P. Mark Link, jesuita.
“Me conoces cuando me siento o me levanto”
Salmo 139,2
El piloto Edward Rickenbacker y su tripulación de siete personas
naufragaron en el Pacífico. Sobrevivieron 21 días comiendo lo que pescaban,
tomando agua de lluvia y rezando. Aquí tenemos una oración que repetían
siempre:
Señor, tú me sondeas y me
conoces,
Me conoces cuando me siento o me
levanto
de lejos percibes mis
pensamientos;
distingues mi camino y mi
descanso.
Todas mis sendas te son
familiares;
No ha llegado la palabra a mi
lengua
Y ya, Señor, te la sabes toda.
Me estrechas detrás y delante,
Me cubres con tu palma.
Tanto saber me sobrepasa, es
sublime y no lo abarco.
¿Adónde iré lejos de tu aliento?
¿Adónde escaparé de tu mirada?
Si vuelo hasta el margen de la
aurora,
Si emigro hasta el confín del
mar,
Allí me alcanzará tu izquierda,
Me agarrará tu derecha.
Te doy gracias, porque eres
sublime
Y te distingues por tus hechos inigualables.
Salmo 139,1-10.14
¿Realmente crees que Dios te conoce mejor de lo que tú te conoces a ti
mismo; que te ama más de lo que tú te amas? Habla con Dios acerca de este
misterio.
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Referencia bibliográfica: Desafío. P. Mark Link, jesuita. Ejercicios Espirituales de San Ignacio
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