P. Mark Link, jesuita.
Día dos
“Canten a Dios salmos, himnos y cantos con el corazón agradecido”
Colosenses 3,16
El
maratonista Hill Rodgers era objetor de conciencia y en vez de servir en el
ejército, fue asignado a hacer servicio social en una casa de personas con
trastorno de desarrollo intelectual. Conocer a Joe afectaría profundamente la
vida de Hill.
Cuando veo a Joe, parece que tuviera grabada una sonrisa que dice: “bienvenidos a mi mundo”. Lo observo en las sesiones de terapia o en los talleres, veo que participa activamente y con el corazón abierto, entusiasmado para crecer y aprender mucho más de lo que puede. El más pequeño signo de amabilidad hacia él, o el objeto más pequeño que se le entregado, lo hacen rebosar de gratitud. Joe encuentra siempre razones para estar agradecido incluso en las circunstancias más difíciles.
La
capacidad de Joe para concentrarse en las cosas buenas de la vida, sin importar
lo pequeñas que podían ser y pasar por alto las malas a pesar de su magnitud
marcaron la visión del mundo del deportista.
¿Soy capaz de centrarme en las buenas cosas pasando por alto las malas? Habla con Dios sobre cómo puedes mirar la vida de una manera positiva.
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Referencia bibliográfica: Desafío. P. Mark Link, jesuita. Ejercicios Espirituales de San Ignacio
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