Los escritos de San Pablo: Las Cartas a los Corintios



P. Ignacio Garro, S.J.
SEMINARIO ARQUIDIOCESANO DE AREQUIPA

Continuación


4. LAS CARTAS A LOS CORINTIOS

4.1. LA CIUDAD DE CORINTO

Corinto fue fundada en el S. IX a.C. Alcanzó su apogeo en los siglos VI-V a.C. En el año 146 a.C., fue destruida completamente por orden del general romano Lucio Mummio Acaico. Julio César la reconstruyó en el año 44, después de su victoria sobre Pompeyo. Fue convertida en colonia romana. Sus primeros habitantes fueron veteranos del ejército romano y libertos romanos. A ellos se añadió una gran multitud venida de los alrededores. Fue desarrollándose poco a poco. En tiempo de San Pablo se había convertido ya en uno de los principales centros de la cultura griega.

Su magnífica posición en el istmo que separa el Mar Egeo del Mar Jónico, la convirtió en un centro comercial de primer orden. Tenía dos puertos: uno en la parte oriental, frente a Asia;  otro, en la occidental, frente a Europa. En el siglo I de nuestra era, Corinto era la ciudad mas poblada de Grecia.

La población era esencialmente cosmopolita: griegos, fenicios, asiáticos, judíos, egipcios, romanos - el núcleo más fuerte. Por eso, no es de extrañar que en el N.T. se mencionen muchos nombres romanos entre los habitantes de Corinto: Justo, Crispo, Hech 18, 7-8, Lucio, Tercio, Ayo, Cuarto, Rom 16, 21-23. Fortunato, Acaico, 1 Cor 16, 17.

Esta gran masa se había helenizado, por lo menos superficialmente. Con todo, la Corinto del s. I a.C. heredó de la antigua Grecia más que la cultura, la prosperidad económica y los defectos y vicios. Todos se divertían desenfrenadamente en Corinto. El culto preferido era el de Afrodita. Su templo estaba en la parte alta de la ciudad, en la Acrópolis. Alrededor de él había una zona habitacional para las, "esclavas sagradas", dedicadas a la prostitución sagrada. Eran mas de mil.

Como muchos puertos, Corinto era una ciudad proverbialmente corrompida. Verdadera capital de la lujuria en el mundo mediterráneo, Corinto dio origen a un neologismo griego: "corintizar": darse al vicio, a la lujuria. “muchacha joven de Corinto", era sinónimo de prostituta. Algunos piensan que cuando Pablo escribió, Rom 1, 18-32,  no hizo sino poner por escrito lo que vería en esa ciudad desde donde escribió la carta a los Romanos.

Había también en Corinto muchos judíos, que habían sido atraídos por la magnifica situación comercial del puerto. Algunos de ellos se convirtieron, pero la mayoría se opuso al evangelio.

Es en Corinto donde el Señor reveló a Pablo: “No tengas miedo, sigue hablando y no calles... pues tengo yo un pueblo numeroso en esta ciudad”, Hech 18, 9.


4.2. LA FUNDACIÓN DE LA IGLESIA

Pablo fundó la Iglesia de Corinto en su segundo viaje misionero, viaje en el que permaneció en esa ciudad mas de año y medio, del 50 al 52.  La narración de la evangelización de Corinto nos la da el libro de los Hechos 18,1-8.

El apóstol llegó a Corinto con un estado de ánimo particular: había fracasado en su predicación en Atenas; estaba inquieto por el estado de las iglesias de Macedonia que acababa de fundar,1 Tes. 2, 17; 3, 5; se sentía solo porque sus colaboradores, Silas y Timoteo, estaban en Tesalónica,1 Tes 3, 1-5; Hech 17, 14; tenía pocos medios económicos y estaba quizás enfermo,1 Cor 2, 3.

En Corinto se hospedó en casa de Aquila y Priscila, judíos que habían tenido que abandonar Roma. Ellos se dedicaban a fabricar tiendas. Pablo se quedó con ellos porque tenía el mismo oficio, Hech 18, 2-3; 1 Tes 2, 9; 2 Tes 3, 7-9.  Según sus costumbres, Pablo iba cada sábado a la Sinagoga de la ciudad para anunciar a los judíos y a los prosélitos, el Evangelio. Fue entonces cuando bautizó a algunos de los nobles: Crispo, Ayo y Estéfanas.

Cuando los judíos rechazaron el mensaje de Pablo, llegaron Timoteo y Silas. Ellos le trajeron el consuelo de su  presencia y también alguna ayuda económica, 2 Cor 11, 9. Esto permitió a Pablo poderse dedicar por completo al apostolado de la Palabra, mientras sus colaboradores bautizaban y administraban la comunidad 1 Cor 1, 14-17.

Después de la partida de Pablo, la obra evangélica fue continuada por Apolo, hombre elocuente y versadísimo en las Escrituras, Hech 18, 24-28; 19 ,1; 1Cor 1, 12; 3, 4-5.


4.3. LA COMUNIDAD CRISTIANA DE CORINTO

Pablo dejó una comunidad floreciente. Aunque no podemos calcular su número, el dato de la división en partidos y la multiplicidad de casos de conciencia que le proponen a Pablo, nos permiten suponer que era la más floreciente de las fundadas hasta ese momento.

Los elementos que componían esa comunidad eran muy heterogéneos: romanos, griegos, judíos, sirios, egipcios y gente de otros muchos lugares de oriente, que habían venido a Corinto para trabajar o entregarse a los vicios. Los judíos eran ciertamente una minoría.

En este grupo había pocos nobles, ricos y poderosos, 1 Cor 1, 26-28. La mayoría estaba compuesta por artesanos, esclavos, estibadores, gente de baja condición social.

Cuando Pablo escribe, la comunidad está floreciente. El Espíritu distribuía abundantemente dones y carismas extraordinarios, 1 Cor 1, 4; capítulos : 12 - 14. Los corintios se gloriaban de ello, pero querían, al mismo tiempo, comprender mejor y profundizar en la fe que habían abrazado, para vivir de acuerdo con ella. De ahí las consultas que hacen a Pablo.

Los corintios no estaban todavía suficientemente maduros ni desligados de un pobre pasado moral, al cual Pablo alude discretamente en 1 Cor 6, 9-11. Existía además el peligro del espíritu griego, hecho de lógica, armonía y cultura. Frente a ese modo de ser, lo ilógico y absurdo del camino de la cruz corría el peligro de no ser aceptado.

El culto de Afrodita, por otra parte, se manifestaba en Corinto en forma tumultuosa, lasciva y orgiástica, que se mezclaba a lo religioso. Esto podría quizás influir en las colaboraciones religiosas de los recién convertidos.

Por último, existían problemas de la vida cotidiana: ¿Qué conducta seguir en el matrimonio? ¿Había que casarse o conservarse célibes? ¿Qué relaciones había que conservar con los parientes y amigos no convertidos? ¿Se podía participar en los banquetes sagrados, comprar en el mercado la carne que había sido inmolada a los ídolos? ¿Se podía recurrir a los tribunales de la ciudad? ¿Cómo había que tratar a un cristiano que pecaba grave y públicamente?

La Iglesia de Corinto se enfrentó, en una palabra, a dos problemas fundamentales, que son muy actuales en nuestra época:

  • Cómo conservar intacto en un ambiente pagano el mensaje de Cristo
  • Cómo confrontar el espíritu del mundo con la iglesia del Evangelio y de la Cruz.


4.4. LA PRIMERA CARTA A LOS CORINTIOS

4.4.1. Lugar y fecha de composición

El examen de los datos de esta carta y los que Lucas nos da en el libro de los Hechos de los Apóstoles, nos llevan a las conclusiones siguientes:

  • La carta la escribió en Efeso, 1 Cor 16, 8.19, mientras Timoteo había sido enviado por Pablo a Corinto, 1 Cor 4, 17; 16, 10 y Apolo estaba con Pablo en Efeso, 1 Cor 16, 12.
  • Pablo permaneció en Efeso dos años y tres meses, Hech 19, 8. 10. 22, y precisamente durante su tercer viaje misionero (años 53 - 58). Por otra parte sabemos que la misión de Timoteo se tuvo al final de la estancia de Pablo en Efeso, Hech 19, 22.
  • El apóstol estuvo en Efeso del año 54 al 57. Por tanto, la carta la escribió el año 57. Más no podemos precisar. Sin embargo, la alusión a los “ácimos”, en 1 Cor 5, 6-8, y a las “primicias”, en 1 Cor 15, 20, podrían quizás hacernos pensar  que estaba cerca la Pascua.


4.4.2. Circunstancias y Finalidad

Ya antes de escribir esta carta, Pablo había escrito a los corintios explicándoles qué conducta debían seguir con los impúdicos, 1 Cor 5, 9-13. Esta carta no se ha conservado. Se le llama, en ocasiones, "precanónica"
A escribir nuevamente a los corintios inducen a Pablo una serie de hechos que tienen lugar en esa iglesia:
Algunos de las casa de Cloe, 1 Cor 1, 11, le habían contado a Pablo que la comunidad estaba dividida en Cuatro partidos, el de Pablo, el de Apolo, el de Pedro y el de Cristo. Este último era o bien un  grupo de judaizantes que se gloriaban de ser discípulos de los que conocieron a Cristo, o bien, falsos místicos que se apoyaban en un conocimiento místico y carismático de Cristo, sin necesidad de intermediarios oficiales como los apóstoles. En este caso se tendría un partido de laxistas, cuyo axioma habría sido posiblemente: “todo me es lícito”, 1 Cor 6, 12.

Al mismo tiempo y quizás por medio de las mismas personas, se enteró Pablo de algunos escándalos: un cristiano que vive incestuosamente con la mujer de su padre, 1 Cor 5, 1-2; algunos cristianos que recurren a los tribunales paganos para arreglar sus pleitos,  1 Cor 6, 1-8.

Los corintios mismos habían escrito a Pablo 1 Cor 7, 1, para pedirle explicaciones sobre varios puntos, la virginidad y el matrimonio, 1 Cor Capítulo 7º; el uso de las carnes inmoladas a los ídolos, 1 Cor Capítulos 8º – 10º, y muy probablemente sobre los carismas del Espíritu: 1 Cor Capítulos 12º - 14º. Esto explicaría la repetición de la formula: “por lo que se refiere a”,  “en cuanto a”, 1 Cor 7, 1; 8, 1; 12, 1.

Por último, los mismos mensajeros que le trajeron la carta, Estéfanas, Fortunato, Acaico, 1 Cor  16, 17, le contaron también que había algunos abusos en las asambleas del culto, 1 Cor 11, 1-16, y en la celebración de la Cena del Señor, 1 Cor 11, 17 ss, y de las dificultades que muchos encontraban para admitir la resurrección de los muertos, 1 Cor 15, 1 y s.s.


4.4.3. Plan y contenido

El plan es simple. Después del preámbulo habitual, Pablo trata los diversos problemas que origina la situación de la iglesia de Corinto y de los cuales ha sido informado.

A). EXORDIO: Saludo y acción de gracias 1 Cor 1, 1-9

B). PRIMERA PARTE
1.- Divisiones y escándalos: 1 Cor 1, 10 - 6, 20

1.- División de los fieles en relación con los predicadores, 1 Cor 1, 10-4, 21.
  a.- Están en oposición al carácter indivisible de Cristo,1 Cor 1, 10-16.
  b.- Provienen:
    .- de una falsa idea de la sabiduría cristiana, 1 Cor 1, 17-3, 4.
    .- de una falsa idea del papel de los predicadores, 1 Cor 3, 5-17.
      c.- Conclusiones prácticas,1 Cor 3, 18-4, 13.
  d.- Consejos y reproches paternales,1 Cor 4, 14-21.
2.- El caso del incestuoso,1 Cor. 5, 1-13.
3.- El recurso a los tribunales paganos,1 Cor 6, 1-11.
4.- La fornicación, 1 Cor 6, 12-20.

C). SEGUNDA PARTE
1.- Solución a diversos problemas de la vida moral, litúrgica y comunitaria: 1 Cor 7, 1 – 14
1.- Matrimonio y virginidad,1 Cor 7, 1-40.
2.- Carnes inmoladas a los ídolos: Cor 8, 1–11.
  a.- Aspecto teórico, 1 Cor 8,1 -10,13.
.- el punto de vista de la "ciencia", 1 Cor 8, 1-6.
.- el punto de vista de la caridad y el ejemplo de Pablo,1 Cor 8, 7-9, 27.
.- el punto de vista de la prudencia y lecciones del pasado de Israel,1 Cor 10, 1-13.
  b.- Aspecto práctico: solución de los casos de conciencia,1 Cor 10, 14-30.
  c.- Conclusión,1 Cor 10, 31;11, 1.
3. El orden en las asambleas religiosas:1 Cor 11, 2; 14, 40.
  a.- El velo de las mujeres,1 Cor 11, 2-16.
  b.- La cena del Señor,1 Cor 11, 17-34.
  c.- Los carismas espirituales,1 Cor 12, 1; 14, 40.
4.- Los carismas: aunque diversos, tienen un solo origen: el Espíritu; y un solo fin: el bien común.  Comparación del cuerpo,1 Cor 12,1-30.
.- trascendencia de la caridad; 1 Cor 12, 31;13,13.
.- jerarquía de los carismas, que se establece según el servicio que dan a la comunidad, 1 Cor 14, 1-25.
.- reglas prácticas, 1 Cor 14, 26-40.

D). TERCERA PARTE
1.- La resurrección de los muertos: 1 Cor 15, 1-58.
2.- El hecho,1 Cor 15, 1-34.
3.- El modo,1 Cor 15, 35-53.
4.- Himno triunfal de conclusión.1 Cor 15, 54-58.

E). CONCLUSIÓN
1. Colecta por la Iglesia de Jerusalén, proyectos de viaje, recomendación, saludos.
2. Valor permanente de la carta
La primera carta a los Corintios es un escrito de circunstancias que responde a una situación bien precisa y a problemas locales y casos de conciencia bien determinados. Podría parecer que es un escrito que carece, por lo mismo, de actualidad. Esto sería verdad si Pablo no tomara todas sus decisiones a la luz de Cristo, centro de su pensamiento y de su vida.
Esta característica de los escritos paulinos le da un valor perenne a la primera carta a los Corintios, que responde a problemas que son una consecuencia del choque de la lógica cristiana y de la lógica opuesta del mundo. Las soluciones reflejan las exigencias fundamentales del misterio cristiano. Y estas exigencias son válidas en cualquier ambiente y época.
3. La verdadera sabiduría 1 Cor 1, 17 - 34
Es sin duda el tema de la sabiduría cristiana el más característico de la primera carta a los Corintios y condiciona las otras respuestas que da Pablo a los problemas de la Iglesia de Corinto. La amplitud con la que Pablo aborda este tema se debe a dos circunstancias:

  • La división de los fieles en diversos partidos
  • Exigencia paulina de proponer el evangelio a los paganos con el lenguaje de la cruz, 1 Cor 2, 1-2.

Pablo había tenido la amarga experiencia de Atenas, donde quiso presentar el mensaje cristiano con el ropaje de una filosofía. Desde entonces recurrirá siempre a la, "locura de la cruz".
Es verdad que Pablo reconocerá siempre a la filosofía la misión y la capacidad de conducir los hombres al conocimiento de Dios, 1 Cor. 1,21; Rom. 1,19 ss. Con todo, está convencido de que el misterio de Cristo crucificado y resucitado, supera cualquier categoría sapiencial deducida de la contemplación natural de la creación. Por eso no usa, "palabras sabias, para no desvirtuar la cruz de Cristo",  Cor 1, 17.
Tenemos en este modo de actuar de Pablo una lección de apologética cristiana en relación con los no creyentes: al presentar: “el misterio de la cruz” a los paganos hay que hablar el lenguaje de la misma cruz, resistiendo a la tentación fácil e ilusoria de la sabiduría humana. Siempre existirán problemas insolubles para la sola razón natural. Y se trata de problemas fundamentales de la existencia humana: el problema del mal y del pecado; el problema del sufrimiento de los inocentes. Una simple teodicea, separada del misterio de la cruz, no podrá nunca satisfacer los interrogantes de quien se encuentra existencialmente oprimido por estos problemas.
El otro hecho que explica la amplitud con que Pablo trata este tema es, lo acabamos de decir, la división de partidos en Corinto. Pablo piensa justamente que ésta se debe a un apogeo a una sabiduría humana y superficial: dan demasiada importancia a las especulaciones y a los artificios de la retórica.


4.4.4. Pablo expone sus pensamientos por etapas

La sabiduría divina para salvar al mundo ha usado un medio aparentemente insensato: la cruz de Cristo, que confunde la sabiduría de este mundo y que es escándalo para los judíos y necedad para los griegos, mientras para los llamados, es: “fuerza de Dios y sabiduría de Dios”, 1 Cor 1,17-25.

Esta sabiduría ha actuado en Corinto, donde Dios, fiel a la lógica de la cruz, ha llamado a los menos sabios y poderosos para confundir la sabiduría del mundo,1 Cor 1, 26-31.

Pablo mismo ha sido fiel a esta lógica: no predicó con el prestigio de la palabra y de la sabiduría humana. Predicó únicamente a Cristo crucificado, para que la fe de los cristianos no estuviera basada en la sabiduría de los hombres, sino sólo en el poder de Dios, 1 Cor 2, 1-5.

Esto no quiere decir que no exista una sabiduría cristiana: una doctrina internamente coherente, capaz de dar una explicación religiosa de la historia de la humanidad y de los designios de Dios sobre ella.  Pero se trata de una sabiduría misteriosa, que solo puede captar la mente iluminada por Dios. Esta sabiduría es el Espíritu Santo, que la revela a los “perfectos”. El hombre terreno y carnal no la puede recibir. Le parecerá siempre necedad. Solo el hombre “espiritual” la puede acoger, porque este hombre tiene la mente de Cristo,1 Cor 2, 6-16.

Pablo no pudo comunicar esta sabiduría a los Corintios. Solo les pudo dar una enseñanza elemental, porque todavía eran carnales, incapaces de asimilar una doctrina más elevada y exigente. Una prueba de ello es la división que tienen en relación con los predicadores del evangelio, 1 Cor  3,1-4.


4.5. LA SEGUNDA CARTA A LOS CORINTOS

4.5.1. Las circunstancias históricas

Las circunstancias que determinaron a Pablo a escribir esta carta son muy especiales. Solo conociéndolas podremos comprender el tono de ella, su contenido y finalidad.

4.5.1.1. Tres problemas particulares
En la carta Pablo hace alusión a tres hechos que precedieron la redacción de la misma: ha escrito a los Corintios una carta, "con muchas lágrimas"; ha hecho una visita enojosa a Corinto; se ha cometido en esa ciudad una grave injuria.

4.5.1.2. La carta escrita: "con muchas lágrimas": 2 Cor 2, 3-4.9; 7, 8-9.12
Pablo dice varias veces en su Segunda carta a los Corintios que les escribió antes otra carta, “en una gran aflicción y angustia de corazón, con muchas lágrimas”, 2 Cor 2, 4. Esa carta había causado grande aflicción a los Corintios. Pablo, al escribirles, tenía la intención de poner a prueba su obediencia y fidelidad.
Es evidente que la Primera carta a los Corintios no corresponde a este contexto. Se trata, por consiguiente, de una carta posterior a la primera y anterior a la Segunda. Hay algunos autores que afirman, como hipótesis - poco probable por cierto - que esta carta se conservó, al menos en parte, en los capítulos 10-13 de la Segunda carta canónica.

4.5.1.3. La visita enojosa: 2 Cor 1, 23 - 2,1; 12, 14; 13, 1-2
En el momento en que Pablo escribe la Segunda carta a los Corintios, se prepara para ir a Corinto “por tercera vez”, 2 Cor 12,14; 13,1. Recuerda, además, algo que había afirmado durante su segunda estancia entre ellos.  De ahí que se tenga por cierto que Pablo, además de su primera estancia de 18 meses, cuando fundó esa Iglesia, estuvo de visita en la ciudad de Corinto una segunda vez. No podemos determinar su duración.  Parece haber sido breve.  Lo seguro es que Pablo conservó un recuerdo penoso de esa visita y no quería volver a tener la misma experiencia en el viaje que proyectaba, 2 Cor 2, 1. La visita penosa la realizó Pablo entre la redacción de la primera y de la segunda carta a los Corintios.

4.5.1.4. El caso de la "injuria" : Cor  2, 5-8.10; 7, 12
En Corinto se tuvo un grave incidente: un choque entre un “ofensor” y un “ofendido”, 2 Cor 7, 12. Este incidente, en el que parece haber tomado parte toda la comunidad, parece que afecto de algún modo el prestigio de Pablo, el cual con todo derecho podía ver en el un ofensa personal, 2 Cor 2, 5-8.10.  Este hecho fue el que dio origen a la carta escrita, “con muchas lágrimas”, 2 Cor  7, 12.
El incidente viene considerado oficialmente terminado: al "ofensor", se le infligió un castigo, decidido por la mayoría de la comunidad. Sin embargo, todavía los ánimos no se habían apaciguado totalmente, 2 Cor 2, 5-8.
Muchos opinan que este incidente hay que identificarlo con el del incestuoso, que se menciona en la primera carta a los Corintios, 1 Cor 5, 1-13. Pero, la opinión más cierta es la que lo considera algo diverso: aquí se trata de un acto grave de insubordinación en relación con Pablo o con algún representante de él.


4.5.2. Orden de los acontecimientos que llevaron a la redacción de la carta

Parece que después de haber escrito Pablo su Primera carta a los Corintios todo se arregló. Ya no se habla más de partidos y Pablo no vuelve a tratar los problemas que había resuelto.

Ahora lo que sucede es que aparecen en Corinto predicadores judaizantes, apoyados en cartas de recomendación, que volvieron a poner en efervescencia a la comunidad, 2 Cor 3, 1-2; 11, 22. Atacaron violentamente a la persona de Pablo. Por lo que él dice en la carta conocemos cuáles eran los cargos que aducían contra su persona: no era - decían - un verdadero apóstol; no había visto a Cristo; no se atrevía a usar el derecho de los auténticos predicadores del evangelio, autorizados por Cristo a vivir e expensas de la comunidad a la que servían. Al mismo tiempo, - así lo repetían los judaizantes - Pablo se mostraba orgulloso, lleno de sí, arrogante, siempre preocupado de su prestigio, siempre dispuesto a alabar sus propios trabajos para ponerse sobre los demás. Pablo es - éstas eran otras acusaciones - ligero, voluble, astuto, se aprovecha de la comunidad ocultamente, es exaltado, visionario, arrogante de lejos, pero pusilánime cuando está frente a sus adversarios.

Informado de esta campaña contra él, Pablo hace una visita rápida a Corinto, 2 Cor 1, 23-2,1; 13, 1-2. Busca poner remedio, pero no logra calmar completamente la agitación. A su partida promete volver para una estancia más larga, 2 Cor  1, 15-16.

Después de la partida de Pablo vuelven a aparecer los pleitos e intrigas que culminan con el incidente de insubordinación, 2 Cor 2, 5; 7, 12.

Impedido en Efeso por un grave acontecimiento, que pone en peligro su vida 2 Cor 1, 8-9, y afligido por la ofensa que le hicieron, escribe a los Corintios una carta, “con muchas lágrimas”, en la que exige reparación. Al mismo tiempo pide a Tito que vaya a Corinto para arreglar las dificultades.

Tras el tumulto de los plateros de Efeso, Hech 19, 23-40, Pablo abandonó Efeso, Hech  20, 1, y llegó  a Tróade, donde se había citado con Tito. No habiéndolo encontrado, 2 Cor 2, 12-13, lleno de preocupación, partió para Macedonia, donde lo alcanzó Tito llevándole noticias buenas 2 Cor 7, 5-7: el partido favorable a Pablo había predominado y la comunidad se había pacificado 2 Cor 7, 7-11, y el “ofensor” había sido severamente castigado 2 Cor 2, 6.

Entonces Pablo envió de nuevo a Tito a Corinto para que continuaran la organización de la colecta en favor de los hermanos de Jerusalén 2 Cor 8,16-24. Finalmente, antes de ir él mismo a Corinto, para sellar con su presencia la reconciliación, Pablo escribe hacia finales del año 57 la Segunda Carta a los Corintios (canónica), probablemente en Filipos.


4.5.3. La estructura de la carta

La Segunda carta a los Corintios tiene un carácter personal muy acentuado. Es una mirada retrospectiva hacia el pasado. En momentos es tierna, en momentos vibrante y acompañada de meditaciones sobre la grandeza del ministerio apostólico e interrumpida por las instrucciones prácticas sobre la colecta en favor de los hermanos de Jerusalén.

A). PREÁMBULO
B). SALUDO Y ACCIÓN DE GRACIAS: 2 Cor 1, 1-11
C). PRIMERA PARTE: Apologética: Conclusión de los incidentes del pasado. Examen de conciencia público del apóstol: 2 Cor 1, 12 - 7, 16
1. Por qué Pablo modificó sus planes de viaje, 2 Cor 1, 12 - 2, 11
2. De Tróade a Macedonia: digresión sobre el ministerio apostólico, 2 Cor 2, 12 - 7, 4

  • Grandeza del ministerio apostólico 2 Cor 2, 12 - 4, 6
  • Las grandes paradojas de la vida apostólica: tribulaciones y esperanzas, 2 Cor 4, 7- 5, 1.    
  • Ejercicio del ministerio apostólico, 2 Cor 5, 11; 6, 10.
  • Desahogos paternales y advertencias, 2 Cor 6, 11 - 7, 4.
  • Pablo en Macedonia, donde lo ha alcanzado Tito, 2 Cor 7, 5-16.

D). SEGUNDA PARTE: Organización de la colecta: 2 Cor 8, 1 - 9, 15
1. Motivos para mostrarse generosos, 2 Cor 8, 1-15.
2. Pablo recomienda a los delegados, 2 Cor 8, 16 – 9,5.
3. Los beneficios que saldrán de la colecta, 2 Cor 9, 6-15.
E). TERCERA PARTE: Polémica: Pablo se defiende contra sus difamadores: 2 Cor 10, 1 - 13,10
1. Pablo responde a la acusación de debilidad, 2 Cor 10, 1-11.
2. Pablo responde a la acusación de ambición, 2 Cor 10, 12-18.
3. Pablo se ve constreñido a hacer el elogio de sí mismo, 2 Cor 11, 1 -12, 18 .
4. Pablo manifiesta sus temores e inquietudes, 2 Cor 12, 19 - 13, 10.
F). CONCLUSIÓN
Recomendaciones, saludos, deseo final: 2 Cor 13, 11-13

4.5.4. Unidad de la carta

Es un problema delicado el de la unidad de la Segunda carta a los Corintios. Lo podemos expresar así: la Segunda carta a los Corintios ¿Salió tal cual de la mano del apóstol, o bien es el resultado de la fusión de dos o más cartas del mismo?

La respuesta tradicional contesta afirmando la primera parte: Pablo escribió la carta tal y como la tenemos nosotros. Como pruebas se citan los hechos siguientes: no encontramos en ninguna parte, ni en la tradición textual, ni en las traducciones, ni en las citas de los Padres, la más ligera huella de la segunda posibilidad.
Sin embargo, el análisis de la carta (la crítica interna de la misma) pone de relieve evidentes dificultades desde el punto de vista de su unidad:

  • La nueva actitud de Pablo a partir del Capítulo 10: de la dulzura y ternura pasa bruscamente a amenazar.  Por este motivo, muchos piensan que los capítulos 10 - 13 pertenecen a otra carta conservada solo en parte.
  • ¿Cómo conciliar 2 Cor 1, 24, con 2 Cor 13, 5; 7, 4. 14-16; 8, 7, con 11, 3-4. 20-21; 13,2-10? Esto sería otra base para pensar en una carta posterior. 

En esta hipótesis la solución menos débil en el estado actual de la investigación podría proponerse así: Pablo envió a Tito para organizar la colecta en favor de los fieles de Jerusalén.  2 Cor. 8, 6. 16-17. Éste, al llegar a Corinto llevando esa Segunda carta de Pablo, encontró a la comunidad sumida de nuevo en grandes problemas: los enemigos de Pablo habían comenzado a atacarlo de nuevo con su campaña de calumnias. Tito o algún otro le comunicó a Pablo esos hechos. Entonces él, indignado por la audacia y encarnizamiento de sus adversarios y por la vileza de la comunidad que los escucha, toma nuevamente la pluma y escribe las violentas paginas que leemos en los Capítulos :10º - 13º.


4.5.5. Importancia de la segunda carta a los Corintios

Esta carta, más que cualquier otra, escrita con ocasión de una polémica, no es un escrito doctrinal.
Se trata de una carta afectiva que Pablo escribe para restablecer en la comunidad de Corinto su autoridad de padre.

Con todo, esta carta contiene también grande riqueza doctrinal: Pablo nos habla de la Trinidad, 2 Cor 1, 21-22; 13, 13, del Espíritu Santo,  2 Cor 3, 17-18; 5, 5; de la Antigua Alianza en el Sinaí y de la Nueva Alianza, 2 Cor 3, 3-11; de la escatología, 2 Cor 4, 16-18; 5, 1-10.

Al mismo tiempo esta carta es un documento precioso para conocer la crisis judaizante en la Iglesia apostólica. Pero, sobre todo, esta carta ilumina la persona y la actividad apostólica de Pablo. Es un documento autobiográfico de primer orden: nos da noticias que no encontramos en las demás Cartas y en los Hechos de los Apóstoles y, principalmente, nos manifiesta los secretos de la vida íntima del apóstol de los Gentiles: sufrimientos, visiones extraordinarias, gracias  místicas. Es una ventana al alma de Pablo.


Agradecemos al P. Ignacio Garro, S.J. por su colaboración.


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