Sectas protestantes y nuevos movimientos religiosos


Sectas en Latinoamérica - 1º Parte
P. Ignacio Garro, S.J.
Profesor del Seminario Arquidiocesano de Arequipa, ex profesor del Seminario de Trujillo.


Es un dato fehaciente para cualquiera que trabaje pastoralmente en Latinoamérica, constatar el hecho de que hay una gran cantidad de sectas protestantes y de nuevos movimientos religiosos. Ya en la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano de Puebla (México, marzo l979) el Documento final cuando habla de la "Evangelización de la cultura en América Latina", hace referencia a las sectas protestantes y a los nuevos movimientos religiosos.

En el nº 419, dice: "En el cuadro de este proceso histórico surgen en nuestro continente fenómenos y problemas particulares e importantes: la intensificación de las migraciones y de los desplazamientos de población del agro (rural) hacia la ciudad; también la presencia de fenómenos religiosos como el de la invasión de las sectas, que no por parecer marginales, el evangelizador puede desconocer...".

En el nº 80 dice: "Muchas sectas han sido, clara y pertinazmente, no sólo anticatólicas, sino también injustas al juzgar a la Iglesia y han tratado de minar a sus miembros menos formados. Tenemos que confesar con humildad que en gran parte, aún en sectores de la Iglesia, una falsa interpretación del pluralismo religioso ha permitido la proliferación de doctrinas erróneas o discutibles en cuanto a fe y moral, suscitando confusión en el Pueblo de Dios".

En el nº 1100, dice: "La Iglesia Católica constituye en América latina la inmensa mayoría, lo cual es un hecho de carácter no sólo sociológico, sino también teológico muy relevante".

Y sigue en el nº 1105: (En América Latina) "Observamos igualmente otras formas religiosas o para - religiosas, con un conjunto de actitudes muy diferentes entre sí que aceptan en una realidad superior ("espíritus", "fuerzas ocultas", "astros". etc.) con la cual entienden comunicarse para obtener ayuda y normas de vida".

Y en el nº 1122, dice: (La Iglesia debe) "Estudiar diligentemente el fenómeno de los "movimientos religiosos libres" y las causas que motivan su rápido crecimiento, para responder en nuestra comunidades eclesiales a los anhelos y planteamientos a los cuales dichos movimientos buscan dar una respuesta, tales como una liturgia viva, una fraternidad sentida, y una activa participación misionera".

Y finaliza con este llamado urgente del nº 469: "Si la Iglesia Católica no reinterpreta la religión del pueblo Latinoamericano, se producirá un vacío que lo ocuparán las sectas, los mesianismos políticos secularizados, el consumismo que produce hastío y la indiferencia, o el pansexualismo pagano. Nuevamente la Iglesia se enfrenta con el problema: "lo que no asume en Cristo, no es redimido", (S. Ireneo de Lyon); y se constituye en un ídolo nuevo con malicia vieja".


En esta misma línea del Magisterio Latinoamericano en la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano de Santo Domingo, Octubre 1992.

En el nº 139 dice: "El problema de las sectas ha adquirido proporciones dramáticas y ha llegado a ser verdaderamente preocupante sobre todo por el creciente proselitismo".

En el nº 140, continúa: "Las sectas fundamentalistas son grupos religiosos que insisten en que sólo la fe en Jesucristo salva y que la única base de la fe es la Sagrada Escritura, interpretada de manera personal y fundamentalista, por lo tanto con exclusión de la Iglesia, y la insistencia en la proximidad del mundo y del juicio próximo.

Se caracterizan por su afán proselitista mediante insistentes visitas domiciliarias, gran difusión de Biblias, revistas y libros; la presencia y ayuda oportunista en momentos críticos de la persona o de la familia y una gran capacidad técnica en el uso de los medios de comunicación social. Cuentan con una poderosa ayuda financiera proveniente del extranjero y del diezmo que obligatoriamente tributan todos los adheridos.

Están marcados por un moralismo riguroso, por reuniones de oración con un culto participativo y emotivo, basado en la Biblia, y por su agresividad contra la Iglesia, valiéndose con frecuencia de la calumnia y de la dádiva. Aunque su compromiso con lo temporal es débil, se orientan hacia la participación política encaminada a la toma del poder.

La presencia de estas sectas religiosas fundamentalistas en América Latina ha aumentado de manera extraordinaria desde Puebla hasta nuestros días".

En el nº 141 dice: "Dar una respuesta pastoral eficaz ante el avance de las sectas, haciendo más presente la acción evangelizadora de la Iglesia en aquellos sectores más vulnerables, como migrantes, poblaciones sin atención sacerdotal y con gran ignorancia religiosa, personas sencillas o con problemas materiales o de familia".

En el nº 146 en las líneas pastorales de la Iglesia Católica se dice: "Instruir ampliamente, con serenidad y objetividad, al pueblo sobre las características y diferencias de las diversas sectas y las respuestas a las injustas acusaciones contra la Iglesia Católica. Promover las visitas domiciliarias con laicos preparados y organizar la pastoral del retorno para acoger a los católicos que regresan a la Iglesia".

La Asamblea Episcopal en Santo Domingo, también advierte sobre los nuevos movimientos religiosos libres.

Así en el nº 148 dice: "Ante la multiplicidad de nuevos movimientos religiosos, con expresiones muy diversas entre sí, queremos centrar nuestra atención sobre las causas de su crecimiento (Doc. de Puebla, nº 1122) y los desafíos pastorales que plantean".

En el nº 149, dice: "Son muchas y variadas las causas que explican el interés que despiertan en algunos. Entre ellas se deben señalar.

- La permanente y progresiva crisis social que suscita una cierta angustia colectiva, la pérdida de identidad y el desenraizamiento de las personas.

- La capacidad de estos movimientos para adaptarse a las circunstancias sociales y para satisfacer momentáneamente algunas necesidades de la población. En todo esto no deja de tener cierta presencia el gusto por lo novedoso.

- El distanciamiento de la Iglesia Católica de sectores - ya sea populares o pudientes - que buscan nuevos canales de expresión religiosa, en los que no se debe descartar una evasión de los compromisos de la fe. Una habilidad para ofrecer aparente solución a los deseos de "sanación" por parte de gente atribulada".

Una vez que hemos descrito el problema de las sectas y de los movimientos religiosos libres en los documentos oficiales de la Iglesia en América Latina, podemos pasar a describir en una visión de conjunto las características de estas sectas.
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Continuará...
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Agradecemos al P. Ignacio Garro, S.J. por su colaboración.
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