P. Mark Link, jesuita.
Día dos
“Como siembran vientos, cosecharán tempestades”
Oseas 8; 7
Juan trabajaba como
contratista de edificios. Su especialidad eran los departamentos de gran lujo.
Para aumentar sus
ingresos, solía engañar a sus clientes alterando la calidad de los materiales.
Era tan hábil para ocultar las suplantaciones, que bromeaba con un amigo
diciéndole que ni él mismo podía detectarlas. A veces las suplantaciones eran
de tal proporción que los propietarios y habitantes corrían serio peligro por
los sistemas eléctricos mal instalados y otras cosas por el estilo.
En el último
departamento que construyó se le pasó la mano y exageró sin medida en la mala
calidad de los materiales, lo que sería aparentemente indetectable. Lo que
nunca imaginó es que precisamente ese fue el departamento que la compañía para
la que trabajaba le daría como retribución de jubilación para pasar el resto de
su vida con su esposa,
¿Crees que esta historia puede ser una parábola de tu vida? ¿No has suplantando materiales en algún aspecto pensando que nadie se va a dar cuenta? Sincérate con Dios sobre las pequeñas o no tan pequeñas falsedades en tu vida.
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Referencia bibliográfica: Desafío. P. Mark Link, jesuita. Ejercicios Espirituales de San Ignacio
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