Servir con el estilo de José
Este mes el Papa Francisco nos invita a que recemos por los diáconos, para que fieles al servicio de la Palabra y de los pobres, sean un signo vivificante para toda la Iglesia. ¿Qué es esto de ser signo vivificante para toda la Iglesia? ¿De qué modo acompañar este mes el pedido del Santo Padre en la propia vida cotidiana? Pienso que puede ayudarnos meditar sobre la idea de “servicio que dé vida a otros”.
Una primera intuición es que nuestro servicio debe dar vida, es decir, debe ayudar a hacer presente la Vida que el Señor nos regala. Servicio que nutra, que ayude a crecer, que permita hacer brotar, que sea signo de la Vida en abundancia de Cristo Vivo.
Una segunda intuición es que este servicio debe ser vivido en el marco del propio carisma, de la propia vocación, y las propias elecciones. Pues no se trata de servir en tal o cual lugar por ser más santo, o en un determinado estado porque sea más perfecto que otro. Toda realidad es oportunidad
de servicio. Se trata de asumir el servicio como un estilo de vida, como una ofrenda continua de nosotros mismos en cada cosa que emprendamos. Ya sea que nos convoque el trabajo, la diversión, el estudio, la familia, la comunidad, en todo momento y en toda ocasión servir no sólo dando cosas sino poniendo de nosotros en lo que hacemos. Gastando la vida, entregando el corazón con amor y generosidad. El servir debe ser una pasión, debemos apasionarnos por servir y amar en todo momento y en toda circunstancia.
Y una tercera intuición será que este estilo de servicio ha de estar lejos de los escenarios, los espejitos de colores y los aplausos. Será un servicio consistente y sólido tanto como oculto, discreto y sencillo.
Es aquí donde nos puede ayudar traer la figura de San José para contemplar un estilo de servicio
que nos ayude a comprender con el corazón estas intuiciones. El Papa Francisco nos dice que:
“al igual que San José, una vez que hemos oído la voz de Dios, debemos despertar, levantarnos y actuar. En la familia hay que levantarse y actuar. La fe no nos aleja del mundo, sino que nos introduce más profundamente en él. Es muy importante… José escuchó al ángel del Señor, y respondió a la llamada de Dios a cuidar de Jesús y María. De esta manera, cumplió su papel en el plan de Dios, y llegó a ser una bendición, no sólo para la Sagrada Familia, sino para toda la humanidad.Con María, José sirvió de modelo para el niño Jesús, mientras crecía en sabiduría, edad y gracia”.San José es la persona del servicio, es quien desde su familia sirvió a la humanidad entera cuidando con amor y sencillez al Hijo de Dios. Te invito a que pongas en sus manos y bajo su cuidado a todos los diáconos del mundo y que sea San José quien te inspire a en todo amar y servir.
MARÍA BETTINA RAED
CO – COORDINADORA INTERNACIONAL
CLICK TO PRAY
Fuente: Revista virtual RED MUNDIAL DE ORACIÓN DEL PAPA, MAYO 2020, Nº43.
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