Sectas Pseudoespirituales: Espiritismo 3º Parte, Fenómenos espiritistas

Las Sectas
en
Latinoamérica


51º Parte


P. Ignacio Garro, S.J.


Profesor del Seminario Arquidiocesano de Arequipa, ex profesor del Seminario de Trujillo.



5. EXPLICACIÓN DE LOS FENÓMENOS ESPIRISTAS


Hemos descritos en el apartado anterior los principales fenómenos espiritistas. Ahora pasamos a la explicación teórica, hipotética o conjetural de dichos fenómenos 80. Prescindimos de la interpretación materialista que, durante mucho tiempo, negó la existencia de los fenómenos parapsicológicos y los consideró como cosas meramente subjetivas y fantasiosas.

Aparte de Dios, sólo hay tres posibles agentes de los fenómenos espiritistas, dotados de inteligencia, capaces de realizar por sus propias fuerzas esos hechos o fenómenos, o sea, son capaces de ser la causa principal, a saber:

  1. Un espíritu no encarnado (interpretación demoniaca)
  2. Un espíritu encarnado durante algún tiempo (interpretación espiritista)
  3. Un espíritu encarnado todavía (interpretación natural).

5.1. Fenómenos espontáneos y provocados

Al tratar de explicar los fenómenos espiritistas de índole extraordinaria, el menos en apariencia, conviene distinguir entre los fenómenos provocados y los espontáneos. Estos aparecen sin preparación, de manera imprevista; aquellos tras una serie de preparativos y de circunstancias, "provocados" o realizados con una finalidad e intención determinada. Los espontáneos pueden deberse a diferentes factores, también a la intervención divina. En los provocados cabe más el fraude de quienes se atribuyen el poder de evocar los espíritus a su voluntad y capricho para dar mensajes mediantes golpes, mesas voladoras, etc. Precisamente los fenómenos espiritistas son los "provocados".

  • Interpretación demoniaca: El carácter aparentemente extraordinario de no pocos fenómenos espiritistas y la comprobación de que el espiritismo es una secta, una "nueva religión", que aleja a sus adeptos del cristianismo indujeron a algunos autores a poner su origen en la intervención preternatural, pero no de los ángeles ni de los espíritus de los difuntos, sino de los demonios. Estos argumentos suelen ser ineficaces y contraproducentes.

  • Interpretación espiritista: Es la respuesta de los espiritistas. En efecto, atribuyen los fenómenos acaecidos en las sesiones espiritistas a los espíritus de los muertos, que a veces se harían incluso visibles gracias al "periespíritu". En teoría ésta puede ser una de sus causas y explicaciones, pero no puede admitirse como causa única y universal, ni siquiera en casos concretos a no ser que quede descartada cualquiera otra explicación y que, además, se demuestre la intervención de los espíritus, ¿pero, esto como se demuestra?.

  • Interpretación natural: Que atribuye los fenómenos espiritistas fundamentalmente a dos causas:

El Fraude: El fraude está presente desde los inicios mismos del espiritismo moderno. La madre de las hermanas Fox, se asustó cuando oyó ruidos extraños, "raps", en el cuarto donde sus hijas estaban acostadas en una cama de madera. Quiso probar y rogó a "los ruidos" que le dijeran la edad de las hijas, al instante se oyeron 8, 7 y 3 golpes (3 eran los años de otra hija muerta a esa edad). Nueva pregunta: "¿Contesta a mis preguntas algún ser viviente?" Silencio. Cambio decisivo de formulación, que encauza la respuesta en una dirección determinada con una falta evidente de criterio y de objetividad, continúa, "¿Eres acaso algún espíritu?" Si es así da 2 golpes". Al momento se oyeron 2 golpes secos. Y de nuevo la concreción indebida y sin rigor científico: "Si eres un espíritu doliente da 2 golpes". Se oyeron otros 2 golpes". "¿Te causaron daño en esta misma casa?" Respuesta afirmativa. Así, de esta manera y con este método precientífico, llegó a saberse que se trataba de un hombre de 31 años, asesinado en esa misma casa, enterrado en la bodega, era padre de 2 hijos y de 3 hijas, viudo, etc. Así comenzó el espiritismo moderno con las preguntas de la madre y los golpes dados por sus hijas como lo reconocieron públicamente y en repetidas veces, en 1888, tras 40 años de fraude. Incontables son los casos de fraude descubiertos por los investigadores en las sesiones espiritistas.

El fraude está facilitado por el ambiente de la habitación o sala donde se realizan las sesiones espiritistas. Este salón se halla siempre a oscuras o en la semioscuridad; al menos uno de los ángulos de la sala está recubierto con paños funerarios, cuyos extremos se unen por arriba sobre un triángulo suspendido a unos 2,60 metros del suelo. Del triángulo con anillas corredizas, cuelgan otras dos cortinas de tela especial (de franela negra). La mesa ha de ser siempre de madera, nuca de metal ya que el metal impide los golpes "raps", y no puede ser levantada en el aire por los espíritus. Los participantes en las sesiones espiritistas se mantienen alejados siempre del rincón con cortinas, sentados y cogidos por las manos formando una cadena que, según dicen ellos, facilita la "corriente fluídica". Si el "medium" sospecha de alguien que está presente pero no bien dispuesto, es expulsado inmediatamente. Los asistentes suelen ser invitados a cantar y, al canto, se añade el tañido o la pulsación de algún instrumento. Se dan una serie de circunstancias que impiden o al menos dificultan la comprobación de la autenticidad de los experimentos y de los fenómenos espiritistas.

Fenómenos espiritistas debido a una causa natural aunque todavía desconocida: Puede haber, y al parecer hay, algunos fenómenos espiritistas que no son producidos ni por intervención de los demonios, ni por los espíritus, ni por manipulaciones conscientemente fraudulentas del "medium" ni por ninguna otra persona. Se trata de fenómenos naturales que pertenecen al terreno de la parapsicología, de la psicología profunda, del psicoanálisis, etc. El descubrimiento de su causa natural queda todavía en la oscuridad total o al menos en la penumbra de nuestro conocimiento causal.

5.2. El desdoblamiento de la personalidad

Veamos a continuación algunos intentos de explicación natural de los fenómenos espiritistas. El desdoblamiento de la personalidad es una teoría psicológica que manejan algunos psiquiatras, en la línea del Profesor J. M. Charcot, y ponen la explicación de los fenómenos espiritistas en el desdoblamiento de la personalidad, que suele o puede darse en los casos de hipnosis histérica, cuando se esfuma la personalidad ordinaria y deja paso, debido al estado hipnótico del paciente, a una segunda personalidad e incluso a una tercera personalidad diferenciada de la ordinaria. Dado el contexto y escenario de las sesiones espiritistas, se identificarían las posibles y distintas personalidades del "medium" con diferentes espíritus, siendo en realidad, no diversos espíritus que hablan, comunican mensajes o revelan cosas, sino las posibles personalidades latentes en el "medium" y que afloran al exterior en un momento de "trance".

5.3. La Metapsíquica y la Parapsicología

Aunque había interesado desde siempre, al menos en ciertos grupos, la investigación científica y sistemática de los fenómenos misteriosos del hombre, comenzó en 1882 con la llamada "metapsíquica", una teoría que admite la existencia de una facultad psíquica peculiar, al menos en algunas personas, por ejemplo, los "mediums"; la cual capacidad trasciende, está más allá, del psiquismo normal de los individuos. Esta misma disciplina psicológica de la "metapsíquica" fue reformada y perfeccionada con el tiempo y con estudios y experimentos posteriores se le denominó "parapsicología", que a partir de 1934, y desde el año 1953 sus conclusiones son reconocidas, en general, como científicas. La parapsicología admite en el hombre facultades parapsíquicas o paranormales, es decir, modos de adquirir conocimientos al margen de los cinco sentidos, que a veces prescinden incluso de las leyes de la distancia y del tiempo.

También se le ha denominado a la parapsicología como la ciencia que estudia los fenómenos de la psique humana en la dimensión: "percepción extrasensorial", (PES), también llamada "Psi-Kapa". Según la mayoría de los parapsicólogos basta el conocimiento y observación de la psicología profunda de la persona humana para explicar los fenómenos espiritistas. Estos fenómenos serían fruto de esa fuerza incontrolable y escondida del llamado "inconsciente individual” e "inconsciente colectivo", que es un conjunto de contenidos, representaciones, imágenes e impulsos físicos y afectivos que sobrepasan el nivel normal de la conciencia y el subconsciente del individuo. Según los parapsicólogos, la persona humana, del 100% de las fuerzas de su ser sólo es consciente de un 40% o 50%, lo demás son fuerzas, pulsiones, y emociones no debidamente controladas, escapan al nivel consciente y sin embargo, ahí están, vivas y a la vez latentes, deseando expresarse de manera inconsciente.

Es a través del "inconsciente colectivo", de la información genética y de los conocimientos adquiridos no siempre de modo consciente y, en cualquier caso olvidados, donde se almacenan los contenidos de realidades conscientes en generaciones y en tiempos pasados. De esta manera se explicaría las "informaciones" inexplicables si se tiene en cuenta sólo los conocimientos de los participantes en las sesiones espiritistas, considerados aisladamente o como individuos, por ejemplo, cuando hablan lenguas ciertamente desconocidas por los allí presentes. Una explicación similar tendría la llamada "escritura automática", o la práctica de la "ouija", por medio de los sonidos de la mesa o los movimientos del vaso. Se trataría, en suma, de movimientos musculares involuntarios, automáticos, de las manos posadas sobre la mesa (de hecho ocurre este fenómeno en mesas de madera, no en mesas de metal). Esos movimientos obrarían accionados por resortes o impulsos provenientes del "inconsciente individual", o, del "inconsciente colectivo".

El inconsciente aflora fácilmente a la luz de la conciencia durante el sueño, en los procesos de hipnosis, en los estados de trance, en las sesiones ocultistas, y también en las sesiones espiritistas. En estas circunstancias especiales se tiende a asociar esos fenómenos extraños a realidades distintas de nosotros mismos, debido a que el nivel consciente de la persona está como adormecido, por ello uno mismo no se da cuenta que lo que allí está ocurriendo no lo produce una fuerza extraña, o ajena a los allí presentes, sino que ese fenómeno puede ser producido por uno de ellos o por varios de ellos, y así el fenómeno lo explican diciendo que ha sido un espíritu, o el alma de un difunto que ha sido llamado, cuando en realidad lo que ha ocurrido es que el inconsciente individual o colectivo de los allí presentes está actuando. Es verdad que no todas las personas poseen la misma capacidad de activar el inconsciente, y es evidente que el "medium" tiene una facilidad y fuerza muy grande para activar este inconsciente individual y colectivo. Es el "medium" el individuo que está predispuesto y preparado para iniciar el proceso de la sesión espiritista, lo desarrolla y lo culmina, los demás presentes son meros espectadores pasivos y crédulos de lo que allí acontece.

Por supuesto, los espiritistas no quieren saber absolutamente nada de las teorías parapsicológicas que intentarían explicar sus fenómenos espiritistas, dejando al descubierto sus pretensiones animistas y ultraterrenas. Es indudable que si se aceptan las explicaciones de los parapsicólogos los espiritistas se quedan sin sus filosofías y sus creencias tan arraigadas. Para los espiritistas profesionales o para sus adeptos, es mejor negar o ignorar lo que los parapsicólogos dicen sobre los fenómenos espiritistas, que creerles, pues quedarían al descubierto en sus creencias. Entonces, ¿a quién creer, a los espiritistas o a los parapsicólogos? Eso depende de cada uno. Lo que sí es cierto es que los espiritistas han visto mermadas sus creencias ante las explicaciones de la parapsicología, y ciertamente a la luz de esta ciencia es más viable y comprensible entender los fenómenos espiritistas. Creer en los fenómenos espiritistas como fuerzas del más allá, es como conceder demasiado a los misterioso y oculto y negar evidencias de la ciencia parapsicológica.


Referencia

80 Cfr: "Las Sectas. Nuevos movimientos religiosos", Manuel Guerra, Pág 368 y s.s. Edit. EUNSA. Pamplona, 1993.

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Agradecemos al P. Ignacio Garro, S.J. por su colaboración.






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