Poesía y Oración: Textos para leer y orar



P. Fernando Martínez Galdeano, S.J.

Hay que tener en cuenta que los salmos fueron escritos para ser cantados con acompañamiento de instrumentos musicales en los actos de culto celebrados en el templo o en relación con él.
En el modo judío de orar, la expresión corporal adquiría un valor plástico importante. Movimientos como la aclamación, el aplauso, y la danza favorecían el que toda la persona incluido el cuerpo manifestara su fe orante como una unidad integrada.

En los salmos se encuentran las diversas actitudes del cuerpo que también hoy pueden ser útiles para nosotros. El pueblo de la Biblia es un pueblo en marcha, un pueblo que siempre está de camino. Es un pueblo que tiene un sentido, un peregrinar hacia una meta. También, nosotros somos peregrinos entre sendas y cruceros. Estamos de paso en ésta nuestra vida temporal. Y aunque tenemos un hogar, a diario vamos y volvemos del trabajo, del mercado, de la Iglesia... Podemos ayudarnos de algunos salmos, de una adecuada selección de sus versículos para cuando con el ánimo dispuesto salimos de camino..., como peregrinos en este mundo. El ser peregrino se sustenta del desapego de las cosas que van quedando atrás y de una esperanza que se alimenta de futuro en la casa paterna.

Otra actitud corporal muy expresiva es la de estar firme, de pie. Es adoptada con frecuencia por el orante judío, que mantiene su dignidad humilde ante Dios como ante su fuente y origen. Pero él quiere dar cara a sus enemigos, a sus temores y a su debilidad e indigencia. La oración no conlleva desestima de vino mismo, aun en las duras situaciones de culpa y frustración.

Una posición corporal de reposo, la de estar sentado, busca el que la persona encuentre la paz y la serenidad en Dios. Quizás sea un estado bíblico de oración en la que no se pide ni se da gracias de nada; y sólo se pretende estar junto a Dios en la confianza de ser acogido tal como uno es uno mismo. Es una actitud contemplativa. Es una actitud de descanso.

INCLINA TU OÍDO, SEÑOR; ESCÚCHAME,
QUE SOY UN POBRE DESAMPARADO;
PROTEGE MI VIDA, QUE SOY UN FIEL TUYO;
SALVA A TU SIERVO, QUE CONFÍA EN TÍ.
TÚ ERES MI DIOS, PIEDAD DE MÍ,
SEÑOR, QUE A TÍ TE ESTOY LLAMANDO
TODO EL DÍA; ALEGRA EL ALMA
DE TU SIERVO, PUES LEVANTO MI ALMA
HACIA TÍ; PORQUE TÚ, SEÑOR, ERES BUENO
Y CLEMENTE, RICO EN MISERICORDIA
CON LOS QUE TE INVOCAN.
(Sal 85,1-5)

Hecha esta introducción de actitudes, no cabe duda que el orante cristiano también hoy puede vibrar con los salmos y ponerse en resonancia con sus sentimientos y afectos más profundos y humanos.

Y tal como lo prometimos más arriba, damos a continuación una síntesis de los salmos y sus versículos más citados en el Nuevo Testamento:

2,1-2 [se han confabulado contra el Señor];
2,7 [tú eres mi Hijo];
6,4-9 [desmoronada mi alma];
8,3 [por boca de los niños];
8,5-7 [qué es el hombre para que te acuerdes de él];
9,37 (10,16) [el Señor reinará eternamente];
15 (16),8-11 [pongo al Señor ante mí];
21 (22),2.8-9.16.19.23 [Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado];
23 (24),4 [él tiene manos inocentes y puro corazón];
25 (26),6 [me lavo las manos];
26 (27), 12 [se levantan contra mí testigos falsos];
30 (31),6.14 [en tus manos encomiendo mi espíritu];
33 (34),21 [no se le quebrará ni un sólo hueso];
34 (35), 11.19 [se presentaban testigos];
36 (37),11 [los sufridos poseerán la tierra];
37 (38),12 [mis parientes se mantienen y están a distancia];
39 (40),6-8 [¡cuántas maravillas has hecho, Dios mío!];
40 (41),10 [aquel que compartía mi pan...];
41 (42),6-7 [mi alma se angustia];
44 (45),7-9 [amas la justicia y odias la iniquidad];
47 (48),3 [altura hermosa en el monte Sión];
61 (62),13 [tú pagas a cada uno con arreglo a sus obras;
64 (65),8-9 [tú que reprimes el estruendo del mar];
67 (68),19 [subiste a la alta cumbre conduciendo cautivos...];
68 (69),4.10.22 [me devora el celo de tu templo];
72 (73),13 [he lavado mis manos];
77 (78),2 [alzo mi voz ...];
81 (82),6 [aunque fúerais dioses];
88 (89),21 [encontré a David, mi siervo..., mi brazo le hará más fuerte];
90 (91),11-12 [porque a sus ángeles ha dado sus órdenes];
103 (104),27 [todos aguardan a que les eches comida a su tiempo];
106 (107),3 [reunió de todos los países];
108 (109),25 [hacen burlas de mí];
109 (110), 1.4 [siéntate a mi derecha];
117 (118),22.26 [la piedra que desecharon... ¡bendito el que viene en el nombre del Señor!];
131 (132),11 [a uno de tu linaje pondrá en tu trono].

Sugerimos al lector que inspirándose en las listas que pusimos al tratar sobre la clasificación de los salmos, elija algunos de ellos según el tono espiritual en el que se halle en ese momento concreto.

Podemos pasar ya a la lectura del Cantar de los Cantares. No se hace largo (117 versículos), y por supuesto no ha sido escrito para esconder un arcano misterio, como un reto a los investigadores y especialistas. No dejemos de lado, sin embargo, su inspiración desde el espíritu que viene de lo alto, pues de éste también participa el amor natural humano: “Sus llamas son flechas de fuego, llamarada divina” (8,6).

Por último, las Lamentaciones, son éso, lamentos de un pueblo que pudo haber actuado de otra manera y mejor, pero no quiso y se siente culpable en la desgracia, deprimido y hasta sin horizonte futuro. Se trata de los lamentos de un pueblo tentado por la desesperanza. La Iglesia los utiliza en su oración como iglesia, en los oficios del viernes santo, para llorar la pasión del Señor, quien se ofreció y murió por nosotros. En el libro se mantiene siempre el brillo medio oscuro del rescoldo que aún está caliente en la esperanza: “El Señor es bueno para quien se fía de él, para quien le busca. Es bueno esperar en silencio la salvación del Señor” (3,25-26). “¿Por qué has de olvidarnos para siempre, por qué olvidarnos de por vida ?” (5,2 0).


UN PLAN DE 17 DÍAS
1   - Senda del justo; el ungido; oración del afligido; el hombre; agradecimiento [Sal 1-10 (11)].
2    - Dios es el sumo bien; esperanza, agradecimiento y alabanza al Señor [Sal 11(12)-20(21)].
3    - Silencio de Dios; el buen pastor; en la necesidad y en los peligros [Sal 21(22)-30(31)].
4    - Providencia de Dios; la verdadera felicidad; en la enfermedad [Sal 31(32)-40(41)].
5    - Deseos de contemplación; vanidad de la riqueza; culto y misericordia [Sal 41(42)-50(51)].
6    - Confianza en la palabra de Dios; clamor por la justicia [Sal 51 (52)-60(61)].
7    - La paz y sed de Dios; sacrificio de acción de gracias; mi esperanza [Sal 61(62)-70(71)].
8    - El justo sufre; el Señor será juez; ven, Señor; él es fuerte [Sal 71(72)-80(81)].
9   - Nuestra salvación está cerca; débiles ante la adversidad [Sal 81(82)-90(91)].
10  - Al Dios creador; él es rey y juez del mundo; él es santo [Sal 91(92)-100(101)].
11  - El Señor es fiel a sus promesas; grandes son sus obras [Sal 101(102)-110(111)].
12  - Felicidad del justo; meditación sobre la palabra de Dios; su paz [Sal 111(112)-120(121)].
13  - Nuestro auxilio, el Señor; abandono en los brazos de Dios [Sal 121(122)-130(131)].
14  - Concordia fraterna; himno pascual; añoranza y refugio [Sal 131(132)-140(141)].
15  - A la grandeza de Dios; su poder y bondad; alabad al Señor [Sal 141(142)-150].
16  - Un prólogo, cinco poemas, el epílogo y unos apéndices (Cant 1-8).
17  - Cinco lamentaciones ante Jerusalén desolada (Lam 1-5).




PROTÉGEME, DIOS MÍO,
QUEME REFUGIO EN TÍ;
YO DIGO AL SEÑOR:
—TÚ ERES MI DUEÑO, MI ÚNICO BIEN.
LOS DIOSES Y SEÑORES DE LA TIERRA NO ME SATISFACEN.
MULTIPLICAN LAS ESTATUAS DE DIOSES EXTRAÑOS;
NO DERRAMARÉ
SUS LIBACIONES CON MIS MANOS,
NI TOMARÉ SUS NOMBRES EN MIS LABIOS. TÚ, SEÑOR, ERES MI TODO;
TÚ ME COLMAS DE BENDICIONES;
MI VIDA ESTÁ EN TUS MANOS;
ME HA TOCADO UN LOTE HERMOSO;
ME ENCANTA MI HEREDAD.

BENDECIRÉ AL SEÑOR,
PORQUE ÉL ME GUÍA,
Y EN LO ÍNTIMO DE MI SER
ME ACONSEJA POR LAS NOCHES.
TENGO SIEMPRE PRESENTE AL SEÑOR,
CON ÉL A MI DERECHA JAMÁS SUCUMBIRÉ.
POR ESO, DENTRO DE MÍ,
MI CORAZÓN ESTÁ LLENO DE ALEGRÍA,
Y TODO MI SER VIVIRÁ CONFIADO.
PORQUE NO ME ABANDONARÁS A LA MUERTE,
NI DEJARÁS A TU AMIGO SUFRIR LA CORRUPCIÓN.
ME ENSEÑARÁS EL SENDERO DE LA VIDA,
ME SACIARÁS DE GOZO EN TU PRESENCIA,
DE ALEGRÍA PERPETUA A TU DERECHA.
(Salmo 15, 1-11)


EL CÁNTICO DEL MAGNIFICAT SE INSCRIBE EN LA TRADICIÓN DE LOS SALMOS:

TODO MI SER ENSALZA AL SEÑOR.
MI CORAZÓN ESTÁ LLENO DE ALEGRÍA A CAUSA DE DIOS, MI SALVADOR,
PORQUE HA PUESTO SUS OJOS EN MÍ, QUE SOY SU HUMILDE ESCLAVA.
DE AHORA EN ADELANTE TODOS ME LLAMARÁN FELIZ,
PUES HA HECHO MARAVILLAS CONMIGO,
AQUEL QUE ES TODOPODEROSO,
AQUEL CUYO NOMBRE ES SANTO.
EL SIEMPRE TENDRÁ MISERICORDIA DE LOS QUE LE HONRAN.
CON LA FUERZA DE SU BRAZO DESTRUYE LOS PLANES DE LOS SOBERBIOS.
DERRIBA A LOS PODEROSOS DE SUS TRONOS,
Y ENCUMBRA A LOS HUMILDES.
LLENA DE BIENES A LOS HAMBRIENTOS,
Y DESPIDE A LOS RICOS, ENVIÁNDOLOS CON LAS MANOS VACÍAS.
VIENE EN AYUDA DE SU SIERVO,
EL PUEBLO DE ISRAEL,
ACORDÁNDOSE DE MOSTRAR MISERICORDIA,
CONFORME A LA PROMESA DE VALOR ETERNO
QUE HIZO A NUESTROS ANTEPASADOS,
A ABRAHAM Y A TODOS SUS DESCENDIENTES."
(Lc 46b-55)




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Agradecemos al P. Fernando Martínez, S.J. por su colaboración.
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