P. Ignacio Garro, S.J.
SEMINARIO ARQUIDIOCESANO DE AREQUIPAContinuación
7.3. CARTA A LOS FILIPENSES
7.3.1. Destinatarios
Filipos es la primera ciudad de Europa evangelizada por San Pablo en su segundo viaje misionero Hech 16, 11-40. Filipos era una ciudad muy próspera de Macedonia. La comunidad cristiana de Filipos mostró siempre grande afecto y fidelidad al Apóstol. Esta comunidad fue la predilecta de Pablo. Una prueba elocuente de esta predilección es el hecho de haber aceptado solo de los Filipenses una ayuda económica para sus necesidades personales, Filip 2, 25; 4, 10 ss.
7.3.2. Ocasión y finalidad
Pablo se hallaba prisionero (en Roma, para muchos; en Efeso, para algunos). Los Filipenses le enviaron una ayuda por medio de Epafrodito, Filip 4,18. Éste enfermó gravemente. Apenas recobró la salud, Pablo lo envió a Filipos con una carta en la que habla a su comunidad preferida de su prisión, del progreso del evangelio, de la esperanza del verse pronto liberado de la cárcel, y les da las gracias por los cuidados que tuvieron para aliviar sus sufrimientos. Después de la carta a Filemón, es ésta la más personal de Pablo
7.3.3. Unidad de la carta
La existencia de transiciones abruptas, Filp 2, 19; 3, 2; 4, 10, en la carta a los Filipenses ha llevado a sugerir la hipótesis de que ésta es una mezcla de dos o tres cartas de Pablo a la misma comunidad. Esto se vería confirmado por lo que Policarpo escribe a los Filipenses: les dice que el Apóstol les escribió: "cartas".
En esta hipótesis las tres cartas serían las siguientes:
- 1, 1-2 + 4, 10-20
- 1, 3 - 3, 1 + 4, 4-9. 21-23
- 3, 2 - 4, 3
Los argumentos no son apodícticos porque las transiciones abruptas pueden explicarse de otro modo; porque entre las tres pretendidas cartas hay puntos comunes y, porque, finalmente, el testimonio de Policarpo puede entenderse de cartas que no han llegado hasta nosotros.
7.3.4. Plan y contenido
A. EXORDIO: Saludo. Acción de gracias y súplica para que crezcan en la fe y en la caridad: 1, 1-11.
B. PARTE HISTORICA: Noticias personales: 1,12 - 2, 30.
1. Noticias sobre su persona y sobre el progreso de su predicación: 1, 12-26.
2. Exhortación a la unidad, humildad y fervor: 1, 27 - 2,18.
3. Noticias sobre Timoteo y Epafrodito: 2, 19-30.
C. PARTE EXHORTATIVA: Advertencias y agradecimiento: 3, 1 -4, 20.
1. Advierte contra los judaizantes describiendo la perfección cristiana: 3, 1-21.
2. Recomienda la caridad, la alegría, la perfección: 4, 1-9.
3. Da gracias por las limosnas recibidas: 4, 10-20.
D. EPILOGO Y SALUDO: 4, 21-23.
7.3.5. Algunos puntos doctrinales
A. La humillación y exaltación de Jesucristo: Filip 2, 6-11.
En estos seis versículos tenemos un himno en el que se habla de Cristo en tres momentos:
- Preexistente en Dios, v. 6: verdadero Dios, igual al Padre: "siendo de condición divina”.
- En su vida terrestre, vv. 7 - 8: sin despojarse de su naturaleza divina, no quiso manifestarla externamente, renunció a una presentación gloriosa y prefirió la humillación de la encarnación y de la muerte: "se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz".
- En su vida gloriosa y triunfante, vv. 9 - 11: después de su humillación es exaltado en su condición de siervo, adorado universalmente y recibe el título de "Señor": Kyrios.
Jesús es pintado en este himno como el siervo de Isaías. Is 52, 13-53. Pablo generalmente presenta a Cristo como el Mesías crucificado y resucitado. Aquí, en cambio, aparece más bien como el Hijo del hombre, siervo de Yahvé que es entronizado como Señor, Hebr 2, 9; 12, 2.
Ecos de este himno resuenan en otras partes de la carta en relación con la vida de Pablo y del cristiano, Filp 2,17.30; 3, 7.10-11. 20-21.
B. El punto de vista escatológico.
La carta a los Filipenses tiene una perspectiva escatológica parecida a la de la Primera Carta a los Corintios, que fue escrita al final de la estancia de Pablo en Efeso. En las dos cartas, tal vez bajo la influencia de los acontecimientos, escribe teniendo delante una Parusía cercana, Filip 4, 5; 1 Cor 16, 22. En la carta a los Filipenses hay tres alusiones al "día de Cristo", Filp 1, 6.10; 2, 16. Ambas cartas muestran que él vio muy cercana su muerte y que pensó en el cuerpo celeste y glorificado, 1 Cor 15, 51; Filip 3, 21.
Agradecemos al P. Ignacio Garro, S.J. por su colaboración.
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