P. Fernando Martínez Galdeano, S.J.
GUÍA DEL LIBRO DE LOS SALMOS
• 1: Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados. • 2: Tú eres mi hijo; yo te he engendrado hoy. • 3: Tú, Señor, eres mi escudo y mi gloria. • 4: Tú sólo, Señor, me haces vivir tranquilo. • 5: Desde que amanece escuchas mi voz. • 6: El Señor ha oído mi súplica. • 7: Señor,
Dios mío, en tí busco justicia. • 8: ¡Qué admirable es tu nombre en toda la tierra! • 9 (9-10): Dios rechaza a los impíos y acoge a los humildes. • 10(11): Los buenos verán su rostro.
• 11 (12): Las palabras del Señor son palabras sinceras. • 12 (13): ¿Hasta cuándo he de andar angustiado? • 13 (14): Dice en su corazón el insensato, ¡no hay Dios! • 14 (15): Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda? • 15 (16): Tengo siempre presente al Señor, con él a mi derecha no vacilaré.
• 16 (17): No encontrarás malicia en mí. • 17 (18): Yo te amo Señor, tú eres mi fortaleza.
• 18 (19): A toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje. • 19 (20): Nosotros invocamos el nombre del Señor, Dios nuestro. • 20 (21): Que surja, Señor, tu fuerza y tu poder.
• 21 (22): Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? • 22 (23): El Señor es mi pastor, nada me falta. • 23 (24): Este es el grupo que busca al Señor. • 24 (25): Señor, enséñame tus caminos, instruyeme en tus sendas. * 25 (26): Tengo ante los ojos tu bondad y camino en tu verdad.
• 26 (27): El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? • 27 (28): Del Señor he recibido ayuda; mi corazón se alegra y le canta agradecido. • 28 (29): La voz del Señor es poderosa. • 29 (30): Señor, Dios mío, a tí grité y tú me curaste. • 30 (31): Sed fuertes y valientes de corazón, los que esperáis en el Señor.
• 31 (32): Dichoso el que siente olvidada su culpa y perdonado su pecado. • 32 (33): Los ojos del Señor están puestos en sus fieles. • 33 (34): Proclamad conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nombre. • 34 (35): Despierta, levántate, Dios mío, Señor mío, defiende mi causa.
• 35 (36): En tí está la fuente viva, y tu luz nos hace ver la luz. • 36 (37): Mejor es ser honrado con poco que ser malvado en la opulencia. • 37 (38): No me abandones, Señor, Dios mío, no te quedes lejos. • 38 (39): Señor, dame a conocer la medida de mis años para que comprenda lo frágil que soy.
• 39 (40): Aquí estoy para hacer tu voluntad. • 40 (41): Ei Señor me sostendrá en el lecho del dolor.
• 41 (42): Mi alma tiene sed del Dios vivo. • 42 (43): Me acercaré al altar de Dios, al Dios de mi alegría. • 43 (44): ¿Por qué nos escondes tu rostro y olvidas nuestra desgracia y opresión?
• 44 (45): Recito mis versos a un rey. • 45 (46): El Dios fuerte y poderoso está con nosotros.
• 46 (47): Dios es el rey del mundo. • 47 (48): Tu diestra está llena de justicia. • 48 (49): Dios me salva y me lleva consigo. • 49 (50): Cumple ante Dios lo que le prometiste. • 50 (51): Mi sacrificio es un espíritu quebrantado.
• 51 (52): Confío en la misericordia de Dios por siempre jamás. • 52 (53): Dios observa desde el cielo para ver si hay alguien que le busca. • 53 (54): Te ofreceré un sacrificio voluntario. • 54 (55): Dios mío, escucha mi oración; me agitan mis ansiedades. • 55 (56): En Dios confío y no temo. • 56 (57): Invoco al Dios del cielo que hace tanto por mí. • 57 (58): ¿Acaso los poderosos dan sentencias justas?
• 58 (59): Yo cantaré tu fuerza y por la mañana aclamaré tu misericordia. • 59 (60): Auxílianos tú, pues la ayuda del hombre es inútil. • 60 (61): Te invoco desde el confín de la tierra con el corazón abatido.
• 61 (62): De Dios es la fuerza; tuyo, Señor, el amor. • 62 (63): Mi alma está sedienta de tí.
• 63 (64): El justo se alegra con el Señor. • 64 (65): Nos vence el peso de nuestras rebeldías, pero tú las perdonas. • 65 (66): Nos pusiste a prueba, nos refinaste como retinan la plata. • 66 (67): Oh Dios, que te alaben los pueblos. • 67 (68): Es un Dios que salva, nos hace escapar de ia muerte.
• 68 (69): Espero compasión, y no la hay; consoladores y no los encuentro. • 69 (70): Señor, date prisa en socorrerme. • 70 (71): Fuiste mi esperanza desde mi juventud.
• 71 (72): Que en sus días florezca la justicia y la paz. • 72 (73): Para mí, lo bueno es estar junto a Dios. • 73 (74): Acuérdate del pueblo que adquiriste desde antiguo. • 74 (75): Sólo Dios gobierna.
• 75 (76): Cuando Dios se levanta para salvar a los humildes. • 76 (77): ¿Es que Dios se ha olvidado de su bondad? • 77 (78): Le adulaban con sus bocas, pero sus lenguas mentían. • 78 (79): ¿Por qué han de decir, dónde está su Dios? • 79 (80): Ven, Señor, a visitar tu viña. • 80 (81): No tendrás un Dios extraño.
• 81 (82): Dios se levanta en la asamblea y juzga. • 82 (83): Que los pueblos reconozcan que tú sólo, Señor, eres excelso. • 83 (84): Vale más un día en tus atrios que mil en mi casa. • 84 (85): La fidelidad brota de la tierra, y la justicia mira desde el cielo. • 85 (86): Mantén mi corazón entero en el respeto de tu nombre. • 86 (87): Cosas magníficas se dicen de ti, ciudad de Dios. • 87 (88): Mi vida está al borde de la muerte. • 88 (89): Anunciaré tu fidelidad por todas las edades. • 89 (90): Baje a nosotros la bondad del Señor. • 90 (91): Al amparo del Dios fuerte.
• 91 (92): ¡Qué magnificas son tus obras, Señor, qué profundos tus designios! • 92 (93): Estás firme desde siempre y tú eres eterno. • 93 (94): Dichoso el hombre a quien tú educas. • 94 (95): El es nuestro Dios, y nosotros su pueblo. • 95 (96): Cantad al Señor un cántico nuevo. • 96 (97): Amane¬ce la luz para el justo, y la alegría para los rectos de corazón. • 97 (98): El Señor revela a las naciones su justicia. • 98 (99): Nuestro Dios es santo. • 99 (100): Su misericordia es eterna. • 100 (101): Voy a cantar la bondad y la justicia.
• 101 (102): Tú, en cambio, eres siempre el mismo, tus años no se acabarán. • 102 (103): ¡Bendice, alma mía, al Señor! • 103 (104): ¡Cuántas son tus obras, Señor! • 104 (105): Se acuerda de la palabra dada, por mil generaciones. • 105 (106): Dad gracias al Señor porque es bueno. • 106 (107): Quien sea sabio, que recoja los hechos y comprenda la misericordia del Señor. • 107 (108): Con Dios haremos proezas. • 108 (109): ¡Sálvame por tu bondad! • 109 (110): Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec. • 110 (111): Grandes son las obras del Señor.
• 111 (112): Dichoso quien respeta al Señor. *112 (113): Alabad el nombre del Señor.
• 113A (114): En su presencia se estremece la tierra. • 113B (115): Nuestro Dios está en el cielo.
• 114 (116,1-9): Caminaré en la presencia del Señor, en el país de la vida. «115 (116,10-19): ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? *116 (117): Su fidelidad dura por siempre.
• 117 (118): Este es el día en que actuó el Señor; sea nuestra alegría y nuestro gozo.
• 118 (119): Dichoso el que camina en la voluntad del Señor. «119 (120): Líbrame, Señor, de los labios mentirosos. • 120 (121): El auxilio me viene del Señor.
• 121 (122): ¡Qué alegría cuando me dijeron, vamos a la casa del Señor! • 122 (123): A tí levanto mis ojos. • 123 (124): Hemos salvado la vida como un pájaro de las manos del cazador. • 124 (125): Los que confían en el Señor son como el monte Sión. • 125 (126): Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares. • 126 (127): Si el Señor no construye la casa... • 127 (128): Que el Señor
te bendiga. • 128 (129): Son como la hierba del tejado. • 129 (130): Mi alma aguarda al Señor, más que el centinela la aurora. • 130 (131): Como un niño en brazos de su madre.
• 131 (132): A uno de tu linaje pondré sobre tu trono. • 132 (133): ¡Qué bueno el que vivan los hermanos unidos! • 133 (134): Alzad vuestras manos hacia el santuario. • 134 (135): Tu recuerdo de edad en edad. • 135 (136): Dad gracias al Dios del cielo. • 136 (137): ¡Cómo cantar un cántico del Señor en tierra extraña! • 137 (138): El Señor es excelso, pero se fija en el humilde. • 138 (139): Tú me sondeas y me conoces. • 139 (140): El Señor hace justicia al afligido. • 140 (141): Mis ojos están vueltos hacia tí.
• 141 (142): Atiende a mis clamores que estoy agotado. • 142 (143): Tu espíritu que es bueno, me guíe por tierra llana. • 143 (144): Señor, ¿qué es el hombre para que te fijes en él? • 144 (145): Día tras día te bendeciré. • 145 (146): Alabaré al Señor mientras viva. • 146 (147,1-11): Nuestro Dios merece una alabanza armoniosa. • 147 (147,12-20): Con ninguna otra nación obró así. • 148: Alaben el nombre del Señor, el único nombre sublime. • 149: Resuene su alabanza en la asamblea de los fieles.
• 150: Todo ser que respira alabe al Señor.
...
Agradecemos al P. Fernando Martínez, S.J. por su colaboración.
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