Letanías del Corazón de Jesús - 6º al 10º

De todos es bien conocida la devoción personal del beato Juan Pablo II al Corazón de Jesús, incluso antes de que lo eligieran Papa, y de hecho, como él mismo ha confesado, ya desde su adolescencia.
Cuando era Cardenal Arzobispo de Cracovia, con ocasión de la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús (celebrada en Polonia antes que en ningún otro sitio), en una carta pastoral del 11 de junio de 1985 hace referencia a las Letanías y cita la que parece ser su invocación preferida: Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad.
En su primera encíclica, ya de Papa, vuelve a citar la misma expresión, "fuente de vida y santidad", refiriéndose a la Eucaristía, pero da como su fuente las Letanías del Corazón de Jesús. En otras ocasiones ha citado también esta misma invocación con más frecuencia que otras.
El beato Juan Pablo II contaba frecuentemente, en distintas ocasiones y en circunstancias diferentes, muchos aspectos del misterio del amor de Cristo bajo el simbolismo de su Corazón; y entre las prácticas tradicionales de devoción, las letanías son, sin duda, una de sus preferidas, que ha recomendado a otros a menudo.
El 20 de junio de 1979, durante su primer año como Papa, en una audiencia general sobre el tema; Aprendamos a leer el misterio del Corazón de Jesús, el beato Juan Pablo II decía:
"Las preciosas Letanía del Corazón de Jesús se componen de muchas palabras semejantes, más aún, exclamaciones de admiración ante la riqueza del Corazón de Cristo. Meditémoslas con atención este día" (Solemnidad del Corazón de Jesús). Carl J. Moell, S.J.
Continuamos compartiendo las meditaciones de las Letanías realizadas por el beato Juan Pablo II, en esta oportunidad desde la 6º a la 10º:

6º - Corazón de Jesús, Tabernáculo del Altísimo, ten piedad de nosotros.
7º - Corazón de Jesús, Casa de Dios y Puerta del Cielo, ten piedad de nosotros.
8º - Corazón de Jesús, lleno de bondad y de amor, ten piedad de nosotros.
9º - Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad, ten piedad de nosotros.
10º - Corazón de Jesús, horno ardiente de caridad, ten piedad de nosotros.


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