P. Fernando Basabe Manso de Zúñiga, jesuita
Breves indicaciones para hacer con fruto las meditaciones
Acto de fe, esperanza y amor a Jesucristo
II MINISTERIO DE JESÚS EN GALILEA
(Mayo 28 - Mayo 29)
D. DISCURSO DE LAS PARÁBOLAS
72.- PARÁBOLA DEL
TRIGO Y LA CIZAÑA
TEXTOS
Mateo 13,24-30; 36-43
Otra parábola les
propuso diciendo: "El reino de los Cielos es semejante a un hombre que
sembró buena semilla en su campo. Pero, mientras su gente dormía, vino su
enemigo, sembró encima cizaña entre el trigo, y se fue. Cuando brotó la hierba
y hecho luego espiga, apareció entonces también la cizaña. Los siervos del amo
fueron a decirle: Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que
tiene cizaña? El les contestó: ‘Algún enemigo ha hecho esto. Le dicen los
siervos: ¿Quieres, pues, que vayamos a recogerla?'. Díceles: No, no sea que, al
recoger la cizaña, arranquéis a la vez el trigo. Dejad que ambos crezcan juntos
hasta la siega. Y al tiempo de la siega, diré a los segadores: Recoged primero
la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo recogedlo en mi granero.
Entonces despidió
a la multitud y se fue a casa. Y se le acercaron sus discípulos diciendo:
"Explícanos la parábola de la cizaña en el campo. El respondió: "El
que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el Mundo; la
buena semilla son los hijos del Reino; la cizaña son los Hijos del Maligno; el
enemigo que la sembró es el Diablo; la siega es el fin del mundo, y los
segadores son los ángeles. De la misma manera, pues, que se recoge la cizaña y
se la quema en el fuego, así será al fin del mundo. El Hijo del hombre enviará
sus ángeles que recogerán de su Reino todos los escándalos y a los agentes de
iniquidad, y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el
rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de
su Padre. El que tenga oídos que oiga".
INTRODUCCIÓN
Parece que en
tiempos de Jesús, en los campos de Palestina, crecía mucho la mala yerba; y se
nos dice también que entre los mismos judíos había tremendas venganzas, y una
de ellas era quemar los campos del enemigo, por lo menos, malograrlos sembrando
en ellos mala yerba, cuando el dueño no estaba vigilando su campo.
La parábola se
refiere, en primer lugar, a la situación real en su tiempo. Estaban los
apóstoles, los discípulos que seguían a Jesús; y estaban los enemigos de Jesús,
principalmente los escribas y fariseos.
La enseñanza
central de la parábola se refiere a la actitud que hay que tomar ante la
coexistencia del bien y del mal en el mundo. Por tanto, es una enseñanza que va
mucho más allá de la amenaza y condena a los fariseos y escribas; es una
enseñanza que toca el mayor drama de la humanidad, el drama de la coexistencia
de buenos y malos en este mundo. Y Jesús nos enseña cual es la respuesta suya a
este problema.
"Los hijos
del Reino" y "los hijos del Maligno" se refieren a la gente que
camina siguiendo las enseñanzas del Reino de Dios o a los que van por el camino
del mal y están bajo la influencia de Satanás.
MEDITACIÓN
1) La pregunta de los criados del amo
Los siervos o
criados pareciera que dan a entender que la culpa podría ser del mismo amo.
"¿No sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene
cizaña?". Por lo menos, sería falta de cuidado al elegir la semilla, o al
sembrarla o al no haber primero quitado la cizaña. La negligencia del mismo amo
sería la causa de que haya crecido tanta cizaña en el campo.
Podríamos ver
aquí, en estos criados, reflejada la actitud de aquellas personas que echan la
culpa a Dios de todos sus males, y de los males del mundo.
Un autor comenta:
"Reflejan aquellos que ante el mal levantan coléricos los ojos y los
puños contra el Cielo".
Son personas que
nunca han entendido que Dios es infinitamente bueno y que sólo quiere el bien y
felicidad para nosotros; que la causa de todos los males está en el pecado cometido
por la libre voluntad del pecador. Quitemos el pecado del mundo, y este mundo
sería ya un paraíso en la tierra. Pero Dios, al creamos "a su imagen y
semejanza", nos ha creado con inteligencia y con voluntad responsable,
con libertad; y Dios respeta la libertad que ha concedido a sus hijos, no la
coacciona, pero siempre les está invitando a que obren el bien. Es responsabilidad
del hombre su pecado y las consecuencias malas que de esos pecados se derivan para
él mismo y para los demás.
2) Respuesta de Jesús a los criados
El amo contesta
muy claramente a los criados que la culpa no es suya, sino que "algún
enemigo ha hecho esto". El enemigo es quien ha plantado la cizaña. Y en
su explicación, conocemos quién o quiénes son esos enemigos: El enemigo es el
Diablo, pero también hay que entender por enemigos a "los hijos del
Diablo", es decir, los que viven arraigados en el pecado y por donde pasan
van sembrando el pecado en el mundo. Recordemos que Cristo, en una oportunidad,
llamó a los fariseos "hijos del Diablo", porque realizan los deseos
del Diablo". (Jn 8,44).
Con esta respuesta
de Jesús queda muy claro lo que indicábamos anteriormente: Dios no es culpable
de nuestros males. Es el hombre pecador, que en vez de seguir a Cristo, sigue a
Satanás, en complicidad con sus pasiones y los criterios del mundo.
3) Actitud de los criados: arrancar la cizaña
A los criados les pareció, lo más lógico, ir
en seguida al campo y arrancar la cizaña. También Cristo quiso indicar esta
actitud de violencia de los criados, y que parecía la más lógica, para
reflejar en ella la actitud de muchos que quisieran también a través de la
violencia sobre los malos, terminar con la cizaña en el mundo. Imponer el bien
y acabar con las injusticias a través de la violencia ha sido una tentación
permanente para muchos cristianos.
Y ya en el
Evangelio mismo tenemos dentro del grupo apostólico esta tentación. Recordemos
el pasaje donde se nos narra que los samaritanos no quisieron recibir al Señor.
"Al verlo sus discípulos Santiago y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que
digamos que baje fuego del cielo y los consuma?" Lucas añade muy
escuetamente: "El Señor volviéndose, les reprendió; y se fueron a otro
pueblo."(Lc 9,54-55)
Una falsa Teología
de la Liberación ha propuesto el camino de la violencia y de la Lucha de Clases
como solución a muchos problemas.
Es otro ejemplo
más de haber caído en la tentación que ya tuvieron Santiago y Juan. La
providencia de Dios tiene otros caminos, que aunque a los ojos del hombre
parezcan que no conducen al fin que se pretende, son, sin embargo, los caminos
de la Sabiduría de Dios y los únicos que llevarán al hombre a su triunfo final
y definitivo.
4) La estrategia de Jesús: "Dejadla
crecer"
De ninguna manera
quiere decir que el Señor es condescendiente con el mal moral del hombre. Su
juicio es bien claro: los que siembran la cizaña y la cizaña misma son los que
viven enraizados en sus pecados, y a quienes llama "hijos del
Diablo". Pero el Señor ha venido a salvar a los pecadores, ha venido a
redimir "lo que estaba perdido". Y conoce muy bien el corazón de
hombre. La idea fundamental de Cristo es que ahora es tiempo de
"paciencia", tiempo de espera.
El Señor dice que
no se arranque la cizaña, no sea que al mismo tiempo puedan sufrir daño, sean
arrancadas también las espigas buenas. ¿Qué sentido tiene esta frase del Señor?
Si nos quedamos solamente en el hecho real del campo donde hay espigas y hay
cizaña, quizá sea difícil entender la frase del Señor. Pero es que el campo de
las almas es muy diferente. En las almas, puede haber una conversión sincera.
El buen ladrón se convirtió en el último momento de su vida. Lo que busca
Cristo es la salvación de todos, que no se pierda ninguno; por todos ofreció su
vida; y su paciencia es infinita con el pecador hasta el último instante de su
existencia en la tierra. Y de hecho, cuántas almas que han sido cizaña se han
convertido en buen trigo, cosa que no sucede en la naturaleza.
Y más aún, Cristo
sabe también que muchas veces trigo y cizaña están mezclados en una misma alma.
No todo lo que hay en un alma que consideramos buena, es puro trigo; la
experiencia nos dice, y tenemos que reconocerlo con profunda humildad, que con
mucha frecuencia la cizaña ha entrado en nuestro corazón. Paciencia de Cristo
con esas almas también, para que vayan consiguiendo convertir todo lo que hay
en su corazón en puro trigo.
Paciencia con el
pecador, odio al pecado, amor al pecador, esa es la gran lección de Cristo ante
el grave problema de la coexistencia de buenos y malos. El nos precede con su
ejemplo.
5) Desenlace final
Jesús nos está
exhortando a ser trigo, a convertirnos en trigo; si por desgracia, cuando
llegue la hora de la muerte, somos cizaña, ahí se acabó ya la hora de la
paciencia de Dios. Cristo se muestra como supremo Juez en la hora del juicio
final, y con lenguaje apocalíptico, nos hace ver a los ángeles como ejecutores
de su sentencia. Y las imágenes con que expresa el castigo están tomadas del
lenguaje de los profetas que hablan de la cólera de Dios que abrasa a los malos
(Cfr. Na 1,9; Mal 4,1; Is 66,24).
La realidad bajo
estas imágenes es la condenación eterna en el infierno. Y "recoger el buen
trigo en su granero", significa la entrada de los justos en el Reino de
Dios, el reino escatológico de vida eterna. También aquí Cristo se apoya en
textos del Antiguo Testamento cuando dice que "los justos brillarán como
el sol en el Reino de su Padre." (Cfr. Mal 4,20; Dn 12,3). Ese brillo no
será sino una manifestación de la visión beatífica de Dios, que es todo luz
infinita en su esplendor.
Para los
condenados "será el llanto y el rechinar de dientes", expresión que
dramáticamente describe su rabia y desesperación.
Referencia: Meditaciones Vida, Muerte y Resurrección de Jesucristo - P. Fernando Basabe Manso de Zúñiga, SJ.
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Siéntete en libertad de compartir en los comentarios el fruto o la gracia que el Señor te ha regalado en esta meditación.
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