P. Ignacio Garro, jesuita †
8. LA GLOBALIZACIÓN
Continúa...
8.2.- La globalización económica o la economía global
El aspecto
más sobresaliente de la globalización es el económico. Y se puede definir: “la
globalización es un proceso dinamizador de creciente libertad e integración
mundial de los mercados de trabajo, bienes, servicios, tecnología y capitales”.
[1]
“Una economía global es una realidad nueva para la historia, distinta de una
economía mundial. Una economía global es algo diferente. Es una economía con la
capacidad de funcionar como una unidad en tiempo real a escala planetaria, sólo
a finales del S. XX la economía mundial fue capaz de hacerse verdaderamente
global en virtud de la nueva infraestructura proporcionada por las tecnologías
de la información y la comunicación. Esta globalidad incumbe a todos los
procesos y elementos del sistema económico”, [2].
La economía y, sobre todo,
las finanzas corren hoy a gran velocidad hacia la globalización, y una de las
causas principales han sido las grandes fusiones y adquisiciones empresariales
(así en el mundo de la industria automotriz: la empresa de automóviles “Mercedes
- Daimler”, alemana compra la empresa norteamericana
“Chrysler”; la empresa francesa de automóviles “Renault” compra el 45% del
capital total de la empresa japonesa “Nissan”; la General Motors americana
compra la empresa coreana Daewoo, etc.). El crecimiento y el poder de las empresa
multinacionales son enormes. Hoy día las multinacionales controlan alrededor de
una tercera parte de la producción mundial y dos terceras partes del comercio
mundial. Y lo más significativo es que alrededor de una cuarta parte del
comercio mundial tiene lugar dentro de las empresas multinacionales, al margen
del control de los Estados independientes.
El proceso de
globalización económica se ha acelerado por la conjunción de cinco elementos:
1º.- El fin de los
controles de cotizaciones bancarias, las innovaciones financieras y el progreso
en la transmisión de las informaciones, han llevado al nacimiento de un mercado
financiero mundial que funciona en tiempo real.
2º.- La organización de
las grandes empresas en estructuras de redes mundiales que ignoran cada vez más
las fronteras soberanas nacionales .
3º.- La transmisión
universal e instantánea de las informaciones vía Internet.
4º.- La alianza entre
democracia y mercado comercial.
5º.-
La toma de conciencia por parte de la opinión pública mundial de que ciertos
problemas fundamentales de nuestra época son esencialmente transnacionales.
Ejemplo: la protección del medio ambiente, se han talado en el mundo la tercera
parte de los bosques tropicales y no se van a recuperar en siglos, el problema
de la droga, del SIDA, del Terrorismo, el dinero negro en paraísos fiscales
exonerados de impuestos, la venta de armas, etc.
La globalización
económica deriva de la interdependencia cada vez más estrecha de las economías
de todos los países, de la libertad absoluta en la circulación de capitales, de
la supresión de barreras aduaneras y reglamentaciones y de la intensificación
del comercio y del libre cambio de moneda. Nunca la economía había sido tan global,
y a la vez tan volátil e inestable. La globalización incorpora una gran
inestabilidad a los mercados financieros internacionales. Desde el punto de
vista económico se habla mucho de la “globalización de los mercados financieros”,
expresión con la que se quiere describir
dos cosas: 1.- el crecimiento exponencial de los mercados financieros;
2.- la facilidad y la libertad de movimiento de dinero entre ellos. Estas dos
características hacen que estos movimientos tengan características de verdaderas
avalanchas que entran y salen de los mercados financieros de los diversos
países en pocos minutos y, en ese espacio corto de tiempo, pueden dar un vuelco
drástico y espectacular al entorno económico de cualquier país en vías de desarrollo.
Así ocurrió en la crisis de México de 1995; la del sureste asiático en 1997; la
de Rusia en 1998 la crisis de Argentina en el año 2000 etc. Se estima que las
operaciones consistentes en compras y
venta de moneda extranjera pueden llegar en un solo día a más de un billón de dólares
1´000.000.000.000. USA.
Por otro lado la
globalización económica en el aspecto de producción laboral posibilita que
cualquier producto pueda elaborarse en cualquier parte del mundo y venderse en cualquier
otro, gracias a la innovación tecnológica, a los adelantos en los transportes y
las facilidades de comunicación, a la libre circulación del capital. Todas
estas ventajas y posibilidades que vemos en la globalización presenta a su vez
puntos oscuros. No se trata pues, de bloquear el proceso de globalización sino
de reorientarlo, de ordenarlo y guiarlo, respetando la democracia, es decir, el
reparto de poder para que los diferentes agentes sociales puedan tomar
libremente sus decisiones en este nuevo, dinámico y vasto escenario. [3]
También es verdad que el fenómeno de la
globalización despierta temores. En los países ricos el temor principal radica en que la
globalización y la alta competitividad desenfrenada que ella provoca, lleven
consigo a muchas trabajadores a la desocupación y a la pérdida de pensiones, de
seguro de enfermedad y de vejez. Mientras en los países en vías de desarrollo
(PVD) el temor consiste en quedar excluidos o dominados por nuevas entidades
económicas multinacionales que no se responsabilizan ni responden a ningún
poder político. Ante estas dificultades reales algunos proponen una nueva forma
de gobierno global, que se organice una nueva economía mundial, en nuevos
organismos que regulen y redistribuyan las grandes ganancias de los países más
desarrollados en los países en vías de desarrollo. Esta nueva forma de gobierno
debería estar basada en un sentido muy profundo de solidaridad, que se exprese
en términos reales en colaboración tecnológica, prestación de capitales a muy
bajo interés, ayudas humanitarias, etc. y que no quede excluido ningún país del
progreso y del bienestar humano.
A la globalización como fenómeno
mundial hay que responder con un tipo de “globalización solidaria y universal”,
de manera que el proceso pueda ser visto como una promesa que avanza realmente
y no como una promesa incumplida, que es la que sufren en estos momentos más de
la mitad del género humano.
8.2.1.- Características de la
globalización económica
La
globalización económica que hoy se deja
sentir con más fuerza reviste las siguientes características.
1º.- La
internacionalización de la producción y el desplazamiento rápido y masivo de la
fabricación hacia los nuevos países del sur, con mano de obra más barata.
2º.- Las economías nacionales están cada vez más interrelacionadas, produciéndose la
“unificación macroeconómica”. Esto significa que los factores
determinantes del ingreso y del empleo
son cada vez más globales, menos nacionales, los patrones de producción y consumo
son interdependientes; los mercados de bienes y servicios, capital, trabajo e
instrumentos financieros están más integrados.
3º.- Una creciente y
rápida movida del capital, sobre todo del capital internacional financiero.
4º.- Cambios en el conocimiento que han
supuesto contar con comunicaciones más rápidas y eficaces.
5º.- Un rechazo de
estructuras centralizadas en el poder y planificación desde el Estado.
La globalización económica
es, sin duda, el resultado de expansión del capitalismo hasta los confines del
planeta. Esta economía global es, por tanto, algo más que una economía
internacional. Esta última respecta las soberanías y se limita a
interrelacionar, mediante el comercio, la inversión, el crédito, las partes autónomas
de un conjunto aún no integrado. La globalización en cambio supone no tanto la
prolongación de ese proceso de interrelación como su transformación. La
creciente integración de las partes constitutivas de la economía mundial confiere
hoy a la globalización una dinámica que se escapa cada vez más del control de
los Estados soberanos y libres. Algunas facultades propias de la soberanía,
como la gestión de la moneda y de las finanzas públicas, han quedado muy
mermadas. La rapidez con que, a raíz de la revolución en las telecomunicaciones,
circulan por el mundo informaciones, imágenes, capitales, etc, ha hecho que las
nociones de fronteras y de territorio soberano hayan quedado en muchos casos
obsoletos.
8.2.2.- Principales causas de la
globalización económica
Las tres principales causas de
las globalización son:
1º.- La aceleración de
los ritmos de apertura económica y de los intercambios de mercancías y
servicios.
2º.- La liberación de mercados de capitales que ha integrado
las plazas financieras y las bolsas de valores de todo el mundo.
3º.- La revolución de las comunicaciones y de la informática, que ha
conectado el tiempo real con el espacio.
La globalización económica ha aprovechado
al máximo el desarrollo explosivo de dos sectores considerados las columnas
vertebrales de la sociedad moderna: los mercados financieros y los medios de
comunicación.
8.2.3.- Cinco grandes cambios
producidos por la globalización económica
1º.- La expansión de nuevas formas
de producción. Estas nuevas formas de producción consisten en la
desmaterialización y la desnacionalización de muchos productos y de sus
procesos productivos. La desmaterialización de los productos significa que su valor
añadido ha pasado a depender más los elementos inmateriales que llevan
incorporados, como son: diseño del producto, imagen de marca; patentes, etc,
que de la manipulación física de los elementos materiales que lo integran. Por
ejemplo: en el precio de una coca-cola, hoy vale más la propaganda, la
publicidad y la patente del invento que los elementos materiales que lo
componen. Y así en muchos otros productos.
Cada vez podemos creer
menos en lo de “Made in ...” porque los cambios recientes de las tecnologías de
la información y de la comunicación y en los transportes han facilitado a las
empresas la “división internacional” de los procesos productivos; existen
muchos bienes para los cuales cada fase del proceso de producción puede realizarse
en el país que más beneficios genera a la empresa.
2º.- Cambio en el mundo
del trabajo. Hoy debido a las grandes tecnologías, los trabajadores se dividen
en dos grandes categorías: los “trabajadores auto-programables” y los “trabajadores
genéricos”, o dicho con palabras más sencillas: trabajadores
superespecializados y trabajadores normales.
Los trabajadores
auto-programables son los que saben
manejar las altas tecnologías y adaptarse continuamente a los cambios que éstas
imponen, son los trabajadores que generan la parte más importante del valor
añadido de los procesos y son difíciles de sustituir en la empresa. Los
trabajadores normales realizan trabajos menos importantes y son fácilmente prescindibles
a nivel individual. El resultado de esto ha sido el debilitamiento del poder de
los trabajadores a la hora de reclamar su participación en la riqueza que la
producción genera. Los resultados palpables de la globalización en el mundo del
trabajo han sido, un aumento del paro, la desigualdad en los salarios de unos y
otros trabajadores.
3º.- Tercer cambio.
Cambio del mundo del capital. La propiedad del capital se ha hecho muy
compleja. En primer lugar están los viejos ricos, cuya riqueza está ligada a la
posesión del capital o de recursos naturales como tierras, viviendas, etc. Por
otro lado están los nuevos ricos como el norteamericano Bill Gates, que no
tienen capital ligado a recursos naturales, pero que han podido crear grandes
empresas multinacionales gracias a la desmaterialización de los productos con los
que trabajan.
Existen también los
grandes monopolios de “Fondos de Inversión” en EEUU. Que cuenta con 90 millones
de afiliados en diversas Compañía de Inversión [4];
alimentados por los ahorros de los trabajadores, pensionistas, sindicalistas jubilados,
etc, que se convierten de esta manera en capitalistas, en una modalidad nueva y
compleja, de la cual muchos de ellos no se dan cuenta. Estos fondos son
gestionados por equipos especializados de financieros que mueven grandes cantidades
de capital buscando rentabilidad a corto plazo, son muy especulativos y por lo
tanto muy peligrosos. Como ejemplo relatamos el siguiente: en 1995 se movieron
en un día en el mercado de capitales un billón y medio de dólares 1.500.000´000.000,
cuando los pagos del comercio internacional en un día no sobrepasan los diez
mil millones de dólares (10.000´000.000). Así pues, los capitales de los fondos
de inversiones de pensionistas de jubilados corren a una velocidad 150 veces
superior a lo que necesita la economía real.
4º.- Deterioro del
medio ambiente. El modelo occidental de crecimiento occidental no es
sostenible. Pero resulta que los medios de comunicación lo están transmitiendo
a los países pobres como el modelo ideal y esto es irrealizable. Si todo el Tercer
y Cuarto Mundo consume y vive como el Primer mundo el globo terráqueo se
agotaría en menos de 50 años. El 20% de la población del Primer mundo (1.500
millones de personas) consume el 80% de lo que se produce en el mundo y el 80 %
de los habitantes del mundo (4.500 millones de personas) consumen el 20%
restante. Esta ecuación es insostenible desde cualquier punto de vista, hay que
buscar un modelo de desarrollo sostenible.
5º.- Cambio fundamental del papel del
Estado como agente económico que promueve el bien común y dirige la marcha del
país. La función del Estado Nación que todos conocemos es puesto hoy día en
tela de juicio, algunos dicen que es ya obsoleto, que su función está en camino
de extinción. Hay que buscar formas nuevas de gobierno. Así, el modelo de
mercado nacional ya no representa el punto central de la economía. Ahora todo
el peso de la economía gira en el espacio mundial dominado por las grandes transnacionales.
La globalización económica lleva, lenta pero inexorablemente, a una reducción
de las competencias de las autoridades nacionales en materia monetaria,
financiera y fiscal. El Estado Nación controla cada vez menos la macroeconomía
de inversiones extranjeras, porque ésta se ha vuelto global, y aparece cada vez
más despojado de soberanía real en este campo, al tiempo que se siente
impotente frente al poder de los mercados financieros internacionales.
Una de las primeras
características de las globalización económica es la “supremacía de la economía
respecto de la política”. Ya no ocurre como en otros momentos de la historia,
en los que la economía, las finanzas y la política formaban un bloque más o
menos coherente, dirigido por el Estado, sino que esta relación se ha descompensado.
Ahora hay una tendencia permanente de la economía a colonizar la política y
domina en la sociedad un economicismo de laboratorio que no atiende a las
exigencias de la política y a los costes sociales que ello implica. Un periodista
español refiriéndose a uno de los mitos financieros modernos, estadounidense de
origen húngaro George Soros, lo expresa muy bien,[5].
Por otra parte debemos comentar cómo aquellas instituciones
Internacionales que se fundaron para procurar el desarrollo de los países más pobres
como son el Fondo Monetario Internacional (FIM), y el Banco Mundial (BM), y el
Banco Mundial para el Desarrollo, (BID), han obligado a los gobiernos de muchos
países pobres no sólo a poner freno a la inflación pública, y a la deuda pública,
sino que también obligan a los gobiernos a privatizar las empresas estatales y
liberar la entrada de capitales o de empresas multinacionales. El pago de la
deuda pública, en muchos países se ha hecho impagable y en otros es una carga
tan pesada que impide el más mínimo desarrollo. Con estos mecanismos los ricos
son cada día más ricos y los pobres cada día son más pobres. Y por ahora no se
ve la vía de solución. A no ser la condonación de la deuda y la promoción de una
solidaridad internacional. De lo contrario y si el mundo sigue como hasta ahora
la injusticia va a ser cada vez mayor.
8.2.4.- La globalización tiene
un carácter selectivo
En principio, se
repite insistentemente que es necesaria una liberalización de todo y que
alcance a todos los mercados en la creencia de que las corrientes libres del
comercio, finanzas e información producirán el mejor resultado para el
crecimiento y el bienestar humano. Pero luego este principio tan defendido en
la teoría sufre verdaderas distorsiones
discriminatorias siguiendo el dictados y las disposiciones de los Estados, de los Gobiernos más
poderosos y de otras múltiples instancias que gozan de un poder equivalente.
Piénsese en las asociaciones de los Fondos de Inversión de pensionistas en Estados
Unidos, que capitalizan miles de millones de dólares en inversiones financieras
en diversas partes del mundo. Estas inversiones multimillonarias quedan en
manos de un Gerente general, de un consejo de dirección, que deciden invertir o
desinvertir, allí donde a ellos más les interesa sin tener en cuenta el daño
económico político y social que pueden realizar con este tipo de especulaciones
financieras.
Esta forma de
proceder neoliberal, o de fragmentación social, tiene como consecuencias un aumento
de inestabilidad y de inseguridad de los ciudadanos en general y en su quehacer
diario. Cuando en una democracia libre se llama a los ciudadanos a entrar en un
proceso de elecciones generales, para elecciones presidenciales, etc, los candidatos
políticos elegidos tienen poco, muy poco, o casi nada que decidir en el tema
macro-económico y de desarrollo en el país. Nos gobiernan económicamente desde
fuera. Esto, políticamente hablando, es una tragedia. Los ciudadanos no se
sienten representados ni defendidos, ni promocionados por los políticos que han
elegido, pues hay otras instancias económicas y extranjeras que deciden al
margen de ellos. Entonces ¿para qué elecciones? ¿en qué queda la democracia? Si
son otros, los forasteros los que deciden económica, social y humanamente los
destinos del país. Este es uno de los problemas más graves en la vida política
y social de los pueblos, sobre todo de aquellos tienen menos medios económicos
y dependen casi exclusivamente de las inversiones extranjeras para poder crear puestos
de trabajo y procurar el desarrollo del país.
8.2.5.- La globalización ha
incrementado las desigualdades y la pobreza
Este carácter
selectivo de la globalización acarrea, inevitablemente, un aumento de las
desigualdades y de la pobreza. La globalización tiene ganadores y perdedores,
acentuándose la tradicional tendencia a la discriminación entre países ricos y
pobres: éste no es un fenómeno nuevo en la historia de la humanidad, aunque por
un momento pareció de cambiar de sentido en el S. XX. Pero el hecho real es que
la pobreza aparece con toda su crudeza en cerca del 80% de la humanidad (4.500
millones de personas humanas); vive en el desempleo masivo, o trabajo precario,
salarios injustos con los que no se permite vivir ni con el mínimo necesario;
mientras, los más ricos del mundo del 15% al 20%, (de 1500 millones a 1500
millones de personas humanas), cada día tienen más dinero y mejores medios para
acceder a medios de producción y tener mejor nivel de vida. Tiene que haber unas
reglas de juego internacionales que regulen estas desigualdades manifiestas.
Sin embargo, esta
desigualdad cada día más grave no es intrínsecamente por culpa de la
globalización en sí misma, sino de aquellos que se valen de la globalización
para acaparar cada día más y más sin tener sentido de justicia y equidad con todas
las masas pauperizadas. Hace falta que el proceso de la globalización sea
controlado y sometido a criterios racionales que tengan en cuenta la equidad
para todas las personas que formamos la humanidad. Esto exige trabajar contra
la expansión de la pobreza que atenta contra la dignidad de la persona humana.
Cuando los
estudiosos hablan de “países pobres”
frente a “países ricos”, conviene no
perder de vista que la pobreza es primeramente un problema de personas y grupos
sociales, que está presente, si bien de forma desigual, en todos los países del
mundo. La pobreza significa no sólo bajos ingresos, bajo consumo, sino también
mala nutrición, mala salud, falta de poder adquisitivo, vidas más cortas,
riesgo de vida, vulnerabilidad y miedo.
Los datos del Banco
Mundial en el año 1998 afirman que el número de personas que viven con menos de
2 dólares diarios había pasado de 2.550 millones en 1987, a 2800 millones en
1998. Eso significa que la mitad de los habitantes del planeta viven en dramáticos
niveles de pobreza. De los 2.550 millones 1.200 millones estarían viviendo en
los márgenes mínimos de la vida, con menos de 1 dólar diario por persona. Según
la FAO (organismo de la ONU sobre la alimentación en el mundo) seis millones de
niños menores de 5 años mueren de hambre; y unos 200 millones de niños tienen
problemas serios de crecimiento normal debido al hambre. Mientras tanto el 15 -
20% de los países más ricos gastan unos 300.000 millones de dólares al año en
armas.
El aumento o la reducción
de la pobreza varía según las regiones. En Asia Oriental, el número de personas
que viven con menos de 1 dólar diario ha pasado de 418 millones de personas a
280 millones en 1998. China ha disminuido su pobreza de 305 a 212 millones de
pobres. En el Sur de Asia y en el África subsahariana, junto con Latinoamérica
y el caribe se ha pasado de 67 millones de personas a 79 millones de personas
que viven con menos de 1 dólar diario. En los antiguos países comunistas llamados
países del Este de Europa y de Asia Central, el número de personas que viven en
la extrema pobreza, es decir, menos de 1 dólar diario, se ha pasado de 1,5
millones de personas a 24 millones de personas con hambre. Una última
aclaración de todo ingente número de millones de personas, dentro del drama de
la hambruna generalizada, los que más la padecen son las mujeres y los niños,
junto a los enfermos.
Este aumento
escandaloso de pobres de 255 millones de personas pobres entre ele año 1987 al
1998 sumado al número los 2.800 millones
= 3055 millones de personas pobres que viven por debajo de 2 dólares
diarios, más el aumento en 16 millones de personas humanas de los 1.200 millones de personas = 1216 de
millones personas pobres que viven con menos de 1 dólar diario va en aumento cada
vez más por la explosión demográfica, que ha pasado de 5.300 millones de
personas en 1990 a 6.055 millones en el año 2000 y esta cifra irá en aumento
pues para el año 2025 se calcula que en el planeta habrá unos 7.890 millones de
personas y los ricos seguirán siendo cada vez más ricos y los pobres cada vez
más pobres. Para el año 2025 habría que crear entre 35 y 40 millones de puestos
de trabajo al año. A esto hay que añadir que los pobres cada vez producen menos
productos agrícolas porque los países ricos sobreprotegen a sus agricultores nacionales
con subvenciones millonarias e invaden sus productos básicos a nivel mundial.
Las diferencias
entre ricos y pobres también se dan y aumentan en los países ricos. En EEUU, en
el año 1966, el 20% más rico de la población poseía 7 veces más de renta per
cápita que el 20% de renta más pobre. En 1992, esa relación era ya de 11 veces
y sigue creciendo. De hecho hoy día el 1% de las familias más ricas de EEUU
detentan el 39% de la riqueza total del país. A su vez los salarios de la clase
media y su poder adquisitivo han ido decreciendo desde 1973 hasta el año 2000
en un 14%. Los que más han sufrido han sido los trabajadores de ingresos más
bajos, cuyos salarios reales han caído más de un 20%. Los cambios tecnológicos,
debido especialmente a la introducción de la informática, automatización,
robotización y otros adelantos de la industria y el comercio en las empresas
han contribuido a este deterioro de los salarios.
8.2.6.- Consecuencias económicas,
sociales y políticas de la globalización
El primer dato que
se connota estadísticamente es que la globalización mal aplicada ha hecho
aumentar el grado de inestabilidad e inseguridad en las sociedades. Esto se
origina por el fenómeno llamado “fragmentación”: la globalización, cuando no alcanza
a todos por igual, trae no sólo desintegración en la sociedad sino además
fragmentación, dividiendo a las comunidades, a las naciones, las regiones entre
los que están integrados a la globalización y los que están excluidos.
Esta fragmentación social
tiene como consecuencia un aumento de la inestabilidad
y de la inseguridad de los ciudadanos
en general. Entre sus manifestaciones puede mencionarse: las disparidades de
ingreso “per capita” en aumento; la inseguridad en cuanto al empleo y al salario
justo y bien remunerado; los vaivenes rápidos en la coyuntura económica, muy
relacionados con la volatilidad financiera, hoy tan importante; la facilidad de
contagio y amenaza de una recesión a escala mundial; el crecimiento de la delincuencia
mundial, el crecimiento del tráfico de drogas, el comercio ilegal de la venta
de armas de guerra, el tráfico ilícito de mujeres y niñas para la explotación
sexual; la difusión del SIDA; los conflictos civiles y su nueva interacción con
los negocios; la degradación del medio ambiente, como la tala indiscriminada de
bosques. Todas estas cosas significan que la globalización aumenta las
oportunidades de adelanto humano sin precedentes para algunos que tienen
oportunidades de valerse de ella, pero a su vez reduce esas oportunidades para
las grandes mayorías incidiendo en la inestabilidad y la inseguridad ciudadana.
La globalización
bien aplicada está integrando la economía, la cultura, y la estructura de
gobierno pero a la vez está fragmentando las sociedades. Impulsada por la fuerza
de los mercados comerciales, la globalización en esta época procura fomentar la
eficiencia económica; generar crecimiento y producir utilidades. Pero se
equivoca en cuanto a las metas de la equidad en la aplicación de la justicia
social, en la erradicación de la pobreza, y el realce de la seguridad humana.
El que haya grandes masas de gentes sin trabajo ni posibilidad de trabajo
origina habitualmente la delincuencia, el desorden público, el desorden de la
sociedad. Estas premisas sociales no se pueden olvidar, por ello crear puestos
de trabajo debidamente remunerados es una obligación principal de las Empresas
privadas y del Estado en casos de emergencia.
[1]
“Comprender
la globalización” G. de la Dehesa, Alianza Edit. Pg 19.
[2]
“La
era de la información”. M. Castells, Pgs 119-120. Edit: Alianza Editorial,
1978.
[3] “La
globalización económica” J. Arriola, pgs, 25-26: “La globalización no tiene por
qué ser un fenómenos negativo. No es cierto que sólo a escala local se puedan
resolver los problemas de la gente: la cuestión no es el tamaño de la economía,
sino el reparto del poder para tomar decisiones. Si el proceso de globalización
avanza desde la esfera financiera a la producción y distribución; de la economía
a la política y a la cultura; sí “los de abajo” no están organizados para
responder a escala global a estos desafíos, se facilita la centralización de
poder en manos de quienes sí están participando activamente en la globalización:
los grandes capitalistas, los tecnócratas internacionales, las burocracias de
los organismos multilaterales”.
[4] En
el periódico español “El País” del 16 de nov. del 2003, sección “Negocios”, pag
16, el periodista S. Pozzi comentaba desde Nueva York la noticia que en una de
las Compañías de Fondos de Pensiones de EEUU, con más de 90 millones de
afiliados, habían movido en las Bolsas de Valores de todo el Mundo,
especialmente en Wall Sreet, 7 billones de dólares (7.000.000´000.000), con
unas ganancias aproximadas de trescientos cincuenta mil millones (350.000´000.000)
de dólares. Una de las 12 Compañías de Fondos de Pensiones e Inversión
“Alliance Invest/Alliance Bernstein Capital” gestionó más de 480.000´000.000
millones de dólares. Hubo corrupción escandalosa en los dirigentes por prácticas fraudulentas de esta última Compañía y en un solo día los
ahorristas retiraron 9.400.000.000 millones de dólares, por falta de confianza.
El escándalo tiene su origen en dos prácticas de mercado detectadas en estas
compañías conocidas como “late trading”, y “market timing” y que están
terminantemente prohibidas. Los dirigentes de la Compañía fueron despedidos y
sancionados inmediatamente por la Fiscalía General de Nueva York y por la
Securiry and Exchange Commision. Esta es una pequeña anécdota del mundo capitalista
en su más puro estilo.
[5] “El
poder en el mundo”, J. Estefanía. Pgs: 45-46. “Los mercados votan cada día,
obligan a los gobiernos a adoptar medidas ciertamente impopulares, pero imprescindibles.
Son los mercados quienes tienen sentido de Estado. Esto es, son los mercados
los que mandan. El poder fáctico por excelencia del S. XXI. El mercado como el
gran regulador de la vida económica, el guía de los hombres y las sociedades
que deben de adaptarse para sobrevivir”
...
Damos gracias a Dios por la vida del P. Ignacio Garro, SJ † quien, como parte del blog, participó con mucho entusiasmo en este servicio pastoral, seguiremos publicando los materiales que nos compartió.
Para acceder a las publicaciones de esta SERIE AQUÍ.
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