P. Mark Link, jesuita.
Día dos
Entonces, Dios dijo:
“Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza” Génesis 1,26
El famoso caricaturista americano Thomas Nast, se encontraba en una fiesta
con algunos amigos. Alguien le sugirió que hiciera una caricatura de cada una
de las personas presentes.
Rápidamente, con negras pinceladas, Nast trazó pequeños bocetos de cada uno
de sus amigos. Enseguida, los pasó a cada uno de ellos para que se observaran. Se
escuchaba risas y bromas. Luego, sucedió algo inesperado; todos reconocían a sus amigos, pero pocos se reconocían a sí
mismos.
Cuando se trata de nosotros, parecemos mirar un horizonte vacío. No nos
vemos a nosotros mismos tan claramente como nos ven otras personas. No
reconocemos nuestras principales características - fortalezas y debilidades -
como realmente son.
Es verdad lo que reza el dicho: “Si nos viéramos como realmente somos,
necesitaríamos muchas explicaciones”.
¿Cuáles serían las dos palabras que elegirías para describirte? ¿Por qué estas
palabras? Háblale a Dios preguntándole cómo te describiría Él.
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Referencia bibliográfica: Desafío. P. Mark Link, jesuita. Ejercicios Espirituales de San Ignacio
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