Evangélicos - 1º Parte: Orígenes


Las Sectas en

Latinoamérica

21º Parte


P. Ignacio Garro, S.J.

Profesor del Seminario Arquidiocesano de Arequipa, ex profesor del Seminario de Trujillo.



1º Parte.


IGLESIAS EVANGELICAS 97

Las Iglesias Evangélicas, o los Evangélicos, no han nacido como una nueva secta o una nueva Iglesia original dentro del protestantismo. El Evangelismo, es más bien un Movimiento Interconfesional, como una unión o confederación de muchas y diversas iglesias protestantes, que tienen como fin estudiar, vivir, conocer, divulgar el Evangelio. Por eso el término "evangélico" o "evangelista", en cuanto derivados de la palabra Evangelio, tiene un sentido muy amplio, con estos nombres se comenzó a designar a ciertas agrupaciones libres de sectas protestantes que querían vivir y dar a conocer el Evangelio. Tienen, todos ellos, un espíritu de "reforma" dentro de la Reforma Protestante.


Se trata de cristianos, siempre preponderantemente protestantes, que manteniendo la afiliación propia de su secta, acentúan ciertas doctrinas, dentro de una mentalidad bíblica especial, en general muy conservadora y exclusivista, con sus características en los métodos proselitistas de evangelización, etc.


1.- ORIGENES



En general se puede decir que hay dos núcleos fuertes de evangelismo, como también se les llama. Un núcleo surge en Estados Unidos (USA), hacia el S. XVIII y el otro se desarrolla en Alemania, Prusia. Veamos el desarrollo.


a.- Evangelismo Norteamericano


El evangelismo norteamericano suele poner como fundador a Jacob Albright (1759 - 1808), natural del Estado de Pensilvania (USA), de familia luterana se convirtió a los "Reformados" y más tarde se afilió a la Iglesia Metodista. Ordenado ministro se dedicó a predicar a los emigrados y colonos alemanes recién llegados a Estados Unidos. Los Metodistas americanos no se preocupaban de predicar en alemán a los emigrados, diciendo que pronto todos entenderían el inglés. Pero no pensaba así J. Albright y esto y la manera de celebrar el culto metodista le suscitaron desavenencias con su secta de la cual se separó en 1803, para fundar su propia secta, que en un principio se llamó "Asociación Evangélica", de la que en 1891, nació la rama independiente, la "Iglesia Evangélica Unida", volviéndose a juntar ambas, en 1922, con el nombre de "Iglesia Evangélica".


Hoy día, los evangélicos o Iglesia Evangélica de origen norteamericano, comprende muchos miembros provenientes e integrantes a la vez de muchas y diversas sectas protestantes, como por ejemplo: Iglesia Bautista, Iglesia Nazarena, Asamblea Evangélica Pentecostal, etc., en sí todas ellas independientes, y que además, se encuentran también presentes en Canadá, América Latina. Todas estas sectas evangélicas tienen grandes diferencias con las otras sectas protestantes. En Estados Unidos se calcula que hay aproximadamente 31 millones de evangélicos adultos.


b.- Evangelismo Alemán (Prusia)


En 1817 el rey de Prusia F. Guillermo III (1797 - 1840) tomó ocasión del tercer centenario de Lutero para actuar en un proyecto muy querido por él: unir a los Calvinistas (Reformados) con los Luteranos de su reino. Acogida la idea favorablemente, una comisión de pastores de ambas sectas propuso que para discutir las condiciones de la unión se formasen consejos compuestos por el pastor y por los laicos en cada parroquia y se reuniesen Sínodos en cada distrito con el objeto de procurar la unión. La idea no agradó al rey que no quería el obstáculo de los Sínodos y prosiguió su intención por sí solo y con sus ministros. La lucha fue larga, pero el rey impuso su voluntad y en 1839 determinó la reunión de las dos sectas: luteranos y calvinistas reformados con el nombre de "Iglesia Evangélica". Los fieles de la nueva iglesia debían de conservar sus respectivos libros simbólicos, sin reconocer, sin embargo, su autoridad dogmática; pero debían celebrar la Cena en común y con una liturgia compuesta, por el rey, sobre lo cual surgieron serias y graves dificultades.

Esta unión de ambas sectas tuvo diferentes matices, así en las provincias prusianas orientales donde dominaban los luteranos, la unión tuvo una preponderancia luterana, en la región de Westfalia donde ambas sectas eran casi iguales, a tendencia fue mixta, y en la región de Renania, donde eran numerosos los calvinistas reformados, prevaleció el sello calvinista. Las otras partes de la Germania permanecieron luteranas, excepto la iglesia reformada de la provincia de Hannover. De todas las 28 iglesias, que forman la Federación de las Iglesias evangélicas alemanas, la iglesia de Prusia es la más importante.


El régimen de gobierno de esta iglesia evangélica es luterano, en el cual cada congregación tiene mucha más libertad que en el régimen presbiteriano, y en el cual el Jefe del Estado era el Jefe de la Iglesia. Con el régimen presbiteriano la elección de los pastores dependía no de la congregación sino del presbiterio y en el cual no se reconocía la supremacía religiosa del Soberano, y esto fue causa de muchas dificultades.


En 1918 se fundó en Alemania una federación de iglesias con el nombre de "Unión de Iglesias Evangélicas", extendidas particularmente por toda Europa Central, y que tiene representantes en casi todos los países del mundo. De todas ellas la más importante es la "Iglesia Evangélica Luterana". Su presidente Kurt Heimbucher, ha definido a estas iglesias con las siguientes palabras: "Los evangélicos no son una denominación, ni quieren fundar su propia Iglesia. Son un movimiento de reforma dentro de muchas iglesias alrededor del mundo. Cubrimos una zona teológica que se extiende por todas las iglesias protestantes e incluye a sectores de la Iglesia Católica, hasta los grupos de Pentecostales". 98



c.- Evangelismo en América Latina


Las iglesias evangélicas se establecen en América de la mano de los primeros comerciantes, empresarios norteamericanos que vienen a trabajar al continente. Esto ocurre a finales del S. XIX y comienzos del S. XX. Después llegan los pastores y misioneros de las diversas iglesias evangélicas y trabajan en escuelas, hospitales y obras de misericordia.


Es a partir de los 195099 cuando las iglesias protestantes en Latinoamérica entraron en crisis. Muchas de las obras apostólicas y asistenciales que ellos llevaban en las zonas de misión en América Latina las asume el Estado, escuelas públicas, hospitales, etc., y así pierden la posibilidad de contribuir al mejoramiento de la vida en el continente. Esta crisis de las sectas protestantes fue el inicio del crecimiento del evangelismo fundamentalista. Tuvieron que lanzar una nueva ofensiva de acción apostólica en el América Latina para tener presencia e influencia con las gentes.


El deterioro de las condiciones de vida en Latinoamérica hizo que se derrumbara el sistema tradicional, comenzó así una situación de crisis permanente que irá agravándose año tras año, y con esta crisis se da el fenómeno del éxodo del campo a la ciudad de grandes masas de campesinos, se alojan en los suburbios marginales de las grandes ciudades, viviendo en situaciones de injusticia, miseria y pobreza extrema.


Esta población desarraigada de su ambiente de origen, colocada de repente en un medio desconocido y hostil, origina en ellos una situación de desamparo y angustia. Ni los Gobiernos de turno ni la Iglesia Católica se ven con posibilidades de acudir inmediatamente a tantas necesidades. Toda esta situación crea el ambiente ideal para las sectas evangélicas fundamentalistas, que adaptadas a las instituciones existentes y organizadas de acuerdo a patrones paternalistas y tradicionales, ofrecen un conjunto cómodo y seguro de creencias y un ambiente de acogida y de protección en sus respectivas sectas. El mundo de desamparo en que vivían estas gentes era el ambiente ideal para predicar y trasmitir el mensaje de salvación y ofrecer la solución espiritual a su situación humana. Así poco a poco perdida la débil fe católica que tenían no pudiendo practicar sus devociones cristianas, abrazaban gustosos la nueva fe evangélica, que le ofrecía otras soluciones salvíficas al margen de sus miserias humanas. Este es el conformismo y el fundamentalismo de las sectas evangélicas. Así, "las iglesias evangélicas ofrecieron a esta gente un sostén emocional y un puerto en que podían guarecerse de las arduas realidades de la vida diaria".

Otro de los factores que facilitó una amplia difusión de los evangélicos en Latinoamérica fue el hecho de que una vez acabada la segunda Guerra Mundial muchos de los misioneros evangélicos que estaban trabajando en China llegaron a misionar el continente Latinoamericano, así entre los años 1945 a 1961, el número de misioneros evangélicos aumentó de 3.821 a 6.451. Estos nuevos misioneros al descubrir la situación material y espiritual del continente se dieron cuenta de que la Iglesia Católica no podía afrontar todos los problemas pastorales, y se sintieron responsables de ser los nuevos evangelizadores de América latina.


Para ello realizaron una estrategia apostólica y misionera que llamaron: "Evangelismo a Fondo", conocida como "Evagelism in Depth" (IINDEF), fue esta una campaña lanzada por K. Strachan, director de "Misión Latinoamericana", organización interconfesional de sectas protestantes con sede en Costa Rica, con el fin de activar el trabajo misionero aprovechando las experiencias de "evangelización agresiva" de Billy Graham, jefe del neo-evangelismo fundamentalista de los años 1950. Su táctica era conquistar para el evangelismo naciones enteras y captar en ellas ante todo a los miembros más ricos y poderosos. Para ello emplearon medios masivos de comunicación, especialmente medios escritos, radio y después televisión.


Vamos a tomar un país modelo de este trabajo evangelista: Guatemala, 1962. País netamente católico. Los evangélicos en poco tiempo de trabajo intensamente masivo consiguieron 20.000 adeptos al evangelismo, en pocos años más eran ya 100.000 creyentes. Organizaron y movilizaron más de 6.000 grupos de oración casa por casa consiguiendo llegar con su mensaje a más de 250.000 personas católicas. Esta cruzada consiguió 15.000 nuevas conversiones del catolicismo al evangelismo. En 1982 era elegido Presidente de la nación el evangélico fundamentalista, General Ríos Montt, para celebrar esta elección se reunieron días después 750.000 creyentes y contrataron al televangelista argentino Luis Palau para llevar una asamblea y apoya al General Ríos Montt, a quien en esa asamblea proclamaron "Ungido de Dios".


Dentro del movimiento evangélico hubo una división grande de tipo doctrinal - pastoral. Una de las tendencias era del ala progresista evangélica, es un grupo minoritario que trata de ser fiel a los ideales misioneros de comienzo del S. XX, es decir, que el evangelismo contribuya a la buena marcha y desarrollo humano y espiritual del continente Latinoamericano. Estos se inspiraban en la orientación del Nuevo Evangelismo y buscaba su colaboración en los sectores socialmente más comprometidos de las iglesias y sectas protestantes. El intento de organización se realizo en Conferencia Evangélica Latinoamericana (CELA II) reunida en agosto de 1962 en Huampaní, Lima, con participación de 200 delegados de 42 iglesias protestantes del continente Latinoamericano.


Aquí se produjo la ruptura dentro de los evangélicos, pues el otro grupo evangélico optaba por una acción pastoral y espiritual más conservadora, fundamentalista, legitimadora del orden establecido. No querían saber nada de acción social comprometida, ni de apertura a otras iglesias o sectas que no pensaran como ellos. La vanguardia ideológica de este bloque fundamentalista se organizó de la siguiente manera:

1.- Primer Congreso Latinoamericano de Evangelización (CLADE I), en Bogotá, 1969
2.- Segundo Congreso Latinoamericano de Evangelización (CLADE II) en 1982, Huampaní, Perú.

Por iniciativa de CLADE I se crearon talleres "iglesia - crecimiento" y la "fraternidad - teológica", para contrarrestar la teología de la liberación, carecen de reflexión teológica y se dedican a atacar a los evangélicos liberales.

En el sector más abierto y liberal han influido tres entidades que emanaron de CELA II:

1.- El Movimiento de Iglesia y Sociedad en América Latina (ISAL), que en 1975 paso a denominarse "Acción Social Ecuménica Latinoamericana", (ASEL).
2.- La Comisión Evangélica Latinoamericana de Educación (CEDALEC), 1962
3.- Movimiento Pro Unidad Evangélica en América Latina (UNELAM) 1963

En 1978, se realizó en Oaxtepec (México) una asamblea evangélica continental que se compara a la asamblea católica del CELAM reunida en Puebla en 1979. En esta asamblea se decidió la creación de una superestructura continental, que se constituyó en 1982, en Huampaní, Perú, con el nombre de "Consejo Latinoamericano de Iglesias" (CLAI), de corte liberal evangélico, que a su vez está vinculado al "Consejo Mundial de las Iglesias", (CMI). Este grupo evangélico más liberal, decide no atacar a la Iglesia Católica y mostrarse más conciliador.


Finalmente en la ciudad de Concepción (Chile) en 1995 han tenido la II Asamblea General del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI), han asistido más de 600 delegados representantes de la diversas denominaciones protestantes evangélicas, en la que ha habido desconcierto y desánimo por la marcha de su trabajo apostólico en el continente Latinoamericano. Están convencidos de que debe de haber algunos cambios en la línea teológica y pastoral y que viene propiciando este organismo en la región. El pastor evangélico Arturo Peidras, representante de la "Federación de Iglesias Evangélicas de Costa Rica", pidió la revisión radical de opción teológica "excesivamente sociologizada" del organismo, así como la política de relaciones con la Iglesia Católica y con las denominaciones que no forman parte del CLAI, y dice:

"Los pobres y marginados nos han vuelto la espalda, porque ellos no se interesan en la reflexión teológica que nosotros hacemos de su situación. Nosotros sabemos hablar, pero no sabemos escuchar. Puede ser que nuestra arrogancia al aproximarnos a su realidad, sea la causa por la que ellos no comparten nuestras convicciones". 100

Como se ve dentro de los evangélicos de Latinoamérica las tensiones y luchas internas existen.



Referencias:



97 "Iglesias y Sectas", A, Goicoechea M. Edic. Paulinas, 1992, Lima. Pags: 121 y ss.
98 Revista Evangélica: "Continente Nuevo", Nº 3. Marzo, 1979, Pág., 22.
99 Cfr. F. Galindo, Op. Cit. Págs.: 274-278.
100 Tomado de SELAT, 4, Marzo. 1995 Pag.3 - 6.



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Agradecemos al P. Ignacio Garro, S.J. por su colaboración


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