La Biblia y los celulares

Imaginemos qué pasaría si tratáramos a la Biblia como a nuestros celulares.
Si la lleváramos en nuestros bolsillos o carteras.
Si volviéramos a nuestras casas a recogerla si la olvidáramos.

Si la abriéramos para mirarla varias veces al día, y recogiéramos los mensajes que Dios nos deja, en vez de recoger mensajes que sólo son directos de los hombres.

Si la tratáramos como tratan algunos a los celulares, como si no pudieran vivir sin ellos.

Si la diéramos a nuestros hijos como regalos y les enseñáramos a usarla.
Si la usáramos en nuestros viajes, y en casos de emergencia, para llamar a nuestro mejor amigo por consejo y guía, nuestro Dios.
Si tratáramos de tener la mejor traducción, como algunos hacen al tratar de tener los últimos celulares.
A diferencia de nuestros celulares, no tenemos que preocuparnos de quedar desconectados por falta de pago, o contando los minutos que tenemos, pues Jesús pagó la cuenta por adelantado que, además, es de tiempo ilimitado, pues es para la eternidad.
Hmmm… ¿Dónde está mi Biblia?

1 comentario:

Anónimo dijo...

El leer esta reflexión me hizo pensar en como la modernidad nos va envolviendo y la vida tan llena de actividades que nos hacen vivir "corriendo" nos hace sin querer alejarnos de las cosas más importantes. Hace unos días vi regresar a una familia de un paseo lo supe por las cosas que traían maletines, mochilas, gorros, el bronceado y el cansancio en sus rostros, pero apenas consiguieron asiento vi a la mamá sacar la Biblia Latinoamericana de su bolso y comenzar a leer la lectura del día, y pensé, de repente leyó también esta reflexión y me alegré.
Gracias por ser una opción y compartir todas estas publicaciones con nosotros.