La Ciencia y Dios - 3º Parte
P. José Ramón Martínez Galdeano, S.J.
6. La ciencia y el principio de razón suficiente.
6.1.- Indagar la causa eficiente es ya aplicar el principio de razón suficiente. Porque en el caso de los efectos la razón suficiente es la causa eficiente.
6.2.- La construcción de hipótesis científicas. Consiste en idear un modelo de estructura y funcionamiento de la realidad que pueda ser explicación de qué y cómo de algunos fenómenos. Así se ha hecho en los casos de las teorías del magnetismo, de la electricidad, de la atracción universal de los cuerpos, de la física molecular o atómica, de la relatividad, del mismo heliocentrismo. Las leyes particulares y los casos concretos serían aplicaciones del modelo. El modelo se intuye intelectualmente como posible explicación. Se formula con precisión y, si es posible, de forma matemática. Se le llama "hipótesis" (supuesto, en griego), porque no se está seguro todavía de su verdad, pero se va a trabajar con él como si lo fuera. De la hipótesis se deducen consecuencias necesarias, aún no experimentadas, y se predicen hechos. Si las predicciones se hacen realidad, si las deducciones se confirman experimentalmente, si los nuevos descubrimientos están en coordinación con los supuestos de la hipótesis, ésta va aumentando su probabilidad y puede alcanzar la certeza. La construcción de una hipótesis no es sino la búsqueda de una razón suficiente que dé razón de un conjunto de hechos y los encuadre en unidad coherente.
6.3.- Caso concreto de la teoría atómica. Nadie ha visto los átomos, ni siquiera al microscopio. Lo que Dalton tenía ante los ojos eran las leyes de los pesos, de las proporciones definidas y de las proporciones múltiples. Buscando el porqué intuyó la teoría atómica de la materia, de modo que de la constitución atómica de la materia se deduzcan lógicamente las reacciones químicas según aquellas leyes ponderales.
[Ley de los pesos dice que, cuando varios cuerpos reaccionan químicamente y se forman otros distintos, el peso total antes y después permanece el mismo.
De proporciones definidas: Cuando varios cuerpos se combinan para formar un compuesto, lo hacen siempre en proporción fija: por ejemplo, el oxígeno y el hidrógeno para formar agua se combinan en pesos en proporción de 8 a 1.
De proporciones múltiples: Cuando dos elementos se combinan para formar compuestos diferentes, lo hacen siempre en proporciones de números enteros y sencillos. Así 28g. de nitrógeno se combinan con 16g. de oxígeno para formar un compuesto, 28g. de nitrógeno con 32g.(2x16) de oxígeno para formar otro, 28g. de nitrógeno con 48g.(3x16) de oxígeno para otro y 64g.(4x16) de oxígeno para otro y con 80g.(5x16) para otro]
Supuesta la estructura atómica, pueden deducirse otras cosas (nuevos elementos, reacciones y métodos para obtener cuerpos nuevos y otros ya conocidos). Al multiplicarse el número de casos en que la experiencia confirma el resultado deducido previamente de la premisa de la constitución atómica de la materia, va aumentando el grado de validez de la premisa (teoría) de que se parte. En este proceso se aplican los principios de razón suficiente, causalidad.
6.4. La historia tiene como objeto la constatación y sistematización de eventos y realizaciones humanas del pasado, colectivas e individuales, estudiando sus mutuas influencias. Los métodos de investigación histórica suponen la repetida aplicación de los principios de razón suficiente, causalidad y finalidad y también eventualmente de otras ciencias. Los hechos históricos ya no existen, no son de experiencia. Mensurabilidad y formulaciones matemáticas carecen de sentido en la ciencia histórica. Restos y testimonios en bruto no prueban nada, sino que su valor debe someterse al análisis de la razón y a la prueba de la coherencia con otros. Todo el trabajo del historiador se resume en la búsqueda de la razón suficiente del conjunto de datos, restos y documentos que le han llegado del pasado.
7. La ciencia y la realidad del orden cósmico
7.1.- Respecto al orden cósmico toda la física supone y ha supuesto siempre que es universal y constante (en esta tierra y en todos los seres y galaxias que ha podido conocer). Los éxitos de los vuelos espaciales son una confirmación exitosa de este supuesto.
7.2- Suponiendo tal orden, ha descubierto infinidad de leyes físicas, ha predicho acontecimientos, ha inventado técnicas nuevas (la civilización y el progreso humano no existirían sin ese supuesto). Los avances científicos de la ley de gravitación de Newton, de la constitución molecular y atómica de los cuerpos, del campo electromagnético de Maxwell, de la relatividad de Einstein, de la mecánica cuántica de De Broglie, etc. se han logrado gracias a la convicción de ese orden universal y constante.
7.3. El azar. En cuanto al azar el físico nunca recurre a él como causa de ningún fenómeno, sino que siempre investiga la causa y la ley que lo puede regir. Se puede afirmar que el azar no es magnitud científica.
7.4.- Nota sobre el principio de indeterminación de Heisenberg (premio Nobel de 1932).
Heisenberg demostró que es imposible determinar exacta y simultáneamente la posición y el impulso de un ente microfísico concreto, v.g. un electrón. Siempre hay un intervalo de error en las medidas físicas.
La práctica imposibilidad de medidas precisas era conocida en física e ingeniería. La causa estaba en la imperfección de los aparatos de medida.
Pero Heisenberg demostró que además hay una causa en la naturaleza que hace imposible medir con exactitud dos cosas a la vez: el lugar en que en un momento dado está un electrón y la velocidad con que se mueve. Además demostró que la precisión que teóricamente (suponiendo aparatos que dieran la medida exacta) pueda alcanzarse en la medida de una de las dos magnitudes, hace forzosamente mayor la imprecisión o probabilidad de error en la otra: Cuanto más se afina en localizar la posición, más posibilidad de error en el dato conseguido al medir la velocidad. Heisenberg demostró también que, en esta precisión teórica máxima, el producto de las dos posibilidades de error (de la posición y de la cantidad de movimiento) es igual a una cantidad constante (la constante de Planck).
Notemos también que, cuando un ingeniero o un físico miden algo con un aparato y dan la medida matemática del ámbito de error o de incertidumbre, no están diciendo que la medida real esté variando ni que no sea exacta. Lo que dicen es que su propio conocimiento de la medida es el inexacto. Es una indeterminación cognoscitiva no real, resultante de la imprecisión de los aparatos de medida.
En el caso del indeterminismo de Heisenberg se trata también de un indeterminismo cognoscitivo, no real. El electrón tiene un lugar y una cantidad de movimiento exactos, pero yo no lo puedo conocer en su exactitud. La incertidumbre es a nivel de conocimiento, no de realidad; pero no es debida a la deficiencia técnica de los aparatos de medida, sino a la misma estructura de la naturaleza de los cuerpos.
No demostración, sino ilustración del principio de indeterminación de Heisenberg es la siguiente: Para lograr localizar el lugar donde se encuentra un electrón en un momento dado, se le envía un haz de fotones de luz. Pero, dadas las pequeñísimas medidas del electrón, éste es afectado por el choque del fotón y su posición y movimiento son alterados, sin que se pueda conocer con precisión total cuáles eran.
8.- Breve presentación de las pruebas de la existencia de Dios.
8.1.- Existen seres que han comenzado a existir. El filósofo (y todo hombre puede serlo y lo es en cierto grado) es natural y tiene derecho a preguntarse por qué razón existen de hecho esos seres y, en general, el mundo. La nada no hace nada. Ningún ser ha surgido sin más a la existencia. Otro ser lo ha hecho. La pretensión de recurrir al cansancio del infinito recorrer sin final de eslabones en la cadena no vale. Porque se sabe, por ejemplo, que en el infinito de los números primos no se encontrará otro número par distinto del 2 y no hace falta recorrerlos todos. De estas cosas hay muchas en matemáticas. En un infinito de seres hechos no se encuentra la razón suficiente, algo que justifique el que un solo ser contingente exista.
Para salir de esta aporía (porque lo es existir y no tener razón alguna para ello) no hay más remedio que aceptar la existencia de un ser necesario, es decir esencialmente diferente a los demás, que no existe porque ha sido hecho, sino que es distinto por naturaleza, no es contingente, es necesario. A este ser lo llamamos Dios. De una manera más o menos clara la inmensa mayoría de los humanos han llegado al conocimiento de ese Dios. Tal vez con errores, pero llegaron a la verdad fundamental. Así los incas y los anteriores, así Aristóteles, que era un gran experimentalista, pero también muy lógico.
8.2.- Existe un orden complicadísimo y constante en el universo. La razón suficiente no está en cada uno de los seres sino fuera de ellos, en causa ajena e inteligente (que es la única que puede intentar y ver lo que aun no existe). Tal causa será Dios, el ser necesario, o un ser creado, que necesitaría haber sido creado (se vuelve al argumento anterior). Este argumento resalta más la inteligencia y la providencia de Dios.
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Continuará
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Para leer la 1º parte:
http://formacionpastoralparalaicos.blogspot.com/2009/09/la-ciencia-y-dios.html
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Para leer la 2º parte:
http://formacionpastoralparalaicos.blogspot.com/2009/09/conocimiento-cientifico-y-conocimiento.html
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Para otras publicaciones relacionadas AQUÍ.
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