P. Fernando Martínez Galdeano, S.J.
En los libros de Esdras y Nehemías, “el cronista” resalta el tema de la formación de la comunidad judía a su regreso del exilio a partir del edicto del rey Ciro (538 a.C.), y trata de resolver el problema mediante la restauración de la ciudad de Jerusalén y de su templo, mediante una mayor igualdad y justicia entre los judíos, la prohibición de matrimonios mixtos (con los no judíos) y la renovación de la Alianza (la Ley) con Yahvéh. Judá debe buscar antes que nada al Señor y cumplir sus preceptos y enseñanzas, y Yahvéh le bendecirá para ser así un gran pueblo, ejemplo para los demás.
En la época en que “el cronista” escribe estos libros, hemos de tener muy en cuenta que ya había dejado de existir el reino de Judá. Se destaca el acto del culto solemne que se describe en Nehemías 8-9 que ya no se celebra en el templo sagrado, sino en la plaza pública; y no consiste en sacrificios ni holocaustos de animales, sino en la lectura de la ley y en la oración. Este es el espíritu del “judaísmo”, que ya comienza a extenderse entre las comunidades judías de fuera de Palestina (la dispersión = diáspora, en griego). Y así, poco a poco, la comunidad universal judía, desparramada en muchas ciudades paganas, irá levantando sus sinagogas, como el lugar de reunión y encuentro con su Señor. La Ley será el centro del culto y de sus tradiciones.
Durante su destierro en Babilonia (587-538 a.C.) los judíos deportados sintieron la necesidad urgente de encontrar su propia identidad colectiva más allá de la tierra, el templo y la monarquía. Sus signos de identificación habían quedado reducidos al rito de la circuncisión, al sábado y a las reuniones promovidas por los sacerdotes.
Con la vuelta del exilio, establecida una relativa autonomía de Judá, dependiente de los persas, y realizada ya la restauración del templo, la dificultad se centraba en lograr propulsar con vigor el sentido de lo colectivo judío. Le tocó entonces a Esdras hacer de la Ley el núcleo vinculante de la comunidad judía. Este “reformador” se esfuerza sobre todo en que la Ley, más que una tradición histórica sea un escrito, un libro santo que recoja los mandamientos y normas dadas a Moisés. Sería como la ley constitutiva del pueblo judío. Esto le conducirá a tomar y aplicar normas muy severas contra los matrimonios establecidos con mujeres extranjeras. La escena de Neh 8,1-11 muestra al “sacerdote-escriba Esdras” leyendo la Ley al pueblo reunido en la plaza ante el templo.
Contemporáneo quizás de Esdras, Nehemías, por encargo de Artajerjes, se traslada desde la corte persa a Jerusalén con el fin de reconstruir las murallas de la ciudad de Jerusalén y tratar de solucionar los problemas complejos de su administración civil y social. La autoridad religiosa (los sacerdotes) fue adquiriendo un poder creciente incluso en la vida política y económica del pueblo judío.
En la batalla de Issos (333 a.C.) Alejandro Magno venció a Darío III, rey de los persas. El año 332, ocupó Siria y Palestina, con la intención de alcanzar las tierras fértiles de Egipto. Por Flavio Josefo sabemos que Alejandro continuó la política religiosa heredada de los persas. Judea fue dejada en paz y a sus habitantes se les permitió regirse por su Ley mosaica. Más adelante, en los tiempos borrascosos del odioso y opresor rey helenista seléucida Antíoco IV (175-164 a.C.), éste intenta eliminar la Ley teocrática (en hebreo la Torá = enseñanza) impuesta por Esdras-Nehemías; y es entonces cuando estalla la rebelión macabea en nombre precisamente de esta venerada Ley: “¡Que los que tienen celo por la Ley y sostienen la alianza que me sigan!” gritó Matatías (IMac 2,27).
ENTONCES TODO EL PUEBLO SE REUNIÓ COMO UN SOLO HOMBRE EN LA PLAZA QUE SE ABRE ANTE LA PUERTA DEL AGUA, Y PIDIÓ A ESDRAS, EL LETRADO, QUE TRAJERA EL LIBRO DE LA LEY DE MOISÉS, QUE DIOS HABÍA DADO A ISRAEL. EL SACERDOTE ESDRAS TRAJO EL LIBRO DE LA LEY ANTE LA ASAMBLEA, COMPUESTA DE HOMBRES, MUJERES Y TODOS LOS QUE TENÍAN USO DE RAZÓN. ERA MEDIADOS DEL MES SÉPTIMO (OCTUBRE).
EN LA PLAZA DE LA PUERTA DEL AGUA, DESDE EL AMANECER HASTA EL MEDIODÍA,
ESTUVO LEYENDO EL LIBRO A LOS HOMBRES, A LAS MUJERES Y A LOS QUE TENÍAN USO DE RAZÓN. TODA LA GENTE SEGUÍA CON ATENCIÓN LA LECTURA DE LA LEY. (neh 8,1-3)
Guía del Libro de Esdras
(1,1-2,70) • Vuelta del exilio. • Decreto de Ciro. • Lista de los repatriados.
(3,1-6,22) • Reconstrucción del Templo. • Restauración del culto. • Dedicación del Santuario. • Celebración de la Pascua.
(7,1-8,36) • Viaje de Esdras a Jerusalén. • Lista de sus acompañantes. • La Ley y el Pentateuco.
(9,1-10,44) • Esdras inicia la reforma religiosa. • Arrepentimiento del pueblo. • La ruptura de los matrimonios mixtos.
Guía del Libro de Nehemías
(1,1-2,10) • Palabras de Nehemías.
(2,11-4,17) • Reconstrucción de las murallas. • Oposición samaritana. • Se organiza la defensa. (5,1-7,72) • Injusticias sociales. • Ejemplo de Nehemías. • La repoblación de Jerusalén.
(8,1-9,37) • Lectura pública de la Ley. • Fiesta de los Tabernáculos. • Salmo penitencial. (10,1-11,36) • Renovación de la Alianza. • Repoblación de Jerusalén y de Judá.
(12,1-13,31) • Dedicación de la muralla. • Reorganización del culto. • Expulsión de Tobías.
• La renta de los levitas. • El descanso sabático. • Los matrimonios mixtos.
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Agradecemos al P. Fernando Martínez, S.J. por su colaboración.
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