El pueblo que andaba a oscuras vio una luz intensa.
Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha
dado.
Y se llamará Admirable-Consejero, Dios-Poderoso,
Siempre-Padre. Príncipe de Paz.
Grande es su señorío y la paz no tendrá fin.
(Is 9,1.5-6)
Y se llamará Admirable-Consejero, Dios-Poderoso,
Siempre-Padre. Príncipe de Paz.
Grande es su señorío y la paz no tendrá fin.
(Is 9,1.5-6)
Que en el Año de la fe Dios conceda a todos la alegría de su luz y la fuerza y seguridad de su amor.
Navidad de 2012.
A todos con afecto,
José Ramón, S.J.
y Equipo Editor.
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