Continuación...
11.- EL GRAN CONVENTO Y EL BUREAU INTERNACIONAL
Son dos asociaciones masónicas de último grado. Son lugares donde se toman las grandes decisiones y estrategias de la masonería a nivel mundial y que son acatadas escrupulosamente por todas las Logias del Mundo.
La masonería también tiene sus insignias y distintivos, muy largos de enumerar y muy prolijos en su significación simbólica. Es toda una parafernalia de signos, símbolos, escudos, utensilios de albañilería, de arquitectura y todo cuanto uno se pueda imaginar y les sirve como medio para expresar esa finalidad esotérica, iniciática y misteriosa con que cubren casi todos sus actos. Como se puede apreciar a través de todo cuanto llevamos descrito, la masonería es una buena muestra de sincretismo, de signos, símbolos y todo cuanto pueda significar misterio y secreto.
12.- SINTESIS DOCTRINAL DE LA MASONERIA
Una vez que hemos descrito la larga historia y organización interna de la masonería, ahora queremos describir de manera sintética algunos aspectos de la doctrina inherente que contiene la doctrina filosófica masónica 66.
Para conocer la doctrina masónica, sus incambiables principios, sus pequeños y grandes misterios, es indispensable estudiar su misma documentación oficial: Las Constituciones, los Reglamentos Generales, Las Leyes Penales, los Códigos Procesales, los Estatutos de las Logias, los Rituales de cada Grado masónico, con sus respectivos Catecismos, Deliberaciones y Resoluciones, de su reuniones (tenidas) y Congresos, así como las Declaraciones de Principios de tales encuentros. Los informes ofrecidos a continuación se basan exclusivamente en este tipo de documentación.
La información se hará solamente sobre algunos puntos o aspectos de la "doctrina masónica", siendo conscientes que dejamos un gran material de otros aspectos referentes a juramentos, secretos y otras normas férreas de la masonería. Téngase también en cuenta que la doctrina aquí expuesta es la de al masonería reconocida como "regular" por la Gran Logia de Inglaterra. 67
a.- Dios, o La Fuerza Superior
Los documentos oficiales de la masonería están encabezados por la sigla: A.L.G.D.G.A.D.U. : A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo. También lo denominan como un principio de la existencia, de una "Fuerza Superior", reconocida bajo el nombre de "Gran Arquitecto del Universo" (GADU). En el Ritual de iniciación de iniciación al Grado 13º (del rito Escocés Antiguo y aceptado), el Gran Maestro recuerda al candidato:
"Cuando fuiste iniciado en nuestra Orden manifestasteis la idea de Dios según vuestro criterio y en armonía con vuestras creencias religiosas. Aunque aprobando nosotros vuestra manera de pensar sobre este importante asunto, deseamos que os sirváis ampliar aquellas primeras opiniones acerca de la existencia de Dios, y deciros si habéis establecido alguna modificación a cuanto entonces expresasteis, como consecuencia de los estudios masónicos o de los dictados de vuestra conciencia. Los masones no pueden fomentar la existencia de Dios en el concepto sometido al efecto por las religiones positivas, porque en este caso tendrían que mostrarse partidarios de una u otra creencia religiosa, y bien sabéis que esto se opondría al principio de máxima libertad consignada en sus estatutos".
Los masones cuando hablan de Dios se refieren al Gran Arquitecto del Universo, pero ¿qué entienden los masones cuando hablan del Gran Arquitecto del Universo? (GADU). La Asociación Masónica Internacional (AMI) se reunió en 1927 para tratar este tema y sometieron a votación algunas conclusiones a fin de lograr la armonía y reunificar las distintas tendencias dentro de la masonería, y aclarar qué es lo que entendían por el Gran Arquitecto del Universo. De 19 votos 17 a favor y 2 en contra para denominar al Gran Arquitecto del Universo como: "Un Principio Superior e Ideal denominado generalmente GADU".
Como no hay conocimiento alguno objetivo de Dios en el sentido de la idea personal de Dios, propia del teísmo, el Gran Arquitecto del Universo es un "ello", neutro, indefinido y abierto a cualquier forma de entenderlo. Para los masones GADU no es un Dios personal. Es un Dios, impreciso, indefinido, una fuerza constructora y sabia. En otras palabras en el mejor de los casos el GADU es propia de una idea filosófica deísta 68, préstamo de los pensadores ingleses del S. XVIII, es una especie de Arquitecto que existe, que hizo la creación, pero dejó su realización concreta a los maçones, o albañiles y obreros que son los actuales masones, para que ultimen y perfeccionen la obra de GADU. Así, la esencia y la trascendencia de Dios no es ontológica, substancial, es decir, real, fundamento primero y último de todas las cosas, como decimos en el cristianismo, sino un Dios lejano que no tiene nada que ver con el Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo. El Dios de los masones es un dios "deísta", es decir, que puede valer para cualquier idea de Dios. No es el Dios cristiano que nos reveló Jesucristo.
Jesucristo: "El Gran Silenciado".
Es curioso observar cómo dentro de las ideas y creencias masónicas Jesucristo no es nombrado nunca para nada. Esta actitud premeditada se la puede denominar como el Gran Silencio sobre Jesucristo. En las creencias masónicas deístas con un concepto de la divinidad tan lejano de la creación y de los hombres, no cabe la figura de Jesucristo que es verdadero Dios y que se hizo verdadero hombre para salvarnos del poder del pecado y de la muerte. En los escritos, doctrinas y filosofía masónicas no se habla de Jesucristo ni de su Evangelio de salvación, no se menciona la esencia del evangelio que es la proclamación de que el Reino de Dios está cerca o dentro de nosotros, y que Jesucristo es el Rey de ese Reino. No se habla de la muerte de Cristo y su Resurrección gloriosa. Esta afirmación de la Revelación no es aceptada o entendida por los masones. Por eso la figura real y verdadera de Jesucristo como Hijo de Dios, enviado por Dios Padre como Salvador y Redentor del género humano es silenciada de una manera consciente por las creencias masónicas. El no hablar para nada de El es la mejor manera de rechazarlo. Es no querer reconocer la verdadera Revelación que el verdadero Dios ha hecho en su verdadero Hijo y esto va en contra de las especulaciones o generalizaciones del dios (GADU) masónico.
b.- El Principio del Libre Pensamiento
Es sagrado e inviolable, en todo ser humano, el derecho de pensar libremente. Se defiende una libertad total, absoluta, un derecho universal, ilimitado de creer lo que se quiera y como se quiera o también no creer en nada, ni en nadie (sólo se cree en la masonería). Es un derecho declarado anterior y superior a todas las creencias religiosas. Sustentar lo contrario a esta idea básica masónica, es tiranía, prejuicio, superstición, opresión, injusticia, dictadura. La permanente lucha contra todo eso, es precisamente proclamada como uno de los fines de la Orden masónica. (Es curioso, en este caso los masones, predican y promulgan la irrestricta libertad de pensamiento, de creencias, etc., etc., pero una vez dentro de la masonería, su doctrina, filosofía, reglamentos, etc., etc., se convierten en dogmas que todos deben de vivir y cumplir a rajatabla, de lo contrario serán juzgados y castigados).
c.- Principio de la Tolerancia
"La masonería afirma el principio de la tolerancia mutua, para que sean respetadas las convicciones, la dignidad y la autonomía del individuo como personalidad humana", declara uno de los principios de la Masonería. En los libros de propaganda masónica son muy comunes afirmaciones como esta:
"La masonería tiene por principio la tolerancia mutua, y, sin imponer dogmas, sin exigir servilismo espiritual, concede a sus miembros amplio derecho de pensar, de discutir libremente. Considera las concepciones metafísicas como siendo del dominio exclusivo de la apreciación individual de sus miembros y no admite afirmaciones que no puedan debatidas racionalmente".
Este principio es muy ambiguo porque ellos admiten y toleran formas diversas de pensar de una manera irrestricta, sí, pero sólo en lo que no se refiere a la masonería. En lo referente a la masonería no hay tal tolerancia y libertad, al contrario, hay una total y absoluta dictadura, el que piensa de manera contraria, o no es admitido a la masonería o si es admitido será corregido, juzgado y sancionado. ¿Dónde queda la tolerancia total? Los masones dicen, que no imponen dogmas, ¿acaso no son dogmas todos sus ritos iniciáticos, juramentos secretos, reglamentaciones, organización, etc., etc.?
Veamos un ejemplo reciente, en 1947 se reunieron los masones de Latinoamérica en el Templo Noble de la Gran Logia de Uruguay, 51 Potencias Masónicas de Latinoamérica, y en dicha reunión hicieron una declaración de principios para constituir en este continente una Confederación Masónica Latinoamericana; intervino rapidísimamente la Serenísima Gran Logia Unida de Inglaterra, (Tutora del Mundo Masónico) para rechazar plenamente todas las resoluciones y acuerdos que libremente se habían tomado en Uruguay. Recibieron entonces los masones latinoamericanos "orientaciones" de la Gran Logia de Inglaterra. Estas orientaciones eran restrictivas al derecho universal de asociarse libremente. La orientación 1ª es ésta y dice textualmente:
"No está dentro del poder de ningún hombre o grupo de hombres alterar o introducir modificaciones en los principios fundamentales de la Masonería Original, so pena de dejar de ser Masonería".
En la orientación nº 2 dice:
"En la Masonería Pura y Original no se admite la mínima tolerancia en las creencias con relación al ser Supremo, ni se concibe que alguien se arrogue el poder de realizar o introducir tal tolerancia. Esta creencia es estricta, inalterable y absolutamente rígida; rige desde 1717 y nadie puede desobligarse de ella sin dejar de ser masón. En este punto la Masonería Original y Verdadera es inflexible y dura".
Como se puede observar más dogmatismo no puede haber, más intolerancia no puede haber. ¿Por qué no dejaron asociarse libremente a los masones de Latinoamérica? Es un dogma dentro de la masonería que nadie puede constituirse en federación de carácter local, nacional, o continental si no hay "permiso de Gran Logia de Inglaterra". ¿Donde queda la total libertad de pensar, creer y de asociarse? Los dogmas masónicos se imponen de manera eficiente y total, el que piensa de diversa manera queda fuera de la masonería con el juicio y penas que el tribunal masónico decida.
d.- El Principio de la Autonomía de la Razón
El hombre debe dirigir sus actos y orientar su vida exclusivamente de acuerdo con su propia razón y conciencia. Es el motivo por el cual no aceptan ninguna Revelación divina, especialmente la Revelación Divina de las Sagradas Escrituras (La Biblia) tal y como la enseña, la entiende y la explica la Iglesia Católica. Al respecto declara uno de los documentos:
"La Masonería no reconoce más verdades que las basadas en la Razón y en la ciencia y combate, sirviéndose solamente de los resultados obtenidos por la ciencia, no las supersticiones y los prejuicios sobre los cuales basan las Iglesias su autoridad. No busca la Masonería los orígenes de las ideas del deber, del bien, del mal y de la justicia ni en pretendidas revelaciones divinas, ni en concepciones metafísicas".
Cuando el masón es recibido en el Grado 19º, deberá jurar lo siguiente:
"Yo, ..... (nombre y apellidos)... en la presencia del Gran Arquitecto del Universo y de los Grandes Pontífices de este Consejo, juro y prometo, bajo palabra de honor ... no reconocer otro guía que la Razón".
Esto es simple, lisa y llanamente puro "racionalismo". No hay más verdad, no hay más conocimiento que lo que la razón acepta. Por eso la idea y el sentido que los masones tiene de Dios es la un dios racionalista, deísta. No es el Dios Creador, Padre de Nuestro Señor Jesucristo. La masonería no acepta de ninguna manera el Dios de los cristianos y ellos lo saben, lo que ocurre es que para captar a nuevos adeptos dicen que sí, que respetan, pero en realidad no es así.
e.- El Principio de la Libertad de Culto
Es el propio individuo quien debe de regular sus relaciones con el Ser Supremo y modo como debe de darle culto. Se trata de un respeto inicial hacia el masón, a saber, que practique su propia religión, pero a la vez se le irá enseñando e inculcando que el verdadero Dios no es el de su religión, sino el de los masones: el Gran Arquitecto del Universo. Si no va aceptando esta idea esencial en la masonería, el masón que crea en el Dios cristiano, no podrá seguir avanzando en los grados superiores de la masonería. Y es que para ser auténtico masón de grado superior hay que creer en el dios masón y renunciar al Dios de la Revelación, el Dios que se nos ha manifestado en Jesucristo, esto los masones no lo aceptan, a lo máximo lo permiten por conveniencia pero nunca lo aceptan como verdadero.
f.- El Principio de la Libertad de Conciencia
Cualquier coacción o influjo externo, sea de orden físico, sea de orden moral, en el sentido de dirigir u orientar el pensamiento del individuo debe ser considerado como un atentado contra un derecho natural y sagrado y por eso debe de ser denunciado como fanatismo, violencia e injusticia.
La Masonería considera su deber principal combatir esta violencia y este fanatismo. Lo repiten en casi todos sus juramentos. Lo que en verdad no se entiende, a la luz de este principio, es la existencia misma de la Masonería con sus estrictos e impositivos principios y doctrinas. Pues es evidente que estos principios y doctrinas sirven para orientar el pensamiento y la conciencia de sus miembros. Uno de los Reglamentos dice: "es deber principal de la logia regular celebrar sesiones de "instrucción", observando los rituales y las normas litúrgicas de los respectivos Ritos".
Los masones dicen que promueven la libertad de conciencia pero eso es para captar adeptos y quedar de puertas para afuera bien con la sociedad, en el fondo ellos son terriblemente manipuladores de la conciencia de los masones en su diversos grados de iniciación, como se ha visto a lo largo de la descripción de los grados de la masonería.
g.- El Principio del Indiferentismo Religioso
La masonería dice que en el medio ambiente en que vive y respira el individuo humano debe mantenerse rigurosamente una actitud neutral, sin hostilizar ni favorecer ninguna religión determinada. Cada uno debe de creer en el Dios que más le convenga o que le hayan enseñado y en El debe de vivir. Este principio acusa la misma falsedad que el anterior. El indiferentismo religioso positivo tolera igualmente todas las religiones y las declara a todas igualmente válidas. Supone que jamás hubo una verdadera Revelación divina. Esto supone que Jesucristo, no es para la masonería el Hijo del Padre que ha sido enviado por el Padre para darnos a conocer todo el misterio de Dios, de la vida, del perdón de los pecados, que Jesucristo es el único y verdadero Redentor de todo el Género Humano. Esto, que lo afirmamos los católicos, la masonería, ni lo afirma ni lo niega sencillamente tienen otras creencias totalmente diferentes, luego no les da lo mismo cualquier religión, como hemos visto en las páginas anteriores.
h.- El Principio de un Estado neutro
La sociedad y principalmente el Estado debe mantenerse oficialmente indiferente y neutro ante cualquier religión concreta. Es la tesis del agnosticismo moral y religioso aplicado a la teoría del Estado y de sus leyes. Según esta norma las leyes divinas (que los masones, además, no reconocen), no deben regular la vida del Estado y los poderes públicos pueden libremente desviarse de la determinaciones divinas y legislar sin tenerlas en cuenta. Es el extremo del laicismo secularista, que siempre ha encontrado entre los masones sus mejores defensores y más fanáticos propugnadores. El laicismo tomado en serio lleva inevitablemente al anticlericalismo declarado o solapado. Por ejemplo, toda la legislación oficial mexicana es la expresión más clara de los ideales masónicos realizados en la historia. La lucha por una total separación entre Iglesia y Estado ha sido su constante ideal y lo han conseguido en los últimos años en la redacción y promulgación de muchos países.
i.- El Principio de la Enseñanza Laica
La enseñanza pública, dada y mantenida por el Estado, debe ser absolutamente laica o neutra en materia religiosa. Fue la lucha en todos los países latinoamericanos desde el siglo pasado. 69
Siempre reclamaron los masones escuelas públicas sin religión. Ni religión, ni Dios, ni mucho menos representantes de Dios. Sería fácil llenar páginas de documentos masónicos extremadamente polémicos que se oponen a cualquier tipo de clase de religión en las escuelas públicas, aun cuando la total la mayoría de la población sea católica y desea para sus hijos una educación con Dios. Pues de hecho la escuela laica, promovida y apoyada por los masones, se transforma a la larga en escuela atea. Pretender formar hombres íntegros, cumplidores de su deberes individuales, familiares y sociales, sin hablarles de Dios y sin mencionar a Jesucristo y su Evangelio, equivale a declarar dispensable al Creador e implica la negación del carácter salvífico del mensaje cristiano. Esta es, sin embargo, la actitud oficial de los masones. Luchan para formar hombres agnósticos, aun cuando proclaman la existencia de un dios llamado por ellos el Gran Arquitecto del Universo, pero es un dios nombrado, proclamado y promovido por los masones, pero éste no es el Dios verdadero.
j.- El Principio de la Moral Independiente
Según los masones la moral no debe de estar ligada a ninguna creencia religiosa ni basarse en pretendidas revelaciones divinas. Si queremos creer en las numerosas declaraciones oficiales de la masonería, los masones tendrían como finalidad "el estudio y la práctica de la Moral". Pero como hemos visto, la moral masónica es una moral de la razón, no de la Revelación divina, es decir, una moral sin Dios, sin Cristo, sin el Evangelio. Una moral racionalista, laicista, naturista.
K.- El Principio de la Religión Natural
La religión oficial y pública debe mantenerse en los límites de la religión natural indicados por las verdades básicas, pacíficamente aceptadas y que son comunes a todas las religiones.
Uno de los artículos fundamentales de la Constitución de James Anderson (1723), y que sigue rigiendo básicamente hasta nuestros días, al menos por los "masones regulares", dice así:
"Todo masón está obligado, en virtud de sus título, a obedecer a la ley moral; y si comprende bien el arte, no será jamás un estúpido ateo, ni un irreligioso libertino. Así como en los tiempos pasados los masones estaban obligados, en cada país, a profesar la religión de su patria o nación, cualquiera que esta fuese, en el presente nos ha parecido más a propósito el no obligar más que a aquella (religión) en la que todos los hombres están de acuerdo, dejando a cada uno su opinión particular: a saber, ser hombres buenos y verdaderos, hombres de honor y probidad, cualquiera que sea la denominación o creencias con que puedan distinguirse. De donde se sigue que la Masonería es el centro de unión y medio de conciliar una verdadera amistad entre personas que (sin la masonería) permanecerían en una perpetua distancia".
Es decir, estamos ante el regreso al paganismo politeísta y deísta más genuino, lo importante es creer en algún ser superior llamado dios, qué clase de dios sea, no importa, en definitiva, todos las religiones son iguales. Esto, desde el punto de vista cristiano católico, es inadmisible, el único mediador entre Dios y los hombres es Jesucristo, el único redentor es Jesucristo, la única religión válida es la que nos ha traído Jesucristo y cuya depositaria legítima es la Iglesia Católica.
66 Tomado de "Movimientos Pseudoespirituales", de B. Kloppenburg, O.F.M.; del libro "Las Sectas en América Latina", Edit. Claret. Argentina, 1989.
67 De la masonería hay que decir, que no es un cuerpo único, al contrario, es polivalente, tiene muchas variedades, tantas cuantas ramas pueda haber. La Logia del Gran Oriente de Francia es diferente de la Gran Logia de Inglaterra, y la Gran Logia Escocesa es diferente de las otras dos.
68 Deismo: Doctrina que admite la existencia de un Dios impersonal, causa de la existencia del mundo, llamado también "Teismo". Por sus antecedentes históricos y por el empleo que de él se ha hecho designa casi siempre una doctrina opuesta a toda afirmación religiosa sobrenatural, sustituida por una afirmación humana de un primer principio creador.
Para leer la 3° Parte:
Para leer la 4º Parte:
Sociedades Secretas: Masones - 4º Parte, El individuo Masón y las Logias
Para leer la 5º Parte:
Sociedades Secretas: Masones - 5ª Parte, Logias y Poderes Masónicos
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Agradecemos al P. Ignacio Garro, S.J. por su colaboración.
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