P. Fernando Martínez Galdeano, jesuita
El libro del Deuteronomio
Este libro se presenta como una serie de discursos de Moisés. Es una ficción literaria que se utilizaba para avalar la autoridad y garantía de un escrito que trataba de recoger y adaptar en una “segunda” ley el espíritu de la “primera”, la del Sinaí. Esta había sido hecha para un pueblo caminante “en marcha” (nómada), pero al parecer no respondía del todo a las diversas necesidades de una nación que se establece en una tierra e intenta organizarse como “nación” respetada por las naciones vecinas.
Antes de la caída de Samaría (721 a.C.) brota ya esta preocupación en el reino del Norte, que era una tierra fértil y dedicada en buena parte a la agricultura. Profetas como Elías, Amos y particularmente Oseas influyen en la redacción primitiva de esta segunda ley a cargo de los levitas. Muchos de éstos se refugian en Jerusalén luego de la ocupación de las tierras de Samaría por los conquistadores asirios.
Cuando en tiempos del reinado del rey Josías (622 a.C.) se llevan a cabo obras en el templo de Jerusalén, se descubre la existencia de este segundo cuerpo de leyes (2Re 22). Josías la propone como fundamento de su reforma religiosa y política. Esta línea de reforma es la médula que da vida a este libro del Deuteronomio.
Como ya lo hemos indicado más arriba, el escrito del Deuteronomio es punto de partida de toda una tradición de pensamiento que trata de releer la historia desde el fracaso y la frustración de los reinos del Norte y del Sur. El exilio prueba esta tesis con su interpretación teológica y marca una dirección hasta cierto punto novedosa con la finalidad primordial de superar la crisis de la identidad colectiva de Israel.
El Deuteronomio insiste en el
“Yahvéh nuestro Dios’' (1,10), y subraya que Israel es su pueblo elegido. Sus habitantes serán como unos
“hermanos” (1,16). Este dios es un Dios celoso de los ídolos extranjeros. La tierra es un don y un regalo suyo. El Deuteronomio urge al cumplimiento de la ley de Dios (4,40), para así no perder esa tierra
“de trigo y cebada, de viñas, higueras y granadas, tierra de olivares, de aceite y de miel” (8,7-8). Tiende a una centralización del culto (cap. 12) y de la fiesta central de la pascua (cap. 16). Pero, en definitiva, el Deuteronomio es el libro del judaísmo; no una nueva ley sino una nueva forma de guardar y renovar la antigua.
ENTONCES, TÚ DIRÁS ANTE EL SEÑOR, TU DIOS: MI PADRE FUE UN ARAMEO ERRANTE, QUE BAJÓ A EGIPTO, Y SE ESTABLECIÓ ALLÍ, CON UNAS POCAS PERSONAS. PERO LUEGO CRECIÓ, HASTA CONVERTIRSE EN UNA RAZA GRANDE, POTENTE Y NUMEROSA. LOS EGIPCIOS NOS MALTRATARON Y NOS OPRIMIERON, Y NOS IMPUSIERON UNA DURA ESCLAVITUD. ENTONCES CLAMAMOS AL SEÑOR,
DIOS DE NUESTROS PADRES; Y EL SEÑOR ESCUCHÓ NUESTRA VOZ, MIRÓ NUESTRA OPRESIÓN, NUESTRO TRABAJO Y NUESTRA ANGUSTIA. EL SEÑOR NOS SACÓ DE EGIPTO CON MANO FUERTE Y BRAZO EXTENDIDO, EN MEDIO DE GRAN TERROR, CON SIGNOS Y PORTENTOS. NOS INTRODUJO EN ESTE LUGAR, Y NOS DIÓ ESTA TIERRA, UNA TIERRA QUE MANA LECHE Y MIEL, (Dt 26,5-9)
ESTOS MANDATOS SON VUESTRA SABIDURÍA Y VUESTRA INTELIGENCIA A LOS OJOS DE LOS PUEBLOS QUE, CUANDO TENGAN NOTICIA DE TODOS ELLOS, DIRÁN: CIERTO QUE ESTA GRAN NACIÓN ES UN PUEBLO SABIO E INTELIGENTE. Y, EN EFECTO, ¿HAY ALGUNA NACIÓN TAN GRANDE QUE TENGA LOS DIOSES TAN CERCA COMO LO ESTÁ EL SEÑOR DIOS DE NOSOTROS SIEMPRE QUE LO INVOCAMOS? Y, ¿CUÁL ES LA GRAN NACIÓN, CUYOS MANDATOS Y DECRETOS SEAN TAN JUSTOS COMO TODA ESTA LEY QUE HOY OS DOY? (Dt 4,6-8)
ESCUCHA, ISRAEL: EL SEÑOR NUESTRO DIOS ES EL ÚNICO SEÑOR. AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN, CON TODA EL ALMA Y CON TODA TU FUERZA. (Dt 6,4-6)
Guía del Libro del Deuteronomio
(1,1-4,40)
• Primer discurso de Moisés. • Moisés recuerda la institución de los jueces. • Incredulidad en Cadés. • Instrucciones de Yahvéh. • De Cadés al Arnón. • Conquista de los territorios de los reyes Sijón y Og. • Reparto de Transjordania. •
Ultimas disposiciones de Moisés. • Exhortación. • Recuerdo del Horeb. • Huir de la idolatría. • Elección divina.
(4,41-1-1,32)
• Segundo discurso de Moisés. • El decálogo. • Mediación de Moisés. • Fidelidad y amor de Yahvéh. • Un pueblo elegido. Un Dios poderoso. • La prueba del desierto. • El don de la tierra prometida. • La victoria es de Yahvéh. • Pecado de Israel e intercesión de Moisés. • El arca de la Alianza y la elección de Leví. • La circuncisión del corazón. • Promesas y advertencias. • Conclusión.
(12,1-26,15)
• Código deuteronómico. • Un santuario único. • Sobre los sacrificios. • Evitar la idolatría. • Animales puros e impuros. • Diezmos. • Año sabático. • Fiestas. • Sobre los jueces, el rey, sacerdotes, levitas y profetas. • El homicidio y las ciudades de asilo. • Los testigos. • La ley del Talión y la guerra. • El homicida desconocido. • Relaciones familiares. • Prescripciones diversas. • Delitos sexuales. • Pureza de la asamblea y del campamento. • Divorcio y matrimonio. • El levirato. • Equidad. • Primicias. • Diezmo trienal. • Israel, pueblo de Yahvéh. (27,1-28,69) • Conclusión del segundo discurso de Moisés. • Inscripción de la ley. • Rito de maldiciones. • Las bendiciones prometidas. • Las maldiciones. • Perspectivas de guerra y destierro.
(29,1-30,20)
• Tercer discurso de Moisés. • Recuerdo del éxodo y de la alianza. • La alianza abarca a las generaciones futuras. • Misericordia de Dios. • Los dos caminos.
(31,1-32,47)
• Ultimas disposiciones. • Misión de Josué. • Lectura ritual de la ley. • Instrucciones de Yahvéh. • Autoridad de la Ley. • Cántico de Moisés.
(32,48-34,12)
• Moisés contempla la tierra prometida. • Bendiciones de Moisés.
¡MIRAD!: YO HE PUESTO ESTA TIERRA ANTE VOSOTROS; ID A TOMAR POSESIÓN DE LA TIERRA QUE YAHVÉH JURÓ DAR A VUESTROS PADRES ABRAHAM, ISAAC Y JACOB, Y A SU DESCENDENCIA DESPUÉS DE ELLOS. (Dt 1,8)
LOS MANUSCRITOS DE QUMRÁN (I)
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Cueva o gruta de manuscritos de Qumrán |
No fue un pastor de cabras sino un beduino contrabandista el que descubrió en agosto de 1947 la primera de las once grutas de Qumrán. En aquella primera gruta este hombre encontró una serie de vasijas de barro. Una de ellas, la más pequeña y sellada con cuidado, contenía tres rollos de cuero empaquetados en tela, que resultaron ser unos manuscritos en hebreo.
Un zapatero sirio-cristiano de Belén que también se ocupaba de antigüedades compró los tres rollos por cinco dólares. Se los llevó al metropolita Mac Samuel (también sirio-cristiano) en Jerusalén. Este se interesó y le dió menos de 100 dólares (97,20 $) a cambio de los rollos. Los americanos compraron al metropolita los derechos fotográficos por 300 dólares y el profesor Sukenik de la Universidad Hebrea le pagó 6.075 dólares por los rollos.
Pero el metropolita que estaba bien relacionado con los beduinos había conseguido cuatro rollos más. Al fin, luego de una historia de película, logró venderlos gracias a un anuncio en el periódico " Wall Street Journal" (junio de 1954). Un banco adquirió el lote por 250.000 dólares.
Más tarde (13/02/1955) se supo que el Estado de Israel poseía los siete grandes manuscritos de la cueva N° 1. Estos son: dos copias del libro de Isaías; una especie de "Génesis apócrifo"; la "Regla de la Comunidad"; la "Regla de la Guerra"; una colección de "Himnos"; y un comentario de Habacub. Estos siete manuscritos se conservan en el llamado "Santuario del Libro',' diseñado expresamente para ellos, como parte destacada del Museo de Israel de Jerusalén.
LOS MANUSCRITOS DE QUMRÁN (II)
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Vasija de barro con manuscritos de Qumrán |
Desde 1952 a 1956 se fueron descubriendo otras "cuevas de manuscritos'.' Hoy día se tienen miles de fragmentos (algunos miden metros, en contraste con otros minúsculos) de unos 800 manuscritos distintos, en posesión de diversas instituciones oficiales y privadas con investigadores dedicados a su estudio exhaustivo. Una gran parte de todo este material ya ha sido publicado en diferentes lenguas.
Se trata de una copiosa biblioteca de manuscritos en la que además de los referentes a libros bíblicos conocidos, y los de uso normativo de la comunidad poseedora de esta biblioteca, hay fragmentos que apuntan a obras ignoradas e inspiradas en textos bíblicos pero que desarrollan un contenido bastante especulativo, entremezclado con otras tradiciones.
No faltan, además, textos astronómicos, calendarios y horóscopos. En uno de los rollos formado de láminas de cobre, aparece una lista de tesoros escondidos no sé sabe dónde.
LOS MANUSCRITOS DE QUMRÁN (III)
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Uno de los rollos de manuscrito de Qumrán |
Toda esta importante biblioteca hallada en las cuevas de Qumrán pertenecía a una comunidad residente en la zona (N.O. del mar Muerto). Los arqueólogos han dejado al descubierto las ruinas de un monasterio cuyos miembros vivieron en comunidad desde mediados del siglo II a.C. hasta la destrucción de Jerusalén por las tropas de Vespasiano (68 d.C.)
En su mayoría célibes, los miembros de aquella comunidad, en principio de origen sacerdotal, se sentían críticos del Templo de Jerusalén. Ellos se consideraban a sí mismos como "los puros'.' Habían sido dirigidos por un gran "maestro de justicia" (de santidad). Su regla se centraba en el perfecto cumplimiento de la Ley; y sus infidelidades a ella recibían el castigo debido.
Sus ritos principales eran purificatorios (a base de agua). Vivían en una actitud apocalíptica, a la espera de los últimos tiempos en los que la luz habría de vencer y superar a las tinieblas. La figura del Mesías que tendría que venir, se representaba tanto bajo la manifestación de un guerrero, como de un rey y de un sacerdote.
Parece ser que esta disidente comunidad de Qumrán, la comunidad de unos "segregados", escondía su raíz en un grupo denominado como "los esenios", surgido en tiempos de los Macabeos, junto con el de los fariseos y el de los saduceos (véase más arriba).
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Agradecemos al P. Fernando Martínez, S.J. por su colaboración.Para acceder a las publicaciones anteriores acceder AQUÍ.