgo. Por eso optamos por la amenaza primitiva que impide siquiera vislumbrar la verdad y nos refugiamos en trincheras ideológicas, partidarias, o de intereses mezquinos. Mientras tanto, los corazones quedan huérfanos y las diatribas son el balbuceo de la regresión a estados anteriores a la humanización.

Hacer prevalecer el lenguaje del corazón y el diálogo posiblemente nos aleja de las comprensiones políticas, sin embargo, nos abre al arte de vivir en la “polis”, en la ciudad, de manera positiva. No se avanza hacia la paz sin el diálogo que trae consigo escuchar, proponer, volver a escuchar, volver a proponer, buscar puntos de contacto y entendimiento, ceder para poder hacer construcciones comunes. Para lograrlo tenemos que estar dispuestos a “escuchar el corazón”, elemento esencial cuando se quiere discernir de manera no mecánica, ya que las máquinas no disciernen sino calculan posibilidades. Se podría poner frente a las razones del corazón de “El pequeño príncipe” de Saint Exupéry, las razones sin corazón de “El príncipe” de Maquiavelo. Entonces podemos examinar qué tipo de sociedad buscamos, hacia dónde queremos llevar al mundo.   

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Agradecemos al P. José Enrique Rodríguez jesuita, por su colaboración.

Los escritos de San Pablo: Las Cartas Pastorales - A Timoteo y a Tito



P. Ignacio Garro, S.J.
SEMINARIO ARQUIDIOCESANO DE AREQUIPA


8. CARTAS PASTORALES

En 1753, Paul Anton llamó por primera vez "pastorales" a las dos cartas a Timoteo y a la carta a Tito.  Desde entonces el nombre se fue haciendo común entre los exegetas. Eso se debió, sin duda, a las características de estas tres cartas. Ellas son, en efecto, escritos dirigidos a quienes gobiernan la Iglesia de Dios como Pastores, para indicarles las líneas fundamentales de su ministerio al servicio del Pueblo de Dios.

8.1. TIEMPO Y LUGAR DE COMPOSICIÓN

Las cartas I Timoteo y Tito fueron escritas después de la primera cautividad romana de Pablo.  Entonces, el Apóstol emprendió un viaje por las regiones del Mediterráneo oriental, tras de haber ido probablemente a España. Era el año 64 - 65. Después de haber dejado a Timoteo en Efeso, 1 Tim 1, 3, y a Tito en Creta, Tit 1, 5, siguió hacia Macedonia. Muy probablemente escribió estas dos cartas en esta región.
La 2ª Carta a Timoteo, en cambio, la escribió desde Roma cuando en el año 66 se hallaba de nuevo prisionero y ya sin esperanzas de librarse de la pena de muerte.

8.2. LA AUTENTICIDAD PAULINA DE LAS CARTAS PASTORALES

A pesar de que desde la antigüedad estas tres cartas han sido atribuidas a San Pablo, no han faltado desde el siglo pasado quienes, han negado su origen paulino, basados en:

  • Estilo diferente, fórmulas poco precisas, vocabulario diverso (de 848 palabras de las tres cartas 306 no se encuentran en las demás epístolas paulinas).
  • Ataque a ideas gnósticas en la carta (el gnosticismo es del S. II).
  • La organización de la Iglesia que aparece en las cartas y que es del S. II también.

Otros han sugerido la hipótesis de fragmentos paulinos desarrollados por algún escritor o incorporados a una redacción personal.
Con todo, la tesis tradicional, que las atribuye a Pablo, sigue siendo la que tiene mas fundamentos extrínsecos - testimonios antiquísimos - y puede resolver las dificultades intrínsecas, que se explicarían:

  • El estilo y vocabulario diferentes: por la diversidad de circunstancias y argumentos y por el probable uso de amanuenses en lugar de escribanos.
  • Las ideas y organización no son del S. II, sino que responden más bien al gnosticismo incipiente del siglo I y a la organización eclesiástica de la misma época.

8.3. IMPORTANCIA DE LAS CARTAS PASTORALES

La importancia de estas cartas radica principalmente en que nos ofrecen noticias preciosas para conocer la organización de la Iglesia primitiva, organización todavía no evolucionada, pero con las bases de su futuro desarrollo. También los consejos, orientaciones y prescripciones dadas a los Pastores de la Iglesia, ofrecen líneas maestras para una espiritualidad pastoral y sacerdotal.


8.4. LA PRIMERA CARTA A TIMOTEO

8.4.1. Destinatario

Timoteo, natural de Listra, nació de padre gentil y madre judía. Se convirtió al cristianismo por la predicación de Pablo en Listra, durante su primer viaje misionero, Hech 14, 6-19; 2 Tim 3, 10-11.  Acompañó a Pablo en su segundo viaje misionero. Fue entonces cuando Pablo, para aplacar a los judíos y porque era hijo de madre judía, lo hizo circuncidar, Hech 16, 2-3. Fue discípulo predilecto de Pablo, que lo llama: "hijo carísimo y fiel en el Señor",1 Cor 4, 17.
Timoteo supo corresponder a esa predilección de Pablo, Filip 2, 22. Estuvo muchos años en compañía del Apóstol.  En las cartas paulinas está frecuentemente asociado a él en los encabezamientos, 1 Tes  1, 1; 2 Tes 1, 1; 2 Cor 1, 1; Rom 16, 21; Col 1, 1; Film 1; Hebr 13, 23. La última mención que se hace de él en el N.T, es en 2 Tim 4, 21: Pablo, prisionero en Roma le pide que lo visite.

8.4.2. Ocasión y finalidad

Pablo, después de haber sido liberado de la primera cautividad, hacia el año 63, viajó a Oriente y dejó a Timoteo en Efeso para organizar y gobernar la Iglesia, 1 Tim 1, 3. Él siguió para Macedonia y desde allí probablemente le escribió esta carta para instruirlo sobre la manera de gobernar esa Iglesia, 1 Tim. 3, 14 ss, y de combatir los nuevos errores, 1 Tim 1, 3; 6, 20.

8.4.3. Plan y contenido

A. EXORDIO: 1, 1-2.
B. PARTE POLEMICA: Exhortación a defender la verdadera doctrina: 1, 3-20.
1. Timoteo frente a los corruptores de la sana doctrina: 1, 3-11.
2. La misión de Pablo y la obra de la gracia en él: 1, 12-17.
3. Nuevamente recuerda a Timoteo la misión que ha recibido: 1, 18-20.
C. PARTE PRACTICA: Manera de organizar la comunidad: 2, 1 - 3, 13.
1. Cómo ordenar el culto: 2, 1-15.
2. Los ministros de la Iglesia: 3, 1-13.
D. PARTE DOCTRINAL Y POLEMICA: La lucha contra los falsos maestros: 3, 14 - 4, 16.
1. La Iglesia de Dios, columna de la verdad: 3, 14-15.
2. El misterio de la piedad: 3, 16.
3. Segunda denuncia de los falsos doctores: 4, 14-15.
E. PARTE PASTORAL: Comportamiento con los diversos miembros de la comunidad: 5, 1-6.
1. Con los ancianos y jóvenes: 5, 1-2.
2. Con las viudas: 5, 3-16.
3. Con los presbíteros: 5, 17-25.
4. Con los esclavos: 6, 1-2.
F. PARTE POLEMICA: Verdaderos y falsos doctores: 6, 3-19.
1. Los falsos doctores: 6, 3-10.
2. Como actuar frente a los falsos doctores: 6, 11-19.
G. EPILOGO: 6, 20-21.



8.5. LA CARTA A TITO

8.5.1. Destinatario
Tito era hijo de padres gentiles. Probablemente se convirtió por la predicación de Pablo, Tit. 1, 4.  Acompañó a Pablo y a Bernabé al Concilio de Jerusalén, y no lo circuncidó porque sus padres eran gentiles Gal 2, 1-5. Por la 2ª Carta a los Corintios sabemos que acompañó a Pablo en el tercer viaje apostólico y que organizó la colecta en favor de los fieles de Jerusalén, 2 Cor 8, 6-24.

8.5.2. Ocasión y finalidad
Después de su primer cautividad romana, Pablo constituyó a Tito Pastor de la Iglesia de la isla de Creta, Tit 1, 5. Para ayudarlo y orientarlo en la organización y gobierno de esa Iglesia, el Apóstol le escribió esta carta. Probablemente desde Macedonia.

8.5.3. Plan y contenido
A).- EXORDIO: 1, 1-4.
B).- LA ELECCION DE LOS MINISTERIOS DE LA IGLESIA: 1, 5-16.
1.- Dotes de los presbíteros y diáconos: 1, 5-9.
2. Índole de los cretenses y de los falsos doctores: 1,10-16.
C).- LOS DEBERES DE CADA UNO DE LOS CRISTIANOS: 2, 1-15.
1.- Los ancianos: 2,1-3.
2.- Los jóvenes: 2, 4-8.
3.- Los esclavos: 2, 9-10.
4 .- Los motivos principales para la vida cristiana: la segunda venida de Cristo: 2, 11-15.
D).- LAS VIRTUDES COMUNES A TODOS LOS FIELES: 3, 1-11.
1.- Obediencia a las autoridades y amor al prójimo: 3, 1-8.
2.- Hay que cuidarse de los herejes: 3, 9-11.
E).- EPILOGO: 3, 12-15.




8.6. LA SEGUNDA CARTA A TIMOTEO

8.6.1. Destinatario

El destinatario de esta carta es el mismo Timoteo, discípulo del Apóstol, del que hablamos anteriormente.

8.6.2. Ocasión y finalidad

Pablo, nuevamente prisionero en Roma, 2 Tim 1, 17; 1, 8.12.16; 2, 9, desea ver a Timoteo, que está en Efeso y le escribe para pedirle que haga ese viaje, 2 Tim 4, 9.21, y traiga consigo a Marcos y algunas cosas que dejó en Tróade, 2 Tim 4, 11.13. Igualmente Pablo desea recordar a Timoteo el ministerio que recibió y lo exhorta a luchar como buen soldado de Cristo por la pureza de la fe, amenazada por muchas desviaciones y atacada por muchos enemigos, 2 Tim 2, 17-18; 4, 14-15.
Esta carta puede ser considerada como el testamento de Pablo, quien se halla próximo a morir.

8.6.3. Plan y contenido

A. EXORDIO: 1, 1-5.
B. HAY QUE PROCLAMAR CONSTANTEMENTE LA FE: 1, 6 - 2, 13.
1. Debe actuar imitando a Pablo y recordando la gracia recibida: 1, 6-18.
2. Debe trabajar, luchar y sufrir por Cristo, para reinar con El: 2,1-13.
C. HAY QUE CUMPLIR FIELMENTE EL MINISTERIO APOSTOLICO: 2,14-4,8.
1. Manera de actuar frente a los falsos doctores presentes y futuros: 2,14 - 3,9.
2. Confortado con el consuelo de las Escrituras les debe oponer la buena doctrina de las Escrituras y la buena doctrina y el buen ejemplo: 3,10-17.
3. Debe cumplir, ante todo, su oficio de evangelizar: 4, 1-8.
D. EPILOGO: 4, 9-22.



Agradecemos al P. Ignacio Garro, S.J. por su colaboración.


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